¡Te amo!

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Nicole:
Yo tenía muy claro que tenía que soportar aquellas preguntas, pero no dejaban de ser un poco incómodas porque a una le cuesta asimilar toda la locura que se estaba viniendo.
Un rato después nos fuimos de fiesta todo el elenco a una conocida discoteca, y también lo hacían los amigos de Gabi, mis amigas y familiares.
Ya en la discoteca yo no paraba de darle vueltas a lo que Gabi me había dicho, que había que terminar con esto como un fin de fiesta, y yo al principio le había dicho que si pero ahora mismo yo tenía muchísimas dudas.
Dudas porque nos pudieran ver, de pronto todo eso me estaba empezando a afectar como también la presión que sentía en el pecho al darme cuenta que de pronto mi vida era el centro de atención de medio pais.
No quise seguir pensando en ello cuando los amigos de Gabriel me sacaron a bailar en medio de la pista, House, Bob y más amigos bailaban conmigo mientras nos reiamos, la verdad es que la fiesta estaba yendo de puta madre.
Vi que Gabi hablaba con todo el mundo y yo necesitaba hablar con él, tenía que decirle que me arrepentía y que no quería acabar la noche con él, así que me disculpé con sus amigos y le hice una señal para que se acercara a mi.
Y cuando se acercó lo primero que hizo fue darme un beso en la frente, y la verdad es que nosotros nos tratábamos así con mucho cariño por lo que no nos preocupaba las miradas de la gente.
-¿Que pasa, pecas?
Desde que empezamos a grabar culpa mía Gabi no había dejado de llamarme pecas, y la verdad es que ese apelativo me gustaba.
-Quiero hablarte de lo de antes, ya sabes lo del hotel.
Vi que él puso muchísimo interés en lo que le estaba diciendo, y no se me pasó por alto la cara de decepción que me puso cuando le dije:
-He cambiado de opinión y creo que no deberíamos acabar la noche juntos, perdóname.
Gabi asintió con una cara entre desencajada y con pena, y yo es que me moría por él os lo juro, pero tenía que reunir todo mi sentido común para no liarla.
Nos quedaban dos películas más, por lo que sea empezamos algo que no pudiéramos controlar y se nos pueda salir de las manos y acabar mal.
-Está bien, pecas.
¿Bailamos?
Gabi:
La verdad es que yo ya me veía en aquella habitación con ella oliendo su dulce perfume, oliendo el champú de su pelo y sentir sus labios junto a los míos, pero ella había cambiado de opinión y yo tenía que respetarla por mucho que me jodiera aquello.
-Bailamos.
Nos pusimos a bailar también con el resto, y yo necesitaba tomarme una copa por lo que me acerqué a la barra y se me acercó Eva con una chica de lo más rara.
Morena, pasados los treinta, y aunque estaba muy buena no era Nicole.
-Gabi, te presento a mi amiga Maritere.
¿Maritere? ¿Esa chica se llamaba Maritere?
La chica me sonrió acercándose a mi y me dió dos besos, que yo por educación me presenté a ella.
Vi como a lo lejos Nicole no me quitaba la mirada de encima, su mirada era de curiosidad total y siguió bailando con mis amigos.
-¡Encantado, Maritere!
Eva se alejó cuando Marta le hizo una señal llamándola, y vi como Maritere se sacó una tarjeta del bolso.
-Toma por si quieres llamarme algún día.
Yo la tomé y me la guardé en el bolsillo, yo no creía que iba a llamar a esta señora algún día pero ya sabéis cómo va eso de la cortesía.
-Claro, gracias.
Maritere se alejó para buscar a Eva y House se me acercó con el ceño fruncido, y me dijo:
-¿Se puede saber que hacías hablando con esa señora?
Yo puse los ojos en blanco, la verdad es que House era un poco tocahuevos.
-Es amiga de Eva, nada más.
-Si, una amiga de Eva que he visto que te estaba dando una tarjeta.
Yo resoplé soltando todo el aire que me cabía en los pulmones, definitivamente este tío era gilipollas.
-Te voy a decir una cosa Gabi: esa mujer tiene una pinta de cazafamas insoportable, y a ti te gustan mucho las mujeres así que ten cuidado.
Sin darme tiempo a contestar House se alejó acercándose a Nicole y se puso a bailar con ella, y yo ya me estaba cansando de estar en la puta discoteca esta.
¿Quién lo iba a decir? ¿Verdad? Pues si, así era.
Así que me acerqué a mis amigos y compañeros y me despedí, pero no vi a Nicole por ninguna parte por lo que le pregunté a Adriana.
-¿Donde está Nicole?
-Se ha ido ya, lo que pasa que los tacones la estaban matando y estaba bastante cansada.
Yo asentí y salí a la calle para coger un taxi y de casualidad vi como Nicole se montaba en uno, así que la llamé a voz de grito para que me escuchara, así que se dió la vuelta para mirarme.
¿Os he dicho ya que esos ojos me vuelven loco? ¿Si, verdad? Pues os jodeis porque lo voy a decir siempre.
Nicole me miró con una sonrisa y se metió dentro del taxi haciéndome un hueco, al principio el camino hacia el hotel estaba siendo un poco incómodo, sobre todo por la conversación que habíamos tenido antes pero fui yo quién rompió el hielo.
-El día de hoy ha sido una pasada.
Nicole asintió aunque sin sonreír, y yo noté como ella estaba fría conmigo.
-¿Te pasa algo, pecas?
-No, no me pasa nada.
Pero yo no la escuché muy convencida.
-¿Seguro
-Si, seguro.
Pero empecé a caer en la cuenta de que antes me había visto hablando con la chica esa, de la cual ahora mismo no me acuerdo ni de su nombre.
-¿Es por la chica esa con la que estaba hablando, verdad?
Vi como Nicole apartó su mirada de la mía y se puso a mirar por la ventana, y me dijo:
-Gabi, tú estás soltero y puedes hacer con tu vida lo que quieras.
Nicole.
La verdad es que verlo hablando con esa mujer me jodió más de lo que hubiera querido, pero así había pasado y yo no podía hacer nada para cambiarlo.
Cuando el taxi llegó a nuestro destino Gabi sacó un billete y pagó al taxista, después nos metimos dentro del hotel y no se me pasó por alto como un par de chicas nos sacaban una foto.
Pero no le di demasiada importancia, era más que obvio que todos los del elenco nos alojamos aquí.
Cuando llegamos a los ascensores lo hicimos en el más absoluto silencio, parando en un piso y en otro mientras que la gente se bajaba o se subía.
Cuando llegamos a nuestra planta nuestras habitaciones estaban una frente a la otra, y cuando menos me lo esperé Gabi me cogió de un brazo y estampó sus labios con los míos metiendo su lengua dentro de mi boca enredándose con la mía.
Vi como Gabi sacó la tarjeta de su habitación y abrió la puerta con ella, después nos metimos dentro besándonos con una urgencia que ni nosotros mismos entendíamos que nos pasaba.
Sus manos se metieron debajo de mi vestido azul eléctrico hasta qué llegaron a mis nalgas, y después me cogió rodeándole la cintura con mis piernas.
Gabi:
Me senté en la cama con ella encima de mi, y cuando se separó de mi boca me dijo:
-Esta será la última vez que tú y yo hagamos esto, ¿estamos?
Yo no podía pensar, solo quería follar con ella, hacer el amor con ella de una manera en que no lo olvidara jamás.
Así que asentí dejándole claro que esa sería la última vez, aunque no sabía a quienes estábamos mintiendo pero no quise seguir pensando en ello.
Así que le quité el vestido por arriba dejándola en ropa interior, joder, estaba condenamente preciosa.
Y yo la quería para mí, llevo soñando con ella desde Skam y cuando me la encontré en el casting fue tanta mi emoción que la propuse tontear conmigo para que los del casting se fijaran en nosotros y nos cogieran para la película.
Fue tanta la química que demostramos que no lo dudaron ni un solo segundo, y yo por fin me podía desquitar teniendo las grabaciones de la película como excusa.
Nicole:
Gabi me tumbó en la cama y me quitó la ropa interior, y vi como una sonrisa se asomaba por esa boca que me volvía tan loca.
Después descendió otra vez y me besó, sentí como sus manos me acariciaban las piernas de una manera delicada, sensual y erótica.
Él estaba actuando de una manera tan bonita, tan relajante y tan cariñosa que me estaba muriendo bajo sus manos.
Después empezó a regarme besos por mi cuello para después bajar sobre mi vientre plano paseando su lengua mientras que sus manos me acariciaban las piernas, el nunca dejaba de hacerlo.
Y ahí fue cuando llegó a esa parte que me estaba costando enseñarle, pero cuando me abrió las piernas no pude decirle que no y me dejé llevar cuando sentí su boca en lo más profundo de mi ser.
Mi única reacción fue abrír la boca para soltar un grito cuando llegué a lo más alto, y ahí fue cuando observé cómo él se ponía un condón con la más absoluta prisa.
Después se introdujo en mi haciéndonos jadear sobre nuestras bocas, y me dió la vuelta para que yo quedara encima de él.
Yo me abrí de piernas todavía más, y él puso sus manos en mis nalgas apretándolas suavemente guiándome de arriba a bajo para seguirle el ritmo.
Gabi apartó su boca de la mía para besarme en la oreja y decirme en el oído:
-Vamos a llegar juntos, te lo prometo.
Y ahí fue cuando nos escuché gemir fuertemente, estaba claro que pronto llegaríamos juntos a la cota más alta del placer.
Gabi aumentó el ritmo, y yo eché la cabeza hacia atrás y me aferré a su cuello cuando lo sentí vaciandose dentro de mi.
Y yo no sé si es por la causa del momento pero juraría que me había dicho:
-¡Te amo!

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