Confusión

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Gabi:
Mierda, que le había dicho te amo.
Vi como Nicole me miró fijamente y los nervios se apoderaron de mi sin saber por dónde salir, y ahí fue cuando ella me preguntó:
-¿Que me has dicho?
Yo no sabía que decirle pero me la tenía que jugar, era ahora o nunca.
-Llevo detrás de ti desde Skam y tú lo sabes, sabes perfectamente de mis sentimientos, pecas.
Vi como Nicole se fue a levantar de la cama pero yo se lo impedí, quería que me escuchara solamente por un momento:
-Pero tampoco te puedo obligar a empezar algo que a lo mejor tú no quieres, sabes que te respeto muchísimo.
Ella me miró y me sonrió, y ahí fue cuando mi mundo volvió a girar porque por un momento se me había caído encima.
Nicole me cogió la cara con sus manos y me besó introduciendo su lengua en mi boca, y yo simplemente me dejé llevar porque besarla para mí era una de las mejores cosas que había hecho en mi vida.
Después se apartó de mi y pegó su frente con la mía, y me dijo:
-Esto se acaba aquí porque no podemos seguir con ello, podemos ser amigos todo lo que quieras, Gabi, pero hasta ahí.
Y el mundo se me volvió a caer encima, ¿pero por qué era tan terca?
-¿Pero por qué?
Vi como ella resopló como si estuviera harta de repetirme siempre la misma canción, y me dijo:
-Porque tú y yo no estamos para una relación, porque nos quedan dos películas más y no quiero joderla en el último momento; y porque desde hace durante muchísimos años que somos amigos, y yo no quiero destruir una amistad por esto.
Yo asentí, ¿eso quería? Pues eso iba a tener, pero que luego no se queje con lo que pase.
-Será como tú digas, pero al menos podemos dormir juntos ¿no?
Ella asintió, así que la subí encima de mi descansando su cabeza en mi pecho.
Después empecé a acariciarle la cabeza hasta que conseguí que ella se quedara dormida, así que le di un beso en la frente y la tapé con las sábanas.
Cuando abrí los ojos al siguiente día no vi a Nicole por ningún lado, así que me levanté de la cama con la esperanza de encontrármela en el baño pero cuando entré no fue así.
Me cago en la puta, tenía la esperanza de verla por la mañana.
De ver aquella sonrisa que me despistaba de todo y solo podía centrar mi atención en ella, y esos ojos azules eléctricos que me miraban de una manera que no lo había hecho nadie, ni siquiera Anabell.
Así que recogí mi ropa del suelo y me vestí, tenía que irme a mi casa cuanto antes.
Necesitaba una buena ducha y cambiarme de ropa, lo único malo en todo eso es que se iría su olor de mi cuerpo pero estaba seguro que algún día lo volvería a tener.
Cuando salí del hotel cogí un taxi para que me dejara en mi casa, así que aproveché para sacar mi móvil del bolsillo de mi pantalón y vi varios mensajes de Bob y otros de House avisándome de que estaban en mi casa.
Lo que me faltaba, tener que aguantar a estos gilipollas que solo sabían dar por el culo, pero ellos eran como mis hermanos y yo los quería mucho.
Cuando pagué el taxi subí hasta mi casa y cuando entré ahí los vi sentados en mi sofá, y cuando vieron mi aspecto los dos se miraron entre ellos y empezaron a reírse cuchicheando.
-¿Se puede saber de qué os reis, perros?
House me miró tratando de ser serio pero no lo consiguió. Sin embargo, me dijo:
-Nicole Wallace.
Y Bob le siguió la broma conmigo mirándolos tirándoles dagas con los ojos:
-Nicole Wallace, veintiún años, ojos azules; de madre española y de padre americano.
Y ahí fue cuando soltó House:
-¡Asi está de buena!
House levantó las manos en señal de paz cuando me vio tensar la mandíbula conteniendo mis ganas de partirle la cara, y me dijo:
-Tranquilo compa que yo respeto a tu chica.
Pero ven, se te nota destrozado así que cuéntanos tu drama.
Bob se levantó y sacó tres cervezas de la nevera para después dárnoslas, así que yo la abrí y empecé a contarles todo lo que pasó anoche con Nicole.
-A ver hermano yo creo que Nicole siente algo muy fuerte por tí, pero también la entiendo.
Yo miré a Bob con ganas de matarlo, y House simplemente me miraba sin decirme nada.
-¿Y quién me entiende a mi? ¡Me muero por ella joder!
Y ahí fue cuando me senté en el sillón que había enfrente de ellos y me tapé la cara con las manos para después pasármelas por mi pelo, y ahí fue cuando House habló.
-Creo que ninguno está ahora para una relación, y tampoco puedes pretender que ella te diga que sí cuando sabemos de sobra que está confundida.
Hermano, si fuerzas las cosas no van a salir bien, nunca salen bien.
Es verano, disfruta del verano, vete por ahí de vacaciones y despeja la cabeza y piensa que se vienen las grabaciones de culpa tuya, y que ahí tendrás que pasar muchas horas con ella.
Yo asentí con la cabeza, así que me levanté y tiré mi lata de cerveza casi sin haberla probado a la basura.
Después me desnudé y me metí en la ducha, tenía que despejar la mente.
Nicole:
Cuando llegué a mi casa me encontré con Chloe y Marina desayunando en la mesa del comedor, y las dos se quedaron mudas cuando me vieron aparecer con la misma ropa de la premier, aunque con los zapatos en la mano.
-¡Buenos días hermanita!
La sonrisa de Chloe evidenciaba que más o menos sabía que había pasado la noche con Gabi, y Marina simplemente se mantuvo callada aunque con una sonrisa en la cara.
-¡Lo serán para ti!
Marina y Chloe se miraron divertidas, como mofándose de mi ¡hijas de puta!
-¿Se puede saber que os hace tanta gracia?
Y ahí fue cuando Marina habló:
-¿Gabriel Guevara y tú habéis pasado la noche juntos?
Yo miré a Marina con ganas de hacerle tragarse el café con taza y todo.
-¿Por qué tienes que decir su nombre completo?
-No sé, me hace gracia.
¿Y bien?
-Pues si, anoche Gabi y yo follamos ¿y qué?
Marina y Chloe se echaron a reír, y yo me arranqué el vestido por arriba quedándome en ropa interior.
-Y nada hermanita, que nos parece muy bien.
Porque claro, según vosotros no hay sentimientos por el medio, ¿verdad?
-Yo no lo tengo tan claro, ¡eh!
Dijo Marina:
-¡Ni yo! Es que esta niña no sabe lo que quiere.
Y yo empecé a resoplar al escucharlas cuchichear sobre mi.
-Oye, ¿podéis dejar de hablar de mí como si yo no estuviera?
-Tranquila Nicole, si te entendemos.
Eres mi hermana y te conozco perfectamente, y sé que te mueres por él pero estás acojonada y no pasa nada cariño, la vida sigue.
Marina asintió, y me dijo:
-Pero Gabi es un hombre, así que si lo ves por ahí con alguna luego no te asustes.
A ese le gustan mucho las mujeres, y tú eres mi mejor amiga y no te quiero ver sufrir, así que disfruta del verano.
¿Sigue en pie lo de irnos a Granada?
-Si, sigue en pie.

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