Capítulo 21. Fin de la tregua.

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Faltaba solamente un día para el baile que celebraban los Bridgerton en Aubrey Hall. Esto significaba que llegarían los compañeros de Diana para ensayar el concierto y, más concretamente, el debut de Francesca Bridgerton.

Después de desayunar, la violinista estuvo preparando todas las partituras y repasando los momentos que pudieran generar algún problema durante el concierto. A las 11.30 de la mañana bajó a la entrada de Aubrey Hall para esperar a sus compañeros. Según el último mensaje que le había enviado su primo, los músicos llegarían alrededor de las 12 de la mañana. Durante ese tiempo, no paró de andar algo nerviosa por la entrada. Pese a que sólo había sido una semana, Diana había extrañado mucho a su primo. Era la primera vez desde que se conocían que habían estado separados por tanto tiempo.

-¿Todo bien, Diana? -Dijo Kate que apareció de repente.

-Sí, todo bien, Vizcondesa. -Contestó la violinista con una sonrisa.

-¿Y qué hace aquí? -Preguntó algo intrigada la vizcondesa.

-Esperando a mis compañeros. -Respondió la artista. -Si no han tenido problemas en el viaje, llegarán en unos minutos.

Durante unos segundos ninguna de las dos volvió a hablar. -Por cierto, Milady. -Intervino Diana. -Si le parece bien, he pensado ensayar con mis compañeros en el salón del baile. -Empezó a explicar. -Sobre todo para que la Señorita Francesca se habitúe al lugar.

-Sí, por supuesto. -Respondió la dama. -Por mi parte no hay ningún problema. Y no creo que mi marido ponga algún impedimento.

-¿A qué no me debo oponer? -Habló de pronto Anthony que bajaba las escaleras principales.

-Diana me ha pedido si ella y sus compañeros pueden ensayar en el salón donde será el baile. -Explicó Kate. -Para que Francesca también se acostumbre a tocar en un sitio así.

-Por supuesto. -Contestó el lord. Entonces miró a la violinista. -¿Y ve a mi hermana preparada, Diana? ¿Cree que será capaz de enfrentarse a algo así?

-Desde luego, Milord. -Respondió muy segura la artista. -De no ser así, no hubiera propuesto que ella tocara. -Hizo una pausa. -Su hermana tiene un gran talento. Si quisiera podría dedicarse profesionalmente, a pesar de que aún es algo joven.

Al escuchar esas palabras, Anthony se tensó ligeramente. Siempre tuvo claro que cabría la posibilidad de que Eloise no se quisiera casar. Pero nunca había pensado en que Francesca no siguiera el camino de todas las damas de la aristocracia.

-Tranquilo, Milord. -Volvió a hablar Diana al ver la cara del Vizconde. -No le he comentado a su hermana esa posibilidad. Ni pienso hacerlo. -Siguió hablando consiguiendo que el lord se relajara. -Es algo que tendrá que decidir ella con el tiempo.

-Se lo agradezco. -Habló Anthony. -Creo que Francesca es aún muy pequeña como para tomar una decisión así.

De pronto, se escucharon unos caballos llegar a la puerta. Ante eso, Diana rápidamente salió al exterior seguida de los Vizcondes. Al llegar vio como un gran carruaje paró. Segundos después se abrió la puerta dejando salir a los compañeros que no dudaron en ir a saludarla con un gran abrazo. Finalmente salió Thomas que fue corriendo a saludar a su prima.

-¡Diana!-Dijo mientras la abrazaba y le daba un beso en la frente.

-¡Thomas! -Contestó la artista tambien abrazándolo. -Te he extrañado mucho.

-Yo tambien. -Comentó el músico.

Tras eso, Diana reunió a todos los músicos y los dirigió a donde se encontraban los Vizcondes, acompañados de Francesca que había llegado tras ver como paraba el carruaje en la puerta desde su habitación.

APPEARANCES || BENEDICT BRIDGERTON ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora