En el nido de la familia real inglesa, nace una princesa después de siete años de dos hijos varones. Sus padres los reyes ven la oportunidad de unir a dos grandes naciones así que los padres deciden unir en matrimonio a la princesa de Inglaterra y a...
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Narra Bill.
No quería venir a esta boda,pero no podía negarme mi familia, toda vino y mi esposa insistió en que sería descortés rechazar a la familia real. Así que aquí estaba cargando a mi hija recién nacidas mientras esperábamos que la dichosa boda comenzara.
Toda la iglesia estaba completamente decorada con flores y telas, preparados para la unión. Mientras yo me martillaba la cabeza.
—Hermano se que no quieres estar aquí, pero al menos sonríe un poco.—me dijo Charlie, para luego ver a mi hija.—O si no la pequeña Victoire heredará tu mala cara.
—Jaja que chistoso...
Las trompetas sonaron y por la puerta entraron los dos hermano de Victoria, estaban con trajes militares en color negro, apenas entraron a la capilla se quitaron su sombrero y se ubicaron en primera fila, por donde ellos pasaban se inclinaban y Charlie me obligó a hacerlo.
—Esto es estupido...
—Estamos en territorio real, comportarte—me dijo.
A los momentos las trompetas sonaron y entró la madre de victoria, con un gran vestido y Elva di su corona, ubicándose al lado de sus hijos y me tocó volver a inclinarme.
Ya no sonaron trompetas, sonaron tambores y por la puerta entró Francis y a cada lado estaban sus padres, el rey de Francia parece un muerto, esta muy demacrado, pero Francis está sonriendo a pesar de que esto es una farsa. El se ubicó en el altar y sus padres fueron a sentarse.
10 minutos.
10 minutos, pasaron para que comenzara a sonar la maldita marcha nupcial.
Ella estaba hermosa, no tenía ramo pero no lo necesitaba, la corona que arrojaba su cabeza es más que perfecta, ese vestido le queda hermoso. Como me gustaría ser yo el que estuviera a punto de casarce con ella, ella volteo a vernos, vio a Charlie y le sonrió el se la devolvió y luego me vio a mi y a mi hija, y solo giro la cabeza para ver con una sonrisa a su futuro esposo. En donde están los reyes de francia ella se inclina mostrando su respeto para que Francis tome su mano y veo como la besa.
Estaba viendo como perdía al amor de mi vida por una estuviese de prejuicios, viéndola caminar con ese largo vestido y como su padre la entregaba al príncipe de Francia, caí en cuenta de que la había perdido para siempre. Nunca podría estar con el amor de mi vida, ya que ella era ahora, la princesa Victoria de Monpezat, futura reina consorte de Francia y heredera al trono de Inglaterra y Grecia. Ella ya no era mía y yo no era suyo.
Narra Victoria.
La mirada de Bill la sentí toda la ceremonia, y aún no termina. Francos y yo nos tomamos de la mano y el dijo sus votos..
—Su alteza real princesa victoria, amigos de toda la vida, pareja, amantes y muchas cosas más. Te prometo serte fiel en esta vida y la otra. Tú no eres solo mi esposa, también eres mi reina y cuando llegue el momento de reinar yo no seré solo el rey, soy un rey que lo guiará una reina, mi reina. Te tomó como mi esposa Princesa.—dijo y me pasó el anillo por mi dedo.
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Ahora era mi turno.
Le di una pequeña sonrisa.
—Su alteza real príncipe Francis, aún recuerdo cuando no eras mas que un niñito que corría conmigo en este palacio y hoy estamos aquí.—Le sonreí.—Te quiero agradecerte por darme mi lugar como no solo tu reina, si no la reina de esta nación y haré todo lo que esté en mis manos para ser una buena esposa y reina.
Dije y le coloque el anillo.
Luego nos arrodillamos y el Cura nos bendijo para pasarnos el libro real francés, en donde ambos firmamos y por primera vez no firme cómo Victoria Royals, firme cómo Victoria Monpezat.
—Que dios bendiga esta unión, alteza puede besar a la princesa.
Francis tomándome de las mejillas me besó profundamente , los aplausos se escuchaban de fondo y yo solo sentía la promesa esta cumplida.
Francis se separó de mi y me dijo a mi oido.
—Lo siento y trataré de hacer tu vida feliz.
Yo le toque la mejilla
—Ambos estaremos bien.
Salimos corriendo de la iglesia en donde nos tiraban flores y no pudimos detenernos a mirar todo lo que tiraban y los aplausos, al menos el pueblo de francis no me aborrece.
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***
Narra Bill
Tocaba saludar a los nuevos esposos, mi esposa, mi hija y yo íbamos como una familia aparte, por obligación de mk esposa me incline.
—Felicidades.—Dije a regañadientes.
—Gracias William.—Dijo Francis sujetando de la cintura a Victoria.—Que hermosa bebé.
—Gracias.—Los vi a los dos.—Supongo que dentro de poco tendrán uno también.
Ambos se vieron.
—Aún no hablamos de eso, pero si en algún momento llegará debemos darle herederos a la corona.—Dijo victoria con calma.—Felicidades por tu hija y tu familia Bill.
—Felicidades por la boda
Dije para retirarnos, y mi corazón se quedó ahí en ese lugar en donde ella está con su nuevo esposo
