Capítulo CXXI

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POV Vegeta
La veo un poco dudosa, intuyo que se debe a que se supone teníamos que debemos regresar ya.
-será rápido, vamos
La animo, me sonríe y la tomo de la mano
-así que me mostrarás tu habitación de la adolescencia?
Pregunta con un toque de burla
-y justo viví la mayor parte de mi pubertad aquí. Pero no sé, puede que algo te guste
-posters de chicas semidesnudas?
Pregunta entre risas
-no ha sido nunca mi estilo, como podrás ver
Deslizo la manija de la puerta para abrirla. Entra y mira a su alrededor para después mirarme con algo de gracia


-lo dice el que en las primeras veces que nos vimos me puso videos… para adultos
Soy yo ahora el que ríe 
-no vi que te incomodara  -sus mejillas se tiñen de rojo
-…
-además tenemos en pie la invitación que te hice para grabarnos mientras lo hace...

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-lo dice el que en las primeras veces que nos vimos me puso videos… para adultos
Soy yo ahora el que ríe
-no vi que te incomodara  -sus mejillas se tiñen de rojo
-…
-además tenemos en pie la invitación que te hice para grabarnos mientras lo hacemos
Comienzo el jugueteo, cambiando el tono de voz, tomándola por la cintura y depositando un beso en la base de su cuello.
-Vegeta! No estarás pensando en…
-justo eso. Y lo pensé desde que te vi esta la mañana
Respondo con voz agitada frente a su rostro buscando sus labios
-nos esperan…
-no es urgente
Comienzo besando la comisura de sus labios.
-te necesito aquí y ahora
Sé que no le es indiferente mi actuar por la reacción en su cuerpo. Sus manos al instante se posan en mi cuello. Nuestras bocas se unen en un beso apasionado que cada vez busca más, mi lengua delinea sus labios para después sumergirla en su interior.
Terminan nuestros labios hinchados. Bajo dando besos húmedos por todo su cuello, trato de ser cuidadoso para no dejar ninguna marca especialmente porque su piel es muy sensible y por el corte del vestido todo podría ser muy notorio.
Deslizo las tiras del vestido hacia los costados. Reparto besos hasta llegar al escote, mis palmas la acarician por sobre el vestido y escucho que suelta varios jadeo suaves.
Quiero probar ese par de montes blanquecinos que posee hasta saciarme. Busco con los dedos, en la parte posterior del atuendo, la textura del cierre para accionarlo, labor que no me cuesta en lo absoluto. No he dejado de besarla en el proceso. Sus manos suben por mi nuca, cuello, siento la presión que ejercen en busca de más.
Finalmente él vestido cede terminando en el piso. Veo que por impulso lleva sus manos inmediatamente a cubrirse el pecho.
-no, quiero verte toda
Le pido tomando con ligereza sus brazos. Mis ojos no se apartan de su cuerpo.
-estás exquisita
Da un paso fuera del vestido. Deliro de excitación al mirarla así, solo con unas bragas de encaje blanco y sus tacones. Parezco un lobo hambriento viendo a su presa. Mis pupilas se dilatan, la corriente sanguínea bombea por todo mi cuerpo dirigiéndose a un punto en específico.
-tal vez debiera quitarme…
No termina de decirlo pero veo su acción de querer deshacerse de sus tacones.
-no! No lo hagas. Así te ves perfecta, es una fantasía hacerlo así
Sin apartar la mirada de cada una de sus curvas, me voy deshaciendo de mi camisa. Veo cómo me mira con deseo y sus ojitos se posan en cierta parte de mi cuerpo la cual es muy evidente su volumen… muerde su labio, tomo su palma  derecha y la llevo justo a esa zona.
-siéntelo
Apenas me toca y suelta un gemido que se mezcla con un jadeo mío.
-está tan duro…!
-y es para ti
Ronroneo en su oído. Me acaricia por sobre el pantalón. Busca el zipper y con mi ayuda lo abre. Me mira a los ojos, llena de lujuria, sus mejillas están sonrosadas. Baja la mirada y… sé lo que viene. Se pone de rodillas frente a mí, relame sus labios y toma mi erección entre sus manos. Masajea de arriba abajo, sus labios se encargan de estimularme al máximo.
-qué rico me lo chupas!
Lo saco de entre su boca, me mira con un puchero y le sonrío con malicia.
-tendrás más, descuida
Le digo para comenzar a “golpear” mi erección contra sus tetas y después ponerlo entre medio de ellas. Bulma se encarga del resto, solo veo cómo aparece y desaparece mi pene de entre su escote. Estoy tan excitado que no creo aguantar por mucho tiempo pero no quiero que esto termine aquí.
La tomo de los hombros para ponerla a la par mío. Sitúo las palmas en sus glúteos, no sin antes amasarlos un poco y dar una nalgada en cada uno ante el oír de sus jadeo y gemidos. La alzó, enrolla sus piernas a mi cadera. Nuestras bocas se unen de nuevo. Avanzo con ella entre mis brazos hasta llegar al escritorio donde solía hacer tareas escolares y que aún conservo ahí computadora y libros.
Ya que la he sentado ahí ella relaja las piernas lo que me permite que se las abra más. Me mira con complicidad. Doy algunos lengüetas en sus temas, mi boca se prende de sus pequeños y rosados pezones succionado con fuerza. Mis dedos índice y medio recorren desde sus labios, cuello, escote, abdomen hasta acariciarla sobre la ropa interior. Con ayuda de mis dedos hago a un lado el puente de sus bragas, está empapada de fluidos.
Sus mejillas toman un color más encendido, entreabre los labios. Me centro en estimular el clítoris con movimientos circulares, dejo que suceda uno segundos y después retiro mis dedos para terminar con mi lengua lamiendo cada uno de sus jugosos pliegues hasta sentir sus contracciones y espasmos a causa del éxtasis.
No ha terminado cuando yo me coloco un preservativos para empezar haciendo suaves caricias con mi puntita en su vuelva y después hundirme en su interior. Grita, se cubre la boca.
-descuida, nadie nos escucha
Susurro en su oído. Lleva sus palmas a mi espalda y aumento la velocidad e intensidad de mis movimientos.
Repentinamente me aparto de ella, tengo algo más en mente. Me siento en la silla del escritorio ante sus pupilas dilatadas, su cabello revuelto, sus mejillas carmín y su cuerpo con algunas gotas de sudor. Mi erección es tan intensa que debo tomar la base para que quede vertical en referencia a mi abdomen.
-siéntate aquí
Le pido. Se baja del escritorio ligeramente nerviosa, me mira
-de espaldas
Aclaro. Veo cómo se sonroja
-ve cómo me tienes
Hago clara referencia a la dureza que sostengo entre mis manos.
-está enorme, me va a doler
-solo podremos saberlo haciendo la prueba
Y bueno, en cuanto veo cómo mi pene se pierde entre su interior me siento morir de placer y todo se potencializa al ver su trasero rebota contra mí pelvis. Hago mi mayor esfuerzo por aguantar más pero es imposible. Sus movimientos se vuelven más rápidos acompañados de gemidos y terminamos liberándonos a la par.
Mis manos la sostienen de la cadera con fuerza como queriendo que se quede unida a mi. Levanto mi dorso un poco, lo había echado hacia atrás para no perder ningún detalle visual, hasta pegarlo con su espalda. Sus manos buscan mi cuello, nuca, cabello.
-eso fue increíble
Me dice con voz agitada
-me encantó
Doy algunos besos en su cuello
-me pones tan mal, preciosa
Gira su rostro para besarnos.
-me encantas tanto!
Dice en una voz suave.
-y tu a mi, pequeña
-debo levantarme
-lo sé
-mis piernas!
Se queja al tiempo que se va levantando lentamente. Momento que yo aprovecho para quitarme el preservativo y asearme un poco con los cleanex más próximos que tengo.
-eres… eres tan grande!
Me dice con voz entrecortada. Levanto la mirada muy sonriente y ahí está ella de pie, frente a mi, de perfil y se ve increíblemente sensual y yo me quedo embobadisimo disfrutando de su cuerpo.
-qué deliciosa estás!
Me pongo de pie
-Quiero una foto así de ti
Le pido al oído tomándola de la cintura, me voltea a ver
-pues gánatela
Responde con una sonrisa
-ah, si? Pues dime qué tengo que hacer

Continuará...

Protégeme de lo que deseo//VxB (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora