La bresh.

1.7K 58 8
                                    

Nicole:
¿Hermanos? ¿Gabriel ha dicho que soy como su hermana? Dios mío, es que este chico no paraba de cagarla una y otra vez, el problema es que por mucho que me cabreara con él me terminaba haciendo muchísima gracia lo que había dicho.
Y aquí estaba yo en mi casa con Marina, Alex y mi hermana.
Las cuatro habíamos decidido comernos una pizza y hablar de nuestras cosas, y lo que más me gustó fue el descubrimiento de Alex, esta chica es demasiado maja y simpática...
-Nicole, espero que no te siente mal pero, ¿te puedo preguntar qué pasa entre tú y Gabi? es que os shippo muchísimo, perdóname de verdad...
Marina y Chloe se echaron a reír, y yo simplemente le sonreí haciéndole saber que no me importaba su pregunta.
Y ahí estuve yo por más de una hora contándole nuestras idas y venidas con una Alex muy pendiente de mis palabras, se notaba que la chica estaba súper emocionada con mi historia con Gabi.
Gabriel:
Al día siguiente llegué molido al rodaje, joder, y eso que no quería quedarme a tomarme algo pero me habían convencido para hacerlo.
Cuando entré en el plató mis ojos solo buscaban a una chica con un cuerpo de infarto, unos ojos más azules que el oceano, y la cara más guapa que había visto en mi vida.
-¡Oye, Wallace, me tienes que dejar tus Cross!
Oír su apellido hizo que mis orejas se levantaran por puro instinto, y ahí entraron House y Nicole riéndose los dos.
-Claro, cuando quieras te presto mis Cross.
Cuando Nicole me clavó su fría mirada me dijo:
-¡Hombre, hermanito!
¿Que tal todo? ¿Bien?
Y noté como mi sonrisa se ensanchó más y más, mientras que ella me miraba entre divertida y algo cabreada.
-Bien, gracias.
Y ya veo que tú también estás muy bien.
¡Me alegro!
Y me contestó:
-Me parece genial.
Pero yo noté que había venido sola, así que yo no tuve ningún reparo en preguntarle:
-¿Has venido sola? ¿Y tu amiguito, no ha venido contigo?
Y ella me miró con una sonrisa al darse cuenta de mis ironías:
-No, que no quiero que lo pegues.
Nicole me miró con un brillo que no supe muy bien cómo interpretar en su mirada, y se echó a reír negando con la cabeza con House sacándonos de nuestra ensoñación:
-Bueno, esto es una señal para mi de que me tengo que ir a tomarme un café.
Cuando vi que House se fue alargué una mano acercándola a mi con nuestras frentes chocándose, y noté como Nicole trataba de regular su respiración mientras que me miraba confundida.
-¿Que se supone que estás haciendo?
La solté del brazo y puse mis dos manos sobre su cara, y le dije:
-Somos hermanos, ¿no? solo te estoy demostrando mi afecto.
Y sin darle tiempo a contestarme atrapé su boca en un profundo beso con mi lengua arrebatando la suya sin darle ninguna tregua, su boca al principio no me hizo caso hasta que ya no lo aguantó más y metió su lengua dejándose llevar por mi boca.
Justo en ese momento escuchamos unos ruidos que me obligaron a separarme de ella antes, no sin antes decirle sobre su oído:
-Te voy a volver a robar los secretos de tu cuerpo, acuérdate de eso.
Justo en ese momento entraron todos los demás y ya nos pusimos a trabajar, esa misma noche teníamos una invitación en la bresh pero yo no sabía si mi pecas vendría por lo que quise asegurarme de ello porque de no ser así yo me quedo en mi casa que estaba reventado de tanto trabajar.
-Oye, pecas, ¿vas a venir a la bresh? Podrías venirte con tu amiga Marina.
-No creo.
Y eso me jodió un poco, ¿que coño un poco? Me jodió del todo.
-Venga, pececito, vente conmigo a la bresh.
Y House que nos estaba escuchando se echó a reír, ¡cabrón!
-¡Cállate, House!
House me hizo caso y se fue con su móvil en la mano, mientras que Nicole me miraba dudosa.
-A ver, Gabriel, no quiero ir a la bresh contigo.
Y yo empecé a reírme, esta niña definitivamente se había propuesto desquiciarme la única neurona que me quedaba viva.
-Venga ya, pecas, di que sí.
Te juro que no te voy a poner una mano encima, solo quiero que te lo pases bien conmigo y con los demás claro está.
Nicole:
¿Entonces que hago? ¿Digo que si? Dios mío, este chico me desquicia.
-Vale, pero yo iré después.
Vi como Gabriel sonrió de oreja a oreja y después antes de irse me agarró de la cara plantándome un beso en la labios que me dejó temblando, y me dijo mientras salía por la puerta:
-A las diez tenemos que estar allí.
Estupendo, hasta las diez entonces.
Un rato después me encontraba con Marina en su casa, y ahí estuvimos haciendo rato mientras hacíamos tiktoks, y ya después nos arreglamos para la bresh, y ya de paso nos pusimos al día de absolutamente todo.
-A ver, a ver, ¿me estás diciendo que Gabriel quiso pegar a Manuel?
Marina me miraba con la cara divertida, y yo la verdad es que no encontraba la diversión por ninguna parte aunque había momentos en los que me acordaba y me daba por reírme.
-Si, quiso pegarlo.
También me dijo que le volvía loco, que llevaba seis años detrás de mí, y que no podía más. Al menos me ha prometido que no va a volver a pegarlo, enserio estoy desquiciada con todo este tema.
Y Marina empezó a descojonarse, conmigo mirándola con ganas de matarla.
-Enserio tía, Gabriel es mi ídolo. Le vuelves loco, y encima quiere pegar a tus amigos.
Y empezó a reírse otra vez, tenía la cara roja de la risa que le entró.
-Oye ya vale, pobre de Manuel estaba cagado.
-Es que imagínate el pedazo de Gabi que es súper alto queriendo pegar al pobre Manuelin.
Y ahí fue cuando me reí yo, pobre Manuelin.
Gabriel:
Me acerqué a House muy feliz, y le dije:
-¡Eh, tú! Que mi pecas ha aceptado venir a la bresh, la tengo en el bote.
Y House se echó a reír, y me dijo:
-Oye hermano, espero que no te moleste con lo que acabo de poner en el canal de difusión.
Eso despertó mis alarmas, y cogí mi iPhone mirando lo que había puesto House mientras que lo vi mentiéndose corriendo en la bresh.
Había puesto un pez, ¡la madre que lo parió! ¿Es que no sabía estarse calladito?
Justo en ese momento la vi aparecer junto con su amiga Marina, llevaba un vestido negro pegado a su cuerpo de infarto por debajo de su culo y el pelo suelto en suaves ondas, y como siempre llevaba un maquillaje de lo más natural, y es que a mi chica no le hacia falta nada más.
Yo solo sentí como se me paralizó la respiración.
¿Como coño iba a hacer para no poner mis manos sobre ella? Y encima me miraba sonriendo, parecía que lo hacía aposta.
-¡Hola Gabriel!
Marina se acercó a mí que seguía con los pies pegados en el suelo y me dió dos besos, y yo la verdad es que no sé si le respondí de la misma manera porque mi atención solo estaba puesta en ella, en mi pecas.
-¡Ho, hola Marina!
Nicole se echó a reír por mi forma de tartamudear, y después fue ella la que se acercó y me dió un beso sobre mi mejilla.
-¿Entramos?
Y yo asentí sin decir nada más, no podía hablar me tenía totalmente noqueado y fuera de juego.
Cuando entramos en la bresh había muchísima gente, pero la gente de seguridad nos llevaron hacia la zona VIP y yo que lo agradecí.
House se acercó con varias copas y se llevó a Marina con él hasta la barra, parecía que se habían caído demasiado bien.
-Parece que nuestros amigos han hecho buenas migas, ¿no crees?
Me preguntó ella mientras que yo asentía, enserio que no sabía que coño me pasaba.
-Oye Gabriel, ¿se puede saber que coño te pasa? Estás como medio muerto.
-Si, pero muerto por tí.
Nicole rodó los ojos y negó con la cabeza, genial ya la había cabreado.
-Oye, ¿no era que íbamos a ser solo amigos? ¿que ha pasado?
Entre el bullicio de la música y de la gente sabia que me la tenía que llevar a otro lugar, así que la agarré de la mano y fui tratando de abrir puertas hasta que conseguí abrir una.
Cuando encendí la luz me di cuenta de que se trataba de un despacho, así que no me lo pensé dos veces y metí conmigo en ese sitio.
-¿Porqué cojones me has metido aquí?
-Porque necesitaba estar a solas contigo.
Nicole me miró cabreada, pero poco a poco fue relajándose y me atrajo hacia ella mirándome a los ojos.
-Quiero pasar la noche contigo, pero eso sí, mañana a otra cosa mariposa.
Sabia que esto era peligroso, demasiado peligroso pero es que necesitaba tenerla conmigo, aunque solo fuera un rato.
Así que no me lo pensé más y la subí sobre mi rodeándome con sus piernas mientras que le comía la boca, no aguantaba más es como si estuviera en un desierto sin agua.
-Te necesito pecas, te necesito muchísimo.
Nicole no me contestó, sin embargo, me ayudó a deshacerse de mis pantalones y mi ropa interior, y yo solo tuve que apartarle la bragas para meterme en ella después de haberme puesto un condón.
La pegué contra la puerta de aquél despacho haciéndola gritar, y gracias a dios que el estruendo de la música mitigaba aquellos fuertes gemidos que salían de nuestras bocas.
Yo aparté mis labios de los suyos y le dije sobre su oído:
-Eso es pecas, conmigo, llega conmigo.
Nicole se aferró a mi camiseta impulsándose de arriba abajo marcando el ritmo, y después me tomó la boca con desesperación.
Su lengua se peleaba con la mía en busca de un ganador, pero estaba claro que aquí quién estaba perdiendo era yo porque estaba acabando conmigo.
Cuando noté que ella ya estaba perdiendo la batalla le puse mis manos sobre sus caderas y empecé a aumentar el ritmo hasta que ya no pudo más y empezó a gritar su orgasmo sobre mi boca, y después la seguí yo gritando el mío enterrando mi cara en el hueco de su cuello.
Cuando los dos nos tranquilizamos la miré en la cara y le dije:
-¡Me vuelves loco!

Resiliencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora