APPEARANCES || BENEDICT BRIDGERTON ||

Capítulo 25. Audiencia con la Reina.

Después de todo lo que había ocurrido, Diana estaba dispuesta a tomar el control del todo el Ducado. Necesitaba empezar a controlar realmente la gestión del título, por lo que tenía que empezar con el papeleo. Por eso, gracias a la generosidad de los Bridgerton, se quedó unos días más en Aubrey Hall, mientras que Thomas tuvo que volver a Londres para seguir con sus compromisos.

La violinista, ahora ya Duquesa oficialmente, llevaba varias horas en el despacho de Anthony Bridgerton repasando la documentación que el Señor Morris le envió a través de Thomas. Estaba tan concentrada que ni siquiera fue consciente que alguien había entrado en el despacho.

-Dentro de poco se hartará de tener que revisar tanto papeleo. -Comentó divertido Anthony que no dejaba de observarla.

Al escuchar esas palabras, Diana se levantó rápidamente de su asiento muy nerviosa. -Lo siento, Milord. -Dijo nerviosa. -Su madre me dijo que podía utilizar su despacho, pero si usted lo necesita yo... -Siguió diciendo mientras recogía rápidamente el papeleo.

-No se preocupe, Duquesa. -Interrumpió el lord. - Simplemente vine a ver cómo estaba.

-Gracias, Milord. -Respondió algo más tranquila Diana. -Pero le rogaría que no me tratara con tanta formalidad y no me llame por mi título.

-Si usted quiere eso, deberá también dejar de tratarme con esa formalidad. -Comentó divertido Anthony. -Al fin y al cabo, usted es una Duquesa y yo solo un Vizconde.

Diana sonrió divertida ante ese comentario. -Pero usted y su familia tiene mucho más prestigio que yo. -Habló siguiendo el juego. -De todas formas, el problema es que...

-No te acostumbras a que te traten por el título, ¿no? -Interrumpió el lord ya hablando con más informalidad. -Es más, ni siquiera te sientes aun cómoda llevándolo, ¿verdad?

-Sí. -Contestó Diana. -¿Cómo lo sabes?

-Porque yo también sentí eso cuando lo heredé. -Empezó a explicar el Vizconde. -Lógicamente nuestras historias son muy diferentes. -Comentó divertido. -Pero yo tuve que heredar el título solo con 18 años por la muerte repentina de mi padre. Durante los primeros meses estaba totalmente perdido, y todo el mundo me obligaba a tomar decisiones importantes y yo no me veía capaz de tomar la opción correcta. -Entonces miró directamente a la dama. -Pero gracias a tu padre pude acostumbrarme a mi obligación.

-¿Mi padre? -Cuestionó la Duquesa sorprendida.

-Sí, tu padre siempre fue amigo del mío. -Explicó Anthony. -Y cuando murió, el Duque siempre estuvo a mi lado y me ayudó en todo. Sobre todo, en intentar superar la muerte de mi padre. -Miró a Diana. -Lord Dashwood era un gran hombre.

-Nunca supe nada de esto. -Comentó Diana muy sorprendida. -A pesar de que vivía en Euston Hall, Lady Dashwood se encargaba de tenerme lo más aislada posible de todo el exterior. -Entonces miró fijamente al lord y sonrió levemente. -Pero me alegra saber que mi padre te ayudara. Él siempre fue una buena persona, aunque no tuvo una vida fácil.

-Lo imagino. -Respondió el Vizconde. -Nunca entendí como Lord Dashwood se pudo casar con una mujer así. Eran tan diferentes. -Entonces miró a Diana fijamente, comprobando que era un tema que le afectaba mucho. Por ello, quiso cambiar de tema. -Bueno... por todo esto, quiero ayudarte Diana.

-¿Qué? -Preguntó sorprendida.

-Quiero ayudarte y apoyarte en la gestión del Ducado. -Insistió Anthony. - Estoy completamente seguro de que podrás gestionar el título a la perfección. Pero sé lo agobiante que puede ser al principio. Además, tu situación es algo... -Dudó en como decirlo. -Peculiar...