APPEARANCES || BENEDICT BRIDGERTON ||

Capítulo 23. ¿Dónde estás?

Hacía pocos minutos que había amanecido en la casa de campo de los Bridgerton. Poco a poco, toda la aristocracia se fue marchando de Aubrey Hall sin dejar de comentar los hechos que sucedieron la noche anterior. Todo el mundo estaba sorprendido por lo que había hecho Lady Dashwood. Sin embargo, muchos pensaban que era todo mentira y que, aunque fuera verdad que Diana era una hija ilegítima, la violinista no podía ser la nueva Duquesa de Grafton. Era algo impensable.

Por su parte, la Señora Hall estaba en la puerta de los criados esperando impaciente algún tipo de noticia. Estaba segura de que el Señor Farnon se pondría en contacto con ella una vez que Diana llegara a Euston Hall. Pero no llegaba ningún tipo de mensaje, cosa que le daba un mal presentimiento. Por ello, estuvo dando vueltas por el pequeño jardín de la entrada del servicio intentando buscar algún tipo de explicación.

-Disculpe. -Dijo una voz masculina consiguiendo que la criada se asustara. -N-No quería asustarla. -Se disculpó Thomas algo nervioso. -Verá... soy el Señor Hart y...

-¿Es usted Thomas? -Interrumpió la Señora Hall sorprendida.

-Si, soy yo. -Respondió algo confundido el músico. -¿Cómo lo sabe? -Preguntó.

-La Señorita Diana me habló de usted. -Empezó a explicar la criada. -Me dijo que ha sido su familia desde que se marchó de Euston Hall. -Entonces sonrió. -Le agradezco mucho que hiciera eso.

-No tiene que agradecérmelo. -Contestó Thomas. -Diana es una persona muy importante para mí y no dejaré que le pase nada. -Explicó.-¿Y usted quién es?

-Soy la Señora Hall. -Respondió la criada. -Yo cuidé de la Señorita Diana desde que era una niña y vivía sola con su padre. -Explicó. -Luego llegó Lady Dashwood y se complicaron las cosas hasta que ella se marchó.

-Lo sé. -Habló el músico. -Diana siempre ha sufrido muchísimo con ese aspecto de su vida.

-Por eso le agradezco que la haya apoyado. -Dijo la criada con una ligera sonrisa.-Me alegro mucho de que haya tenido su apoyo.

-¿Y sabe dónde está Diana? -Preguntó Thomas algo nervioso y cambiando de tema. -La he estado buscando por toda la casa, pero no la encuentro.

-Le dije que se fuera a Euston Hall. -Respondió la Señora Hall. -Allí estará segura.

-¿Pero cómo va a estar segura en la casa donde vive su madrastra? -Cuestionó indignado el músico.

-Allí no solamente vive Lady Dashwood. -Habló muy segura la criada. -El Señor Farnon es el mayordomo de Euston Hall, y la persona que también cuidó de la Señorita Diana desde niña. -Explicó. -Él haría lo que fuera para ayudarla y protegerla. Por eso, la envié allí.

-Entiendo. -Comentó Thomas algo más tranquilo. -Discúlpeme, es solo que estoy preocupado por ella. Lo de ayer para ella ha sido un gran golpe.

-No se preocupe, Señor Hart. -Dijo la criada. -Sin embargo, debo reconocer que estoy un poco preocupada.

-¿Por qué? -Cuestionó el violinista con sorpresa.

-El Señor Farnon aun no me ha enviado un mensaje. -Respondió la Señora Hall. -Lo normal es que en cuanto llegara la Señorita Diana a Euston Hall, el Señor Farnon se pusiera en contacto conmigo, pero no ha sido así.

-Es posible que aún esté intentando ayudar a Diana y por eso no habrá tenido tiempo. -Comentó Thomas intentando dar alguna explicación positiva al asunto.

-Sí, puede que tenga razón, Señor Hart. -Contestó la criada.

En ese instante, la Señora Hall vio como Anthony y Benedict Bridgerton se acercaban hacia ella y Thomas. Por ello, le hizo unas señas al músico para que cambiara de conversación. El Señor Hart rápidamente lo entendió y se pusieron a hablar sobre la vida de los músicos en Londres.