𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 44

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JAVIER

Habíamos pasado demasiado, habíamos sufrido demasiado, lo único en lo que pensaba era en acabar con todo esto, en poder ser feliz junto a Helena, cuidarla, y ver nacer a mi hijo.

Mi hijo.

Creo que nunca voy a acostumbrarme a ello. Helena me había dado lo que quería aun cuando yo no lo sabía. Imaginarme un futuro con ella, con ellos me llenaba de felicidad. Todo lo que había pasado a lo largo de estos años había quedado relegado al olvido, mi vida volvía a tener sentido, yo volvía a tener un objetivo por lo que seguir. Helena me había devuelto las ganas de seguir adelante.

Llegamos al muelle que Emma había dicho corto rato después. No habíamos tenido tiempo de pensar demasiado en cómo actuaríamos, lo que sí que teníamos claro era que no podríamos ser descubiertos. Pasar desapercibidos era la clave de nuestro plan, al menos hasta que pudiésemos confirmar que lo que estaban cargando en el barco era droga, y pudiésemos ver quién estaba implicado.

Dejamos los coches en un lugar alejado y caminamos hasta allí. Todos íbamos armados y con el chaleco antibalas, nunca se sabe cuándo puede haber un intercambio de balas. Andábamos en completo silencio, cuando salimos de casa de Emma, ellos todavía seguían en su casa, pero no sabíamos cuando llegarían.

Llegamos a un muelle de carga poco iluminado, repleto de contenedores esperando a ser cargados en sus correspondientes barcos. Utilizamos dichos contenedores para escondernos en las sombras, lejos de la vista de la gente que caminaba por allí.

Prestábamos atención a todo a nuestro alrededor, había sólo tres barcos allí varados, en uno de ellos no se apreciaba ningún tipo de movimiento, en los otros dos, había personas entrando y saliendo, hablando entre ellos. No llegábamos a escuchar lo que decían, pero mis sospechas se centraron en el barco situado más a la derecha.

Era el más grande de todos, con espacio suficiente para una cantidad desmesurada de mercancía. Si la caída de Marco había afectado el negocio, supuse que querrían mover una gran cantidad de material, para así recuperar las posibles pérdidas que hayan podido tener.

Me distraje durante unos minutos, pensando en Helena, en si habría llegado a casa sana y salva, y no me di cuenta de que el movimiento de personas por aquella zona había aumentado exponencialmente. La hora ser acercaba, sólo teníamos que confirmar que Ethan estaba allí.

Helena nos había dado una descripción de él bastante precisa, pudimos hacer un pequeño retrato robot antes de ponernos en camino, confiando en que sería suficiente como para ser capaces de reconocerle a pesar de la poca luz que había en el lugar dónde nos escondíamos.

Esperamos pacientemente, pudimos reconocer a algunas de las personas que caminaban por allí, algunos de ellos eran sicarios contratados por Ethan, y otros eran peces pequeños buscando hacerse un hueco en el negocio.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando un bmw negro aparcó demasiado cerca de dónde nosotros estábamos. Nos tapaba parte de la visión que teníamos del barco, y no nos dejó ver quién se bajó del coche. La relativa cercanía me permitió escuchar su voz, esa voz que había escuchado hacía un momento, y a su lado la voz de una chica, Emma.

Sacamos las armas y esperamos. No podíamos entrar antes de tiempo, teníamos que aguantar hasta el momento justo, hasta que todo empezase a moverse, aprovechando la distracción que eso causaría.

Les hice al resto de compañeros una señal con la mano, pidiéndoles paciencia. Unos minutos más, un poquito más... Ya casi lo teníamos, podíamos tocar la victoria con la punta de nuestros dedos.

Y finalmente llegó el momento, un nuevo gesto y todos me siguieron. A pesar de que Matthew estaba allí con nosotros, yo me hice cargo de la situación, todos me seguían sin ningún tipo de duda.

Crossed Paths - [Javier Peña]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora