En el nido de la familia real inglesa, nace una princesa después de siete años de dos hijos varones. Sus padres los reyes ven la oportunidad de unir a dos grandes naciones así que los padres deciden unir en matrimonio a la princesa de Inglaterra y a...
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Narra Victoria.
Inicios de mi sexto año, había sido muy raro. Charlie se había dado cuenta que bill y yo estábamos mas raro de lo usual, no peleábamos pero nos dábamos miradas muy intensas. Todo eso desde el primer día hasta ahora que llevamos un mes de clases.
Iba caminando dando las rondas como perfecta, pude convencer a mis guardias de que me dejaran hacerlo sola, ellos aceptaron a regañadientes si les soy muy sincera, no se como aceptaron pero lo hicieron.
Iba por los pasillos, cuando me encuentro de frente con Bill, ambos nos chocamos y nos quedamos viendo.
—Hola...—dije.
—Hola...—me respondió y nos seguimos viendo a los ojos.—Creo...que me...iré.—Trato de decir, pero no lo dejé.
—Espera.
—No tengo porque obedecerte.
—Si, te lo está ordenando tu princesa, si no lo haces puedes morir por irrespeto a la corona.—Lo vi a los ojos.—Te gustara lo que te dire.
—¿Que es tan importante?
—El día del baile, dijiste que desearías acostarte conmigo...—Lo vi a la cara y vi como se sonrojo.—Lo estuve pensando, ¿si el odio que tú y yo sentimos es en realidad deseo?
—¿Me deseas princesita?—dijo acercándose a mi.
—Puede ser...—Me pegue más a él.—¿Tu lo haces?
—¿Por que debería responder si tú no lo haces?
—Soy tu princesa y tu mi súbdito, si yo quiero ordenarte que lo hagas lo harás.
El me tomó de la cintura.
—Yo no creo en ese sistema monarquico. Pero si creo en lo que pide una hermosa chica...Te deseo Victoria.
—Y yo a ti Bill.— mis manos pasaron a su cuello.
El me beso y yo se lo respondí, comencé a empujarlo más así mi, hasta que termine apoyada en una pared. Gemí cuando sentí el frío de la pared a mi espalda y me separé de él.
—¿Quieres hacerlo?—Le pregunté.
—Claro que si, pero ¿a tu frances no le molestará?—Dijo besando mi cuello.
—Tenemos un trato...relájate por eso.—Me acerque a su oído.—Tienes condon.
El se metió la mano al pantalón y sacó un sobre.
—Siempre preparado.
Desde ese momento comenzamos encuentros furtivos, en los pasillos, los baños abandonados en miles de lugares. Hasta que decidimos vernos en mi habitación privada en donde nos conocimos desnudos por primera vez.
Los meses fueron pasando y nuestros encuentros aumentaron, tanto que Charlie pregunto si habíamos realizado las pases ya que no peleábamos como antes.
***
Último día de clase, el último de Bill le daría un regalo así que estaba dejando que me besara contra la pared de mi habitación.
Sus manos quitaron mi camisa, revelando mis pechos que tenían lencería roja.
—Ven a pasar el verano conmigo en Grecia, mis padres se quedarán aqui, mis hermanos se irán a Italia y Filipinas.—le dije tocando su miembro sobre el pantalón desabotonado.
—Nunca pensé que diría esto.—El me tomó del trasero y me levantó de la pared para dejarme en la cama —lo haré solo para follarme a la princesa de este puto país, capitalista.
