En el nido de la familia real inglesa, nace una princesa después de siete años de dos hijos varones. Sus padres los reyes ven la oportunidad de unir a dos grandes naciones así que los padres deciden unir en matrimonio a la princesa de Inglaterra y a...
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Narra Victoria
Estaba lista, en el aeropuerto esperando que apareciera Bill. Todo lo tenía organizado. Francis iría a su último año de campamento militar, mis padres les tocaría quedarse en castillo y mis hermanos, lo más seguro se drogaran y fumaran todo lo que quieras.
—Su alteza real, ¿podemos irnos?—me pregunto el piloto.
—Esperemos un minutos más.
El se inclinó y se alejó despacio.
Espere 10 minutos, me sentía triste ya que me había hecho a la idea de que el no llegaría, me dejó completamente plantada.
—Que estupida fui.—Dije, me di la vuelta y con la cabeza en alto dije.—Nos vamos.
Comencé a caminar para abordar cuando escuchó que hablan.
—LAMENTÓ LA TARDANZA.
Me di la vuelta y lo vi corriendo a gran velocidad con una maleta, me acerqué a él.
—Llegas tarde.
—Lo se...—Tomó aire.—Nunca vengo al mundo Muggle, no sabía donde estaba me tocó preguntar.
Lo vi de arriba a abajo.
—Que sea la última vez.—le pase un pañuelo para que se limpie el sudo.—Abordemos, el viaje es largo.
Los dos subimos y nos ubicamos, estuvimos en silencio hasta que el avión estuvo a flote, me sorprendió ver que Bill estaba templando.
—¿Tienes miedo?
—Nunca me subí en algo como esto.
—Ohhh ternurita.—Le toque la mejilla.—Es tu primera vez, tranquilo la primera vez siempre da miedo.
—Maldita.—dijo viéndome enojado.
Yo le sonríe y me solté el cinturón de seguridad.
—¿Que haces?—me pregunto.—dijeron que no nos quitáramos el cinturón.
Di unas palabras a los de seguridad y tome una botella de licor y dos vasos. Los dejé en la mesa de al lado y cerré la puerta con seguro.
—No, dijeron que no nos paráramos mientras la luz estuviera encendida.—señale.—Ahora está apagada.—Me lleve las manos a la parte de atrás de mi vestido y dejé que cayera quedando solamente en bragas.—Pero si tienes miedo, me puedo volver a poner la ropa.
El trago grueso y se soltó el cinturón, yo me acerqué a él y me senté sobre el ofreciéndole mis senos, colocó mis manos en mi trasero y yo tome el trago y serví dos copas, le ofrecí una y el la tomó.
—Salud.—dije.
—Salud.
Nos tomamos el trago de golpe y tuvimos sexo.
***
—Bienvenido.- dije cuando entramos a la casa.
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—¿Está casa es tuya?
—se podría decir, es de mi familia por parte griega.—Vi un momento a los guardias que nos acompañaban.—Lleven las maletas a la habitación del ala oeste sur, por favor
—Si, alteza.
Sin pensarlo sentí unas manos en mi cintura.
—¿Te gusta dar órdenes?—Me dijo al oído.
Yo me gire y lo encare.
—No, nunca me gustó ordenar que hagan mis cosas, pero cuando vives en un mundo como el mío, toca.
—¿Te puedes negar?
—No, no puedo. Apenas nací me colocaron la corona de Francia sobre mi cabeza, y una sortija de matrimonio en mi dedo. Estoy destinada a ser reina debo ordenar.
*** Estaba feliz y dichosa del tener un Perfecto sexo, también estaba ebria así que tenía una botella en mi mano mientras íbamos a ver la noche.
—Nunca pensé ver a la princesa victoria, bailando ebria en una terraza, con mi camisa y solo con unas bragas.—Dijo Bill viéndome mientras doy vueltas mientras
—Y yo nunca pensé que me iba a follar mi enemigo, y aquí estamos.—dije viéndolo a los ojos.
—¿A que edad comenzaste a tomar?
—Tenía 12, estaba en Francia y me emborraché con Francis en su habitación, fue el día en que caímos en cuenta que tendríamos que casarnos, siempre pensamos que era una broma.
