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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente.

La estación de tren estaba llena de emoción mientras los estudiantes de Hogwarts se reunían para regresar después de las vacaciones de Navidad. Victoria caminaba con determinación hacia la plataforma nueve y tres cuartos, su equipaje mágico siguiéndola de cerca. Su corazón latía con anticipación mientras se acercaba a la plataforma y vio a Charlie de pie junto a Bill.

Charlie levantó una mano en saludo, su sonrisa amigable brillando.

—¡Victoria! ¡Por aquí!

Victoria se acercó a ellos con una sonrisa y abrazó a Charlie con cariño.

—¡Hola, Charlie! ¿Cómo has estado?

Charlie la soltó y le guiñó un ojo.

—Oh, ya sabes, viviendo aventuras y lidiando con dragones imaginarios. Lo usual.

Victoria rió mientras miraba a Bill, quien estaba de pie a su lado con los brazos cruzados y una expresión ceñuda.

Charlie notó su mirada y se aclaró la garganta.

Bill la miró de arriba abajo con una expresión escéptica antes de tomar su mano y dar un apretón breve.

—¿Qué haces aquí?

Victoria mantuvo la calma, sin dejarse intimidar.

—Vuelvo a Hogwarts, como estudiante. Supongo que todos estamos aquí por la misma razón.

Bill frunció el ceño.

—Y supongo que ahora estás aquí para aprovecharte de la atención que tu relación con ese tal Francis te está trayendo.

La tensión en el aire se volvió palpable mientras las palabras de Bill colgaban entre ellos. Victoria se mantuvo firme, su mirada desafiante.

—No estoy aquí por atención, Bill. Estoy aquí para continuar mi educación en Hogwarts. Mi relación con Francis no cambia eso.

Charlie interrumpió con un tono de advertencia.

—Bill, eso no es justo. Vic es mi amiga amiga.

Bill rodó los ojos y se cruzó de brazos.

—No estoy aquí para discutir. Solo espero que no arrastres tus problemas y dramas reales a nuestro mundo.

Victoria apretó los puños, su voz se mantuvo firme a pesar de la frustración que sentía.

—No arrastro nada, Bill. Pero si tienes algún problema conmigo, podrías al menos tener el valor de decírmelo en lugar de lanzar comentarios pasivos agresivos.

Charlie asintió en aprobación, apoyando a Victoria.

—Vic tiene razón, Bill. No es justo ni amable tratarla así.

La mirada de Bill se endureció antes de que suspirara bruscamente.

—Haz lo que quieras. No voy a perder más tiempo discutiendo contigo.

Bill se alejó sin otro comentario, dejando a Charlie y Victoria detrás.

Victoria soltó un suspiro, liberando la tensión que había estado acumulando.

—Gracias, Charlie. No tenía intención de discutir, pero no me voy a dejar menospreciar.

Charlie le dio una palmada reconfortante en el hombro.

—No deberías. Eres fuerte y capaz, y mereces respeto. No dejes que nadie te haga sentir lo contrario.

Victoria le sonrió agradecida.

—Gracias, Charlie. Aprecio mucho tu apoyo.

Charlie le guiñó un ojo con una sonrisa.

—Siempre estaré aquí para defenderte de los dragones, ya sean imaginarios o reales.

Victoria se rió suavemente, agradecida por su amigo. Mientras se dirigían hacia el tren juntos, recordó que siempre habría personas que la apoyarían, incluso en medio de la adversidad y la tensión.

Narra Victoria.

El compartimiento estaba tranquilo, mientras me encontraba con Charlie sentada en los asientos. Respiré y vi a Charlie para decirle la verdad de la situación.

—Charlie,—comencé en voz baja. —hay algo que necesito decirte. Algo que nadie más sabe.

Charlie la miró con curiosidad y preocupación en sus ojos.

—Por supuesto, Vic. Puedes confiar en mí. ¿Qué pasa?

—La relación entre Francis y yo, todo lo que has visto en las noticias y en el periódico, es una farsa.

La expresión de Charlie se tornó sorprendida mientras procesaba sus palabras.

—Espera, ¿quieres decir que...

Yo asentí viendo a Charlie.

—Sí, Charlie. No estamos realmente comprometidos... Bueno si lo estamos para matrimonio, pero como novios no lo estamos. Todo esto fue planeado para distraer a la prensa y a nuestras familias. Nos dimos cuenta de que nuestras posiciones nos obligaban a tomar ciertas decisiones, pero no queríamos sacrificar nuestras vidas y libertades.

Charlie parecía atónito, pero a medida que absorbía la información, su expresión se suavizó.

—Espera, ¿entonces no están juntos de verdad? Ni siquiera se gustan?

Yo asentí con tristeza.

—No, no estamos juntos en ese sentido. Ambos somos amigos, pero no de la manera en que sugieren los titulares. Quiero que sepas la verdad, Charlie, porque eres mi amigo y mereces saberlo.

Charlie me miró con una mezcla de emociones.

—Vic, no puedo creer que hayan estado haciendo esto. Quiero decir, te vi tan feliz en la entrevista...

Me sentí culpable.

—Lo siento, Charlie. No quería que te sintieras engañado. Estábamos tratando de protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias, pero sé que esto afecta a todos los que nos rodean.

Charlie suspiró, su mirada se volvió comprensiva.

—Entiendo que las cosas pueden ser complicadas, Vic. Pero es importante que sepas que siempre estaré aquí para ti, sin importar cuál sea la situación.

—Gracias, Charlie. Significa mucho para mí. Solo espero que puedas comprender por qué hicimos lo que hicimos.

Charlie asintió lentamente.

—Entiendo que todos tienen sus razones. Pero aún así, me duele que hayan tenido que fingir algo tan grande.

—Sé que es difícil de aceptar, pero en el fondo, seguimos siendo amigos, y eso es lo que realmente importa.

Charlie le devolvió la mirada, con una mezcla de emociones en sus ojos.

—Sí, siempre seremos amigos, Vic. Y siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.

Reina de Francia. (Bill Weasley y Victoria Royals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora