APPEARANCES || BENEDICT BRIDGERTON ||

Capítulo 35. Navidad.

Habían pasado varios días desde el encuentro que tuvieron Diana y Thomas con los Bridgerton. A pesar de que no le había gustado la estrategia que habían montado, la Duquesa aceptó los compromisos que había adquirido. Por ello, al día siguiente se reunió con Anthony para que el Vizconde le aconsejara acerca del arrendamiento de los terrenos.

Asimismo, iba a ayudar a Francesca a escoger las obras para su audición en la Academia de Artes. Para ello, ambas violinistas, acompañadas por Violet Bridgerton, se encontraban en el despacho de Euston Hall rebuscando en todos los libretos antiguos de la Duquesa y probando diferentes obras.

-Yo creo que deberías probar con algún capricho de Paganini. -Sugirió Diana. -No es algo que vayan a tocar los demás y eso te haría destacar.

-No sé si sería capaz de hacerlo, Diana. -Respondió Francesca algo insegura.

-Por supuesto que eres capaz. -Aseguró la Duquesa. - Francesca, eres una gran violinista. Muy poca gente a tu edad puede tocar de la manera en que lo haces. -Hizo una pausa. -Vas a conseguir entrar en la Academia, te lo aseguro.

-Gracias por tu apoyo. -Dijo la joven con una sonrisa.

En ese instante, Diana agarró uno de los libretos, concretamente el que mostraba el Capricho 24 de Paganini. -Prueba a tocar este. -Pidió.

Durante unos segundos, la joven Bridgerton dudó, pero finalmente se colocó el violín y empezó a tocarlo. Aunque al principio se sentía algo insegura, conforme fue avanzando en la partitura, Francesca Bridgerton fue tocando una mayor seguridad. Al terminar, Diana y Violet la aplaudieron.

-¿Ves cómo eres capaz de tocar a Paganini? -Dijo la Duquesa.

-Pero he cometido fallos... y no estoy segura de algunas posiciones. -Comentó la violinista algo triste.

-Sólo necesitas estudiarla. -Contestó Diana. -Y bueno... yo te puedo ayudar. -Se ofreció, consiguiendo una gran sorpresa por parte de la joven y de su madre.

-¿En serio? -Preguntó Francesca.

-Si, si... Podríamos empezar a ensayar en estos días de Navidad. -Respondió la Duquesa muy segura. Entonces miró a Violet Bridgerton. -No sé cuándo tienen pensando volver a Londres. Pero hasta ese momento, no me importaría volver a darle clases a Francesca, si a usted le parece bien.

-Creo que, si me niego, mi hija me mataría. -Respondió Lady Bridgerton en un tono divertido.

Mientras ambas violinistas recogían sus instrumentos, Thomas apareció por la puerta. -Veo que ya habéis acabado. -Comentó el músico.

-Sí, hemos elegido el capricho 24 de Paganini. -Respondió emocionada Francesca.

-¿Paganini? -Cuestionó Thomas mirando a su prima con una sonrisa cómplice. -Hay que ser muy valiente para presentarse a una audición tocando algo de él.

-Francesca lo es. -Habló esta vez la Duquesa sonriendo.

-Y Diana se ha ofrecido a ayudarme a prepararme para la audición. -Completó la joven violinista.

-Me alegro por ello. -Respondió el músico. -Así tambien Diana tiene excusa para ponerse a tocar el violín y no estar tanto tiempo en este despacho. -Dijo en tono de broma.

Tras ese comentario, todos siguieron hablando mientras Francesca acababa de recoger sus cosas. No obstante, cuando ya se tenían que despedir, Violet se acercó a la duquesa. -¿Podríamos hablar un momento a solas? -Preguntó.

Diana se tensó al escuchar la pregunta. ¿De qué querría hablar Lady Bridgerton con ella? ¿Le habría pasado algo a Benedict? ¿Intentaría convencerla de que volviera a su vida anterior otra vez? Por su parte, Thomas, al ver la situación, pensó que lo mejor sería dejar a las dos damas solas. Por ello, se acercó a la sexta de los Bridgerton.