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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

La pequeña princesa Victoria, se encontraba en su habitación peinando a sus muñecas, esperando que su hermano Henry viniera por ella, para llevársela al jardín a jugar con el y Rodrigo.

Pero fueron otras personas las que entraron, la reina Anastasia y el rey Felipe.

—Hola princesita.—Dijo su padre sentándose en el suelo con ella.

—Hola papi, Hola mami.—dijo ella dándoles una sonrisa, mostrando el pequeño lugar donde le faltaba un diente.

—Querida Victoria, tenemos algo importante que decirte. — el le acarició el cabello.—Vas a irte a Francia por un tiempo.

Ella no entendía muy bien lo que pasaba.

—No entiendo.—dijo ella.

—Sí, cariño. Pasarás un tiempo con el príncipe Francis.—Le dijo su madre.—Los Reyes Luis y Catalina, vendrán por ti mañana con su hijo para que pases una temporada en Francia.

—¿Por qué tengo que irme? Mis hermanos acaban de regresar de Hogwarts, y quería pasar tiempo con ellos. —Ella se cruzo se brazos.—Henry iba a venir a llevarme al jardín.

—Entendemos tus deseos, pero esta es una oportunidad única para fortalecer la relación entre nuestros países y tú conocerás otra cultura, hablaras otro idioma y tendrás un nuevo amigo que no sean tus hermanos—dijo su padre.

—El príncipe Francis es apenas un poco mayor que tú. Seguro se llevarán bien y podrán jugar juntos.—Dijo Anastasia.

—Pero, ¿por cuánto tiempo estaré fuera?—dijo Victoria

—Será solo por un tiempo limitado, querida. —Dijo su padre cargándolo.—Regresarás con historias emocionantes.

Tus hermanos estarán aquí cuando vuelvas. Les podrás contar tus aventuras.—La reina tomó uno de los juguetes de su hija.—Y vendrás para ir a Hogwarts.

—Está bien, pero prométanme que regresaré pronto, quiero volver a Inglaterra.

—Te lo prometemos, Victoria. Mantendremos contacto contigo todo el tiempo.—su padre beso su frente—eres nuestra princesa.

A la mañana siguiente

En la sala del trono estaba la familia real completa, esperando que la familia real francesa entrara. Rodrigo de 14 años estaba cargando a su hermanita, el y Henry habían tratado de convencer a sus padres de que su hermana no se fuera.

Por la puerta entró la familia francesa con su hijo de 7 años en medio de ellos, se saludaron con cortesía ye nutre los príncipes se hicieron reverencias no solo para ellos, si no también para los reyes de los países.

—Así que ella es la princesa Victoria.—dijo la reina catalina observando a La Niña en brazos de su hermano mayor.

—Es cierto Catalina y tu hijo Francis es una belleza.—dijo Anastasia.

—Ahora es momento que los niños se conozcan.—Dijo Felipe.—Rodrigo, hijo suelta a tu hermana para que conozca a Francis.

Rodrigo estaba reacio a soltar su hermanita.

—Hijo, hazlo.—dijo su madre con voz severa.

El soltó a su hermanita que quedó en frente de la familia real inglesa, algo que nunca pasaba ya que ella tenía prohibido pasar por delante de su padre el rey. La familia real francesa también dejó al frente a su hijo, ambos niños se vieron y se hicieron una pequeña reverencia.

—Hijo preséntate.—le dijo catalina a su hijo.

—Soy el principe Francis Monpezat.—dijo haciendo una reverencia

—Yo soy la princesa Victoria Royals.—Dijo devolviendo la reverencia.

***

La brisa fresca de la tarde acariciaba los cabellos dorados de la joven princesa Victoria mientras desembarcaba del majestuoso avión real en las costas de Francia. A su lado, el rey Luis y la reina Catalina la observaban con una cálida sonrisa, y el pequeño príncipe Francis, de siete años, no podía contener su curiosidad mientras saltaba de un pie a otro.

El rey Luis tomó la mano de Victoria y la guió hacia el imponente castillo que se alzaba en la colina cercana. Sus muros de piedra blanca reflejaban los últimos rayos del sol, y las banderas ondeaban en el viento. La princesa observó maravillada cada detalle, sus ojos llenos de asombro y emoción.

—Bienvenida a nuestro hogar, princesa Victoria. Esperamos que te sientas cómoda aquí.—dijo el rey

—¡Es tan grande y hermoso!

La reina Catalina se unió a ellos, sonriendo amablemente a la joven princesa.

—Estamos encantados de tenerte aquí, Victoria. Queremos que este castillo sea tu hogar mientras estés en Francia, incluso que en unos años lo consideres tu reino.- dijo la reina hablando en inglés.

—¡princesa Victoria! ¡Vamos, te mostraré mi habitación! ¡Tengo muchos juguetes!—dijo el príncipe

El príncipe Francis tomó la mano de Victoria con entusiasmo y la llevó corriendo hacia el interior del castillo. Los pasillos estaban decorados con tapices y candelabros relucientes, y la risa de los niños resonaba en las paredes.

—¡Es tan emocionante! ¿Tienes una habitación grande como esta?- dijo dando vueltas en la sala pri final, logrando que su vestido se moviera

—Sí, pero la tuya es aún más bonita. ¡Vamos, te mostraré la vista desde la torre!

Los niños subieron las escaleras de caracol hasta llegar a la cima de la torre más alta. Desde allí, pudieron contemplar el paisaje pintoresco que se extendía ante ellos: campos verdes, ríos serpenteantes y la silueta de pueblos en la distancia.

—Es como un cuento de hadas. ¡Nunca querré irme!

—¡No te preocupes! Nos divertiremos mucho juntos aquí, seremos grandes amigos princesa victoria.

El sol comenzó a ponerse en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados. Los dos niños se quedaron allí, compartiendo risas y sueños de aventuras por venir.

Mientras el día llegaba a su fin, la princesa Victoria sabía que su tiempo en Francia sería una experiencia inolvidable, llena de amistad y descubrimientos en el hermoso castillo que ahora llamaba hogar.

Reina de Francia. (Bill Weasley y Victoria Royals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora