En el nido de la familia real inglesa, nace una princesa después de siete años de dos hijos varones. Sus padres los reyes ven la oportunidad de unir a dos grandes naciones así que los padres deciden unir en matrimonio a la princesa de Inglaterra y a...
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Narra Victoria
El vapor se elevaba en espirales alrededor de la estación mientras los estudiantes se apresuraban hacia el tren en el andén. Entre la multitud, estaba yo, con un vestido corto y elegante, que contrastaba con mi actitud determinada. Una pequeña tiara brillaba en mis cabello claros. A mi lado, mis dos imponentes guardaespaldas, Alexander y Marcelo, me seguían de cerca.
Me puse a buscar a mi amigo, Charlie, cuando lo vi estaba con su hermano mayor Bill, me acerqué a ellos y abracé a Charlie por la espalda.
—¡Charlie!—exclame con alegría.
—¡Victoria!—Charlie me abrazó con fuerza. —¡Me alegra verte de nuevo!
Bill soltó un resoplido desdeñoso y me miró de arriba abajo.
—Oh, mira quién está aquí, la princesita que siempre necesita atención.
Levante las cejas, sin inmutarme por el comentario sarcástico.
—Bill, me sorprende que aún no hayas superado tu actitud infantil del año pasado.- dije
—¿Actitud infantil?— Bill se rió con desdén. —Pensé que habías venido a demostrar que eres la reina de las atenciones.
Alexander y Marcelo intercambiaron miradas tensas, mientras yo apretaba los puños.
—Eres realmente patético, Bill. Si no puedes manejar que haya más en mí que en tu imagen distorsionada, eso es problema tuyo.
Charlie intentó intervenir, pero yo levantó la mano.
—Déjame terminar, Charlie. Bill, no necesito tu aprobación ni tu aceptación. Si no puedes aceptar que nací siendo una princesa, entonces no tengo tiempo para tus tonterías.
Bill me fulminó con la mirada, su mandíbula tensa.
—No voy a cambiar mi opinión por tus palabras huecas.
Le sonreí con frialdad
—No espero que lo hagas, Bill. No estoy aquí para ganarme tu aprobación.
Bill se fue molesto y Charlie y yo quedamos en la estación.
