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Narra Victoria

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Narra Victoria.

En los apacibles jardines del palacio francés, las flores exóticas llenaban el aire con fragancias dulces mientras el sol de la tarde pintaba todo con tonos cálidos y suaves. Francis y yo paseábamos juntos, disfrutando de la serenidad del entorno.

Mientras conversábamos animadamente, un suave batir de alas interrumpió el aire. Francis alzó la mirada y señaló hacia el cielo.

—¿Has visto eso?

—Sí, es una lechuza.

Extendí mi mano y la lechuza descendió grácilmente y aterrizó en mi mano.

—Vaya, tiene una carta.—Dije y la tome

Abrí la carta y comencé a leerla rápidamente.

—Estimada alteza real, princesa Victoria, nos complace informarle que ha sido aceptada en la escuela de magia y hechicería Hogwarts...—Pare de leer cuando caí en cuenta lo que era, por fin iría a Hogwarts

Francis me miro con curiosidad.

—¿Hogwarts? ¿Qué es eso?

Cerré la carta y le di una sonrisa a Francis, ocultando la carta

—Es... una escuela especial en Inglaterra. Pero no te preocupes, no es importante.

Francis arqueó una ceja, intranquilo.

—¿Una escuela especial? Vic, parece que te emocionaste al leer esa carta.

Evite su mirada jugueteando con el borde de la carta.

—Bueno, quizás un poco. Pero, de verdad, no es gran cosa.

Francis me miró fijamente, notando mi evasión.

—Victoria, ¿qué estás ocultando?

Suspire y mire a Francis finalmente con una expresión sincera.

—Lo siento, Francis. No he sido completamente honesta contigo. La verdad es que soy una bruja.

Francis parpadeó, sorprendido por mis palabras.

—¿Una bruja? ¿De verdad?

Asentí con seriedad

—Sí, he nacido con la capacidad de hacer magia. Al igual que mis hermanos. La carta es de una escuela de magia llamada Hogwarts, donde los jóvenes como yo aprenden a controlar sus poderes.

Francis parecía desconcertado pero también intrigado.

—Magia... ¿en serio?

Yo asentí con una sonrisa suave.

AaSí, y he estado aprendiendo magia desde que era niña, mientras estoy en Inglaterra, las clases que tú no podías tomar eran porque estudiaba magia.

Francis procesó la información, su expresión pasando de la sorpresa a la curiosidad.

—Eso es... increíble. No tenía idea de que la magia existía.

Me mordí el labio preocupado por si reacción.

—Es un secreto que solo unos pocos conocen. Espero que esto no cambie nuestra amistad ni el estupido compromiso en el que estamos metidos.

Francis me miró con una sonrisa comprensiva.

—No cambia cómo te veo, Victoria. Eres la misma amiga con la que he compartido risas y aventuras. La magia solo agrega un poco más de misterio.

—Debo decírselo a tus padres.

—Vamos ni pequeña amiga bruja.

***

En una elegante sala del palacio francés, llena de muebles ornamentados y detalles suntuosos, la reina Catalina estaba absorta en la lectura de un libro mientras el rey Luis examinaba documentos reales.

Entre a la habitación, con el corazón latiendo un poco más rápido mientras me acercaba a la familia que me ha acogido con los brazos abiertos en su familia.

La reina Catalina levantó la vista y sonrió cálidamente.

—Querida, ¿cómo ha sido tu día?

Yo me incliné en una reverencia para decir.

—Ha sido un día muy interesante. Algo ha sucedido y sentí que debía compartirlo con ustedes esto, ya que me han acogido

El rey Luis apartó los documentos y se giró hacia mi

—¿Qué sucede, Victoria? Puedes hablar con nosotros, te hemos dado la confianza.

Sostuve la carta de Hogwarts en mi mano, apreté ligeramente el papel.

—Recibí una carta de una escuela especial en Inglaterra, Hogwarts. Es una escuela de magia y hechicería.—Expliqué

La reina Catalina dejó su libro y se inclinó hacia adelante, sus ojos llenos de interés.

—¿Una escuela de magia? ¿Quieres decir que... eres una bruja? Así como decían que la reina María lo era.

Asentí con seriedad.

—Sí, catalina. He nacido con la capacidad de hacer magia, y he estado aprendiendo desde que era niña, en Inglaterra. Mis hermanos y mi padre también son como yo, magos.

El rey Luis y la reina Catalina intercambiaron miradas, sus expresiones una mezcla de sorpresa y asombro. El rey finalmente habló, su voz calmada pero curiosa.

—Esto es... inesperado. Pero, Victoria, siempre hemos querido lo mejor para ti. Si esta escuela es una oportunidad para que desarrolles tus habilidades, entonces estamos de tu lado, no eres nuestra hija, pero serás nuestra nuera.

La reina Catalina asintió, su tono lleno de apoyo maternal.

—Estamos aquí para ti, Victoria. Queremos que sigas tus pasiones y aproveches todas las oportunidades que se presenten, sabes que Francia siempre será para ti.

Asentí con gratitud.

—Les agradezco de verdad

La reina Catalina me extendió la mano, invitándome a acercarnos.

—Ven, siéntate con nosotros. Cuéntanos más sobre esta escuela y cómo se relaciona con tu vida aquí en Francia y en Inglaterra.

Me senté y les comencé a contar todo lo de la escuela, desde sus casas, historia y la historia de mi familia.

—Tengo una pregunta que quisiera hacerles. Mi aceptación en Hogwarts, ¿afectará de alguna manera el compromiso entre Inglaterra y Francia, particularmente con respecto a mi relación de amigos comprometidos con Francis

El rey Luis y la reina Catalina intercambiaron miradas comprensivas antes de que el rey hablara.

—Victoria, tu educación y tu futuro son importantes para nosotros. Francia siempre te esperará, y su compromiso se cumplirá en su momento dado, por ahora ve y estudia

La reina Catalina asintió, su voz suave.

—Tu compromiso con Francis es un asunto delicado, pero estamos seguros de que puede coexistir con tu educación en Hogwarts. Lo discutiremos con los reyes de Inglaterra tus padres para asegurarnos de que todos estén de acuerdo.

—Gracias por entender, ya con los años comencé a asimilar lo del compromiso y no me gustaría pensar que ustedes crean que es una manera de dañar esto

El rey Luis me abrazó suavemente, su expresión llena de cariño.

—Siempre estamos aquí para ti, Victoria. Queremos que encuentres tu camino y sigas tus sueños. Es lo mismo que deseamos para nuestro hijo

Reina de Francia. (Bill Weasley y Victoria Royals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora