𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 31

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HELENA

La vida no pasó por delante de mis ojos, como solían decir que ocurría cuando veías la muerte de cerca, lo único que pensé fue en Javi, en que no volvería a verle de nuevo, en su voz, en su sonrisa, en su forma de mirarme.

Creí que la vida se me iba en aquel momento, hasta aquí he llegado, no hay más, no para mí. Pero no sentía ningún dolor, no notaba la sangre corriendo por mi cuerpo, no sentía nada.

- ¡Helena! ¡Helena! -. Su voz sonaba en mi cabeza, el perfecto sonido de mi nombre saliendo de sus labios.

El shock no me hizo ser consciente de lo que estaba sucediendo a mi alrededor, no hasta que también escuché la voz de Steve llamándome desde la lejanía. Conseguí enfocar la vista, y vi pude ver como Javi avanzaba hacia mi posición, a trompicones. Miré a mis espaldas y vi a Olivia y a Liam tirados en el suelo, no pude ver si seguían con vida, y no tenía intención de detenerme para averiguarlo.

El coche en el que habían llegado Javi y Steve estaba aparcado junto a un árbol, con las luces apagadas, que junto con la falta de luz, hizo que no pudiese verlo mientras huía.

Centré toda mi atención en Javi, pero algo iba mal, arrastraba los pies al caminar, llevaba la cabeza gacha, y no movía uno de los brazos, pero ya estaba con él, tan cerca que casi podía sentirle, solo unos metros más... Y entonces cayó.

El corazón me dio un vuelco, corrí hasta él tan rápido como las piernas me permitieron, y me tiré al suelo, a su lado.

- ¡Javi! ¡Javi! -. Grité su nombre mientras le zarandeaba, intentando que se despertase, pero no funcionaba.

Tenía la camisa y el chaleco antibalas completamente llenos de sangre, la cual seguía brotando desde algún lugar que no lograba localizar. Escuché a Steve pedir una ambulancia, pero quizá era demasiado tarde, toda esa cantidad de sangre...

- No, Javi, por favor... no -. Tenía miedo, tanto miedo de perderle que las lágrimas empaparon mi rostro, mezclándose con la sangre, pero no iba a dejar que ocurriera de nuevo.

- Steve... ¿Dónde...? -. Se acercaba a mí a paso rápido, pero desde la distancia me escuchó y entendió a qué me refería.

- En el hombro... -. Entonces apreté dónde él me dijo, intentando cortar la hemorragia.

Intenté recordar las lecciones que mi madre me había dado en caso de que alguna vez ocurriese algo similar a esto, pero no podía, mi mente no era capaz de funcionar adecuadamente.

Pero no solté su herida, no quité el agarre en ningún momento. Notaba el calor procedente de su sangre corriendo por mis manos, sin embargo su piel estaba fría, demasiado.

La ambulancia no tardó en llegar, fueron unos minutos que a mí se me hicieron eternos. Me aparté para dejar que los médicos hiciesen su trabajo, pero no me quedé lejos de él, no tenía intención de separarme de él ni un solo segundo.

- Vamos, tú también necesitas que te vea un médico -. Steve posó una mano en mi espalda, con intención de llevarme al coche y dirigirnos al hospital.

- Estoy bien, voy con Javi -. Y no iba a cambiar de idea por mucho que insistiera.

- Helena... Tienes la cara hinchada, llena de heridas, de sangre... Tiene que verte un médico -. Esta vez sonaba más exigente.

- Steve, no voy a ir a ningún lado hasta que me asegure que Javi está bien. Tú ocúpate de ellos -. Dije señalando con la cabeza al lugar dónde seguían Olivia y Liam – Que yo estaré bien -. E inmediatamente subí a la ambulancia junto a Javi.

Los médicos trabajaban contra reloj, había perdido demasiada sangre, y no pudieron asegurarme si conseguiría recuperarse. No quería derrumbarme, pero no pude evitarlo, ver como la vida de Javi se le escapaba de las manos delante de mí, mientras yo estaba ahí, en una esquina de la ambulancia, sin poder hacer nada, mirando como otras personas luchaban por su vida, y confiando en que él también lo estaba haciendo.

Crossed Paths - [Javier Peña]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora