En el nido de la familia real inglesa, nace una princesa después de siete años de dos hijos varones. Sus padres los reyes ven la oportunidad de unir a dos grandes naciones así que los padres deciden unir en matrimonio a la princesa de Inglaterra y a...
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Narra Victoria.
Era una cálida noche de verano en Francia, Francis y yo estábamos en una bella villa en donde vinimos a pasar el verano con sus padres, las suaves lámparas iluminaban el espacio mientras estábamos en cómodos sillones compartiendo risas y conversación sobre nuestras escuelas.
—¿Sabes, Francis? Mi primer año en Hogwarts ha sido una experiencia increíble. Aunque al principio me sentía un poco abrumada, terminé haciendo amigos increíbles y aprendiendo mucho.—dije
—Cuéntame más. ¿Cómo fue tu primer año?
—Bueno, primero fui seleccionada para la casa de Ravenclaw. ¡Estaba tan emocionada! Hice amigos desde el primer día, y uno de ellos es Charlie Weasley, con el que pase la navidad. Y también está Tonks, aunque se llama Nymphadora, no le gusta su nombre y tiene toda la razón. Somos un gran río.
— ¿Y cómo fue tu primer encuentro con la magia? Debe haber sido emocionante.—Dijo curioso.
—¡Oh, definitivamente lo fue! Mi primera clase de hechicería fue todo un desafío. No podía hacer que la pluma levitara como debía, ¡pero finalmente lo logré con la ayuda de mi profesor, el profesor Flitwick!
—Suena como si lo estuvieras pasando muy bien.
Asentí.
—¡Mucho! Y, por supuesto, también están las materias menos emocionantes, como Pociones con el profesor Snape. Es un hombre bastante intimidante, pero estoy decidida a mejorar en esa asignatura.
El se rió.
—Te admiro por tu determinación, Victoria. Y supongo que habrás tenido algunas aventuras emocionantes también.
— ¡Oh, sí! Fuimos al Bosque Prohibido en una de nuestras clases de Cuidado de Criaturas Mágicas. Fue un poco aterrador, pero también emocionante. ¡Vimos a un centauro y todo!
El abrió los ojos.
—Parece que Hogwarts te está brindando muchas experiencias únicas.
—Definitivamente. Y en esta noche estrellada, mientras estamos aquí en Francia, siento que puedo compartir todas estas historias contigo. Especialmente porque eres un muggle, y no muchos saben sobre el mundo de la magia.
—Me siento afortunado de que confíes en mí lo suficiente como para compartir tus aventuras mágicas, Victoria.
Seguimos hablando tranquilamente, cuando estuchamos a Luis y Catalina, el me hizo una señal con su dedo de sin lecho y nos agachamos en el sillón.
