024

172 15 0
                                    

Narra Francis

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Narra Francis.

A medida que el tiempo pasaba, Victoria y yo seguíamos deslizándonos entre nuestros roles públicos, que nos asignado y las noches secretas que compartimos con pasión desenfrenada. Quien diría que el sexo es tan Bueno.

Un día, mientras paseábamos por los jardines de palacio, la tensión finalmente explotó. Nuestras manos se rozaron accidentalmente, y ambos sentimos la chispa de la pasión.

—Victoria.—Susurre con voz ronca de deseo.—No sé cuánto tiempo más podremos seguir así.

Ella me miró a los ojos, su mirada cargada de la misma urgencia.

—Lo sé, Francis. Es como si estuviéramos atrapados entre dos mundos.

La mirada que compartimos hablaba de la lucha interna que sentíamos, la necesidad de mantener unas malditas apariencias y la necesidad aún más mayor de satisfacer los deseos.

—No puedo soportarlo más—admitió

En ese momento, nuestros labios se encontraron en un beso de separado y hambriento. No había lugar para las palabras, solo para la pasión contenida que finalmente estaba siendo liberada.

Mis manos se movieron con urgencia, despojándola de su ropa. Cada caricia, cada beso, hablaba de la pasión que habían estado reprimiendo durante tanto tiempo.

Que sea mi mejor amiga no quite que la desee como un loco.

Sin decir palabras, nos guiamos a mi habitación.

La ropa cayó al suelo en un susurro de ansiedad y necesidad. Los cuerpos se encontraron en una unión familiar, una mezcla de amistad y pasión que se entrelazan en cada movimiento.

Los gemidos y suspiros llenaron la habitación, una sinfonía de placer mientras nos entregábamos en uno al otro sin restricciones. Cada roce, cada caricia, era un recordatorio de lo que compartimos una conexión que no podía ser contenida por roles ni expectativas.

Después, cuando finalmente encontramos la calma en los brazos del otro, compartieron una mirada cargada de complicidad y entendimiento.

—Esto es lo que somos realmente—murmuró Victoria, su voz suave pero llena de convicción.

—Sí,—Me gire a verla en la cama.—Vic adoro tener como amiga, pero como amiga con derecho me gustas mucho más.—Dije besando su espalda de arriba a abajo.—Fue la mejor decisión que tomamos.

—Es cierto. No pudimos elegir algo mejor.

Reina de Francia. (Bill Weasley y Victoria Royals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora