Amor en el mar...

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AMOR INESPERADO... Capítulo  25
Escrito por Chus García García

Amor en el mar... ❤️

P. Can

Llegó el momento de disfrutar de unos días de vacaciones y ya estamos montados en el avión que nos llevará a Nápoles, nuestro primer destino.
Mi preciosa no tiene idea de lo que le tengo preparado, será una sorpresa...
En cuanto llegamos a Nápoles cogemos un taxi que nos lleva al puerto y una vez allí nos espera Ángelo, el encargado de llevarnos al barco que vi en Internet y que he alquilado...
- Sr. Yaman? Srta... Por favor síganme, les llevaré hasta su barco...
- Barco? Que significa Can?
- Sí mi preciosa... esta es mi sorpresa, déjate llevar...
Llegamos al magnífico barco y la verdad es que me encanta! En cuanto lo vi no tuve ninguna duda! Es espacioso, moderno, con todas las prestaciones y muy manejable.
Ayudo a mi chica a subir para después subir el equipaje. Una vez arriba, Ángelo me explica el funcionamiento más básico,  tenemos combustible para los días que vamos a estar e incluso nos ha provisto de suficiente comida... Mejor imposible! Quedo con él en que entregaré el barco en Salerno, nuestro último destino.
- Disfruten del viaje -nos dice a modo de despedida.
- Gracias! -decimos los dos a la vez y se va.
- Que te parece cariño?
- Estoy alucinando! Desde cuando sabes manejar un barco?
- Digamos que tuve que aprender a raíz de mis series, sobre todo en Erkenci Kus. Que te parece si le echamos un vistazo?
- Vamos! Lo estoy deseando!
Recorrimos el barco de arriba abajo y los dos quedamos entusiasmados con todo... la cocina, el salón comedor, la habitación y el baño... Todo muy completo y espacioso, íbamos a estar muy bien aquí!

Antes de partir cojo a mi chica y nos sentamos en el sofá,  mejor dicho la siento en mis piernas y al mismo tiempo que la doy besos la explico lo que vamos a hacer.
- Tú querías unas vacaciones con mar y aquí lo tienes! Recorreremos la costa amalfitana hasta llegar a Salerno... haremos paradas para recorrer estos pueblos maravillosos que rodean la costa... que te parece?
- Un sueño Can... y más contigo!
- Te he dicho hoy que estás preciosa? Y más con ese brillo de tus ojos...
- Can... te quiero...
- Yo a tí más cielo... pero ahora vamos a salir de aquí e irnos hacia Sorrento ok?
Nos levantamos y mientras yo voy soltando amarres y arranco el motor, Chiara deshace el equipaje y se cambia de ropa.

Llegamos a Sorrento y atraco el barco en el puerto, una vez listo salimos y nos dirigimos a la ciudad. Es la típica ciudad costera con solera y muchas cosas por ver. Para evitar que nos reconozcan llevamos gafas de sol extra grandes y unas gorras, nadie sabe donde estamos, solo Rober y Fran, les dije que si no era estrictamente necesario que no nos molestasen. Quiero disfrutar de estos días con mi chica.
Paseando Llegamos a la Piazza Tasso, centro neurálgico de Sorrento, disfrutamos de la catedral del mismo nombre, paseamos por sus callejuelas medievales hasta llegar a la Villa Comunale, un jardín en lo alto donde hay un balcón espectacular y con unas vistas maravillosas. Chiara se queda extasiada, me encanta verla así y no hemos hecho más que empezar! No nos vamos de Sorrento sin probar el Limoncello, su bebida más conocida en el mundo que por cierto a mi chica le encantó y me hizo de comprar un par de botellas.
Cenamos en un un sitio que me recomendó Fran y lo disfrutamos. Esto de ir de incógnito se agradece, así podemos hablar sin que nadie nos interrumpa...
Salimos de allí y vamos al barco, para ser nuestro primer día era suficiente. Estábamos cansados y sudorosos.
Una vez en el barco nos duchamos juntos, me encantan estos momentos tan íntimos, tan nuestros, fuera del sexo...
Nos acostamos desnudos porque tenemos claro que queremos amarnos, Chiara se pone encima mío y me besa con ternura...
- Mi amor... me haces la mujer más feliz del mundo y voy a amarte como te mereces...
Me besa los ojos, la nariz, la boca mientras acaricia mi barba y yo solo suspiro... sigue por mi cuello, mis hombros, mi pecho... mordisquea mis pezones y ya estoy temblando de placer... baja por mi estómago, mi ombligo hasta llegar a mi pene... que está duro como una piedra, empieza a chuparlo y besarlo y ya me estremezco...
- Chiara... ohhh sí... como me gusta... sigue...
Ella sigue y cada vez más fuerte hasta que de pronto sube arriba y se coloca encima y me monta moviendo sus caderas de una manera que me vuelve loco!
- Te gusta así?
- Me encanta! Eres increíble!
La cojo de sus nalgas y la aprieto más contra mí... una vez y otra y otra hasta que explotamos y llegamos juntos al paraíso...
- Te amo, cada día más...
- Yo más...
Caemos rendidos de amor...

Al día siguiente nos dirigimos a Capri, atracamos y disfrutamos de la pequeña isla recorriendo sus callejuelas, sus tiendecitas... pero lo mejor lo reservamos para ir a la Gruta Azul... cogimos el barco de nuevo y nos trasladamos allí. Lo dejamos en un lugar que no molestase y saltamos al agua para recorrer la famosa Gruta, mi preciosa estaba encantada de estar allí y como buena nadadora que es la recorrió buceando y yo con ella... Esto era lo más parecido al PARAÍSO...
Nos fuimos de Capri totalmente enamorados de la isla, prometimos volver.

Los días siguientes visitamos Positano y Amalfi, dos localidades preciosas y llenas de encanto...
Positano con sus casas de colores superpuestas como unas escaleras serpenteantes, sus Iglesias, sus miradores y Amalfi con su catedral de San Andrés, sus callecitas alegres, sus playas... su gente...
Todo nos gustó de las dos, sobre todo la comida!
Entre puerto y puerto parábamos en alta mar para darnos un chapuzón, estábamos solos y disfrutábamos de las aguas cristalinas del mar Tirreno.
Por él día éramos unos incansables turistas pero las noches eran nuestras...
Nos amábamos hasta caer rendidos, me gusta dominar, ser yo quien lleva las riendas pero también me encanta que sea mi preciosa quien domine, ambos somos insaciables al hacer el amor...

Llegó el final de nuestro viaje. Llegamos a Salerno, avisé por tfno a Mario, el encargado del barco para entregarle las llaves y la documentación que me facilitaron. Cuando atraqué ya estaba allí y todo zanjado.
Como nos sobraba tiempo hasta que saliera nuestro avión le pedí a Mario si podía llevar nuestro equipaje a su oficina y así disfrutar un poco de la ciudad y me dijo que sin problema, una vez hecho nos dedicamos a visitar la catedral de Salerno, el Jardín Minerva, que le encantó a Chiara, mi chica tiene fascinación con los jardines... comimos en un sitio que nos recomendó Mario, muy cerca de su oficina, para después recoger nuestro equipaje e irnos al aeropuerto.

Una vez en el avión estábamos un poco tristes porque se acababan nuestras vacaciones pero al mismo tiempo muy felices por todo lo que habíamos visto y disfrutado. Mi preciosa se hinchó a hacer fotos que pensaba aprovechar para su trabajo.
Ufff! De nuevo la rutina! Yo pronto empezaría a rodar Viola  y sabía que  ya no tendría tanto tiempo para estar con mi preciosa. Apuraria hasta el último minuto...
- Can... - me dice- Gracias por estos días, ha sido maravilloso y he sido muy feliz...
- Yo también, los mejores días de mi vida... pero te diré que desde que te conocí todo este tiempo ha sido como un sueño, soy muy feliz contigo...
Me mira...
La miro...
Con nuestras miradas nos lo decimos todo...

Continuará...

Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora