Habían pasado un par de días desde la tradicional competición de mallo de los Bridgerton. Durante esos días, Diana y Benedict quedaban en los establos al amanecer para poder montar a caballo por los terrenos de Aubrey Hall y conversar. En esos paseos ambos habían llegado a conseguir la misma comodidad entre ellos que cuando se veían en la casa de Lord Granville antes de que su amistad se paralizara por las decisiones que tomó Diana.
No obstante, pese a que ambos intentaban ocultar todas sus salidas y ser discretos mientras estaban con los demás miembros de la familia, las mujeres Bridgerton y Lady Danbury eran conscientes de que ambos eran más cercanos el uno con el otro.
Violet Bridgerton y Lady Danbury se encontraban en el comedor mientras desayunaban tranquilamente y esperaban a la violinista y a los demás miembros de la familia.
-¿Ha podido descansar, Lady Danbury? -Preguntó la anfitriona.
-Desde luego. -Respondió la anciana. -¿Y usted como se encuentra? ¿Lista para recibir a toda la aristocracia en su baile? -Cuestionó.
-Eso debería preguntárselo a Kate. -Comentó Violet sonriendo. -Este será su primer baile. -Entonces bebió un sorbo de su té. – Pero creo que va a ser un gran evento. Si hasta va a tocar nuestra querida Diana, y eso que se negaba a hacer recitales.
-Y ya que saca el tema, querida. -Comentó Lady Danbury. -Estoy segura de que estos días ha estado observando el comportamiento de nuestra estimada violinista y su hijo.
-No lo voy a negar. -Respondió algo alegre Lady Bridgerton. -Nunca pude averiguar nada, pero antes de venir a Aubrey Hall, Diana y Benedict estaban muy distantes y serios entre ellos. -Hizo una breve pausa. -Pero parece que ahora está todo arreglado.
Tras esas palabras, aparecieron Daphne y Kate que se sentaron al lado de las damas y empezaron a servirse el desayuno.
-¿De que hablaban? -Preguntó Kate.
-De nada. -Dijo rápidamente Violet.
-De Diana. -Respondió Lady Danbury con una sonrisa, consiguiendo una mirada reprobadora de su amiga.
-¿De Diana? -Siguió cuestionando la Vizcondesa. -¿Ocurre algo con ella?
-No, claro que no. -Habló Lady Bridgerton intentando disimular.
-Realmente sí, pero no estamos muy seguras de ello. -Siguió hablando la anciana mientras se servía una tostada.
Ante ese comentario, la Vizcondesa se quedó algo confundida. Sin embargo, Daphne no dudó en sonreír. -Creo que sé a lo que se refiere, Lady Danbury. -Comentó muy segura. -Y creo que puedo ofrecer algún tipo de información.
-¿Alguien me puede explicar qué está pasando? -Intervino Kate muy intrigada.
-Diana y Benedict. -Habló finalmente Violet. Ya no tenía sentido ocultar nada y quería saber qué había descubierto su hija. -Tienen algún tipo de relación que no sabría muy bien cómo definirla. -Hizo una breve pausa. -Por ahora solo podemos decir que son buenos amigos.
-No solamente amigos, madre. -Habló la Duquesa. -Benedict está totalmente enamorado de ella.
-¿QUÉ? -Gritaron las otras tres damas al unísono.
-¿No te habías dado cuenta, mama? -Preguntó incrédula Daphne. -Si es algo obvio. -Entonces miró a las otras tres damas – Solo hay que fijarse en cómo la mira. La sonrisa que siempre tiene cada vez que habla con ella. -Hizo una breve pausa. -Si hasta el otro día se ofreció a ser su pareja de baile en la clase que organizaste para Eloise y Francesca. -Miró a su madre. -Y sabes perfectamente que Benedict no soporta bailar con nadie. Siempre huye de todo eso.
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APPEARANCES || BENEDICT BRIDGERTON ||
Hayran KurguTras la renuncia de su plaza en la Academia de Artes, Benedict Bridgerton se encontraba perdido, sin ningún rumbo en su vida. Sin embargo, eso cambiará cuando conozca a una joven violinista recién llegada de Génova que guarda un gran secreto.