Drama.

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Nicole:
Venir a este pub no había sido una gran idea que digamos, pero mi amiga Marina había insistido y yo no le pude decir que no...
El problema era que House y Marina parecían tener un plan entre manos mientras que Gabriel y yo tratábamos de permanecer indiferentes, no queríamos llamar la atención aunque sé que nuestros intentos fueron en vano.
Lo bueno de todo es que mañana nos íbamos a Toledo, pues allí se grabarían las escenas con el bebé que tendrían Nick y Noah y la verdad que tenía muchísimas ganas de conocer a ese bomboncito chiquitito.
Pasaremos allí unos tres días y además Mercedes vendría, pues estaba que se moría de ganas por conocer a ese bebé.
Ya en Toledo estuvimos en un hotel rural muy mono y allí nos instalamos, y aunque Gabi y yo siempre nos la arreglábamos para vernos a escondidas los de producción pero sobre todo Chechu no paraban de echarnos el ojo, putos cotillas de mierda.
En la mañana siguiente Gabi y yo estábamos en mi habitación, los dos dormimos abrazados pues en ese sitio el frió era insoportable, y cuando el despertador empezó a sonar yo empecé a revolverme por la cama haciendo que él se despertara y se echara a reír al ver mi cara de disgusto.
-Humm, no quiero levantarme.
Gabriel me besó la coronilla mientras me abrazaba contra su pecho, y me dijo:
-Hoy vamos a conocer al bebé Andrew, ¿no te apetece?
-Por supuesto que sí, estoy segura de que será un bombón.
Gabi sonrió por encima de mí cabeza y después me alzó la barbilla para darme un beso.
-¿Y si hacemos el nuestro propio?
Yo me di la vuelta y apoyé mis brazos en su pecho, este chico se había vuelto loco.
-¿Que tú y yo tengamos un hijo? ¿Te has vuelto loco?
Gabi se echó a reír, realmente se estaba quedando conmigo.
-¿Y por qué no? Somos lo suficientemente maduros como para tener un baby Gabriel.
Yo empecé a reírme, este chico realmente no estaba bien.
-En todo caso seria un baby Gabrielin.
Gabriel empezó a reírse tanto que ya no le quedaba fuerzas y yo me le quedé mirando embodada, ¿os he dicho ya lo guapo que es de cerca?
Uff, no os hacéis una idea.
-¿Gabrielin? ¡Que horror!
-¿Nos levantamos?
Gabi asintió y nos metimos juntos en la ducha, y dios mío ducharse con él era una auténtica aventura.
Una hora después ya limpios y vestidos nos presentaron a un bebé que tenía apenas un mes, tenía el pelo negro y los ojitos azules y unos mofletes para comérselo.
Cuando lo cogí en brazos el bebé dejó de llorar, era como si supiera que yo iba a ser su mamá en la ficción y se quedó tranquilito con su chupete en esos labios gorditos.
Gabriel me miraba embelesado mientras que yo acunaba a ese chiquitín, y dios mío no sé qué me pasó pero por un momento me imaginé en un futuro tener un hijo con él y que fuera igual de guapo que él.
Estuvimos así por tres días, también vino Mercedes que se puso loca de contenta con el bebé.
Yo realmente estaba algo jodida, había cogido de nuevo catarro, el gato me daba alergia y me hice daño en el cuello, pero nada que no se pudiera arreglar.
Cuando volvimos a Madrid yo me fui directa a los premios Forqué, el vestido que elegí me gustó muchísimo pero sobre todo el maquillaje.
Gabriel:
Yo había sido invitado a los premios Forqué pero decliné la invitación porque sabia perfectamente las preguntas que me harían, y a parte yo aún no estaba preparado para ello.
Un rato después mi madre me llamó por teléfono y me dijo:
-Estoy viendo a Nicole.
Hijo mío, es preciosa, ¡preciosa!
Yo sonreí como un estúpido y mis amigos se me quedaron mirando frunciendo el ceño, pero en ese momento me dió exactamente igual.
-Aún no me acercado a ella, es que todos los periodistas se le han echado encima y claro así no hay manera.
Oír aquella me alegró y me cabreó a partes iguales, me alegró porque ella se merecía todo ese reconocimiento, pero me cabreó porque Nicole sufre de muchísima ansiedad y no quisiera que la agobiaran de tal manera en que hiciera que se fuera de allí.
-Gracias por decírmelo, mamá.
Y por favor, échale un ojo si ves que no la sueltan te la llevas.
Mi madre me sonrió detrás de la línea y me dijo que no me preocupara, que si algo pasaba ella se encargaría de apartar de allí a Nicole.
Una hora después de estar jugando a la play con mis amigos yo no pude evitar la tentación y me fui directo a su Instagram, pero fueron tantos los nervios por verla que se me terminó escapando el dedo y la dejé de seguir sin querer, pero rápidamente la volví a seguir.
Y ahí fue cuando la vi, y jodeeerrr, ¡estaba completamente preciosa!
Me volvía loco y sé que debería disimular pero no podía evitarlo, y ahí empezaron las bromas.
-Brothers, mirad que cara de gilipollas se le ha puesto.
Yo escuché la voz de House y a los demás reírse, pero no le hice caso y seguí con mi ensoñación.
-¿Que coño estará viendo para poner esa cara de idiota?
-No lo sé, Kevin, pero algo bonito seguro.
Por el rabillo del ojo observé cómo House sacaba su iPhone y dijo:
-Aquí tenéis la razón.
Y todos se pusieron alrededor de House para mirar la pantalla del móvil, y oí decir a Ismael:
-¡Joder, que buena está!
Que guapa es la condenada.
Yo no lo pude aguantar más y contesté.
-Guapa y toda mía, solamente mía.
House se levantó del sillón y acercándose a mi mientras me daba una palmadita en la espalda me dijo:
-¡Ese es mi hermano!
Ya me estabas asustando con tu pasividad.
Ese es el Gabi que yo conozco, territorial con su chica aunque aún no lo sea.
Yo asentí.
Por supuesto que era territorial, y por supuesto que era mi chica.
Una hora después quedé con ella en su casa, no lo pude hacer antes porque estaba con su hermana.
Cuando me abrió la puerta estaba vestida con una camiseta mía pero aún con ese maquillaje puesto, y cuando me vio se me tiró a los brazos.
Yo la cogí poniendo mis manos bajo sus axilas y encerró mi espalda con sus piernas para después cerrar la puerta tras de nosotros.
Una vez dentro me senté en el sofá con ella encima y mientras nos besábamos le dije sobre su oído:
-Hoy estabas preciosa, siempre lo estás pero en esa gala tú destacabas más que nadie.
Ella se echó a reír sobre mi cuello erizándome la piel, y mientras me llenaba el cuello de besos me dijo.
-Eso es porque me ves con buenos ojos.
-Tonterías, tú eres la que más destacabas y punto.
Pero ella ya no quiso seguir hablando, sin embargo, se deshizo de toda mi ropa seguido de su camiseta y ropa interior y terminamos follando como animales en celo sobre su sofá.
Y joder, que dios me ayudara pero estar así con ella era el puto paraíso, y entre risas ella me cantaba:
-Chulo, la cadena le brilló en lo oscuro, huele a Baccarat, fumándose un puro.
Tiene cara que en la cama te da duro.
Yo sé, papi, que tú eres muy chulo.
Joder, como te pega.
Mi sonrisa se ensanchó al oírla cantarme eso, ¡la madre que la parió!
-Asi que, tengo cara de que en la cama te doy duro ¿eh?
Ella asintió echándose a reír, y me dijo:
-Pero que muy duroooo.
Nuestras risas y besos no dejaban de resonar por todas partes, y dios, me hacia tan feliz estar así con ella que tenía miedo de que esa felicidad de un momento a otro se terminara.
Pero, mis temores se hicieron realidad cuando al siguiente día cogí mi móvil para echarnos una selfie y Mariana González que la tenía como "bizcochito" me escribió en el WhatsApp:
"Hola, ¿para cuando otras cerves o una tarta de queso, tal vez mañana sábado? Quisiera repetir lo del otro día, ya sabes que entre tú y yo es muy bueno"
Vi como el semblante de Nicole de un momento a otro palideció, ¿que cojones? Lo que me faltaba.
-¿Que significa esto, Gabi?
¿Como que bizcochito?
-A ver, Nicole, tranquilízate.
Ella negó con la cabeza, estaba roja de la ira y sabía perfectamente que se me había jodido el cuento con ella.
-¿Bizcochito? Joder, al menos cámbiale el nombre ¿no?
Es que de verdad que no lo entiendo, no entiendo cómo es posible que tú y yo estemos juntos y la tengas en tu WhatsApp como bizcochito porque me revienta.
Yo pegué un puñetazo a una de las puertas y le dije:
-¿Eso significa que no confías en mi?
Nicole se llevó las manos en la cabeza, y dejándome seco en el sitio me gritó:
-¡No, no me fío de ti, joder!
Lo he intentado pero cada vez que cierro los ojos no paro de imaginarte con otras, y luego encima te escribe la cara caballo esa y yo es que no puedo más.
Será mejor que te vayas, por favor.
-¿Eso quieres? ¿Que me vaya? Pues eso tendrás.
Me vestí y me fui totalmente en la mierda..
Nicole:
No me podía creer todo esto, no me podía creer que hace pocas horas estaba en el cielo y ahora de nuevo esté en el infierno.
Era jodido desconfiar de la persona que más amaba en el mundo, y no dejaba de pensar que cada vez que teníamos una pelea él se fuera con unas y con otras, no lo superaba.
Lo intenté, pero no me salió bien.
Después de darme una ducha y despejarme las ideas quedé con mis amigos porque necesitaba tomar el aire, así que me fui a una terraza con ellos.
-Nicole, ¿estás bien?
Yo miré a Alexandro un amigo de Manuel que se había apuntado para estar un rato con nosotros, y le dije:
-Si, estoy bien.
-¿Seguro?
-Si, seguro.
Estaba en la mierda, en la profunda mierda y yo no sabía cómo disimularlo.
Un rato después recibí un mensaje de Marina, que me dijo:
"Me ha dicho House que esta noche Gabi y él van a una discoteca cerca de las rozas, y por lo visto va su amiguita la tal Mariana González"
Sentí como un calor me subió por el cuerpo, y le contesté:
"¿Gabi la ha invitado?"
La respuesta de Marina no tardó en llegar.
"No, al parecer se ha acoplado porque Felipe va también"
Genial, simplemente genial.
Una idea, una descabellada idea se me pasó por la cabeza.
-Dime una cosa, Alexandro, ¿tienes algo que hacer esta noche?
-Eh, no. ¿Por?
Sabía que lo que iba a hacer estaba mal pero a estas alturas del cuento me importaba todo una mierda:
-¿Te vendrías esta noche conmigo de fiesta?
Vi como aquél chico moreno de ojos marrones me miraba sorprendido, pero aún así se le iluminó la cara.
-Por supuesto que si.
Unas horas más tarde yo ya estaba arreglada, llevaba un vestido azul de satén por encima de las rodillas con unos zapatos altos de tacón de color negros.
Cuando llegamos a la discoteca a medida que nos íbamos acercando vi a Gabriel hablando con Mariana González, tenía mala cara y con ojeras, era obvio que lo había estado pasando mal.
Y cuando me vio no me quitó los ojos de encima, le costaba mirar para otro lado.
Así que, no me lo pensé más veces y me llevé a Alexandro en mitad de la pista y nos pusimos a bailar acaramelados ante la atenta mirada de Gabriel, y vi como se le ensanchaban las aletas de la nariz.
Lo estaba consiguiendo, estaba consiguiendo que él se sintiera de la misma manera en que yo me sentía.
Gabriel:
Cuando la vi llegar se me paralizó el corazón, primero por lo guapa que estaba y segundo porque apareció con un chico con cara de estúpido.
Estás jugando con fuego, Wallace.
Me estás tocando los huevos a dos manos.
Cogí a Mariana de la mano y la metí en la pista conmigo, si mi chica quería jugar pues jugaría a su mismo juego.
Vi como la mano de ese idiota volaba por su pierna derecha mientras que ella lo miraba algo incómoda, pero cuando vio que yo los estaba observando mientras que Mariana se pavoneaba bailando de no sé que manera, empezó a sonreírle.
Empezó a regalarle de esas sonrisas que solo las tenía para mí, de esas sonrisas que conseguía que se me paralizara el mundo.
Yo empecé a sonreírle a Mariana, y Nicole se dió cuenta de ello porque me tiraba dagas con los ojos.
Uno a uno, ya estamos a mano, Wallace.
Pero, ella empezó a abrazarse con él y a susurrarse cosas en el oído y eso pudo conmigo.
Como pude me quité a Mariana de encima y agarré a Nicole por el brazo, aunque cabe decir que aquél chico me lo trató de impedir.
-¿Que te crees que haces?
Yo lo miré con cara de asesino, y le dije:
-Lo que yo haga con mi mujer no es asunto tuyo. ¡Así que, cállate y apártate!
El chico abrió los ojos como platos y se quedó pegado en el suelo mientras que yo me llevaba a Nicole a rastras de allí.
Cuando la metí en el baño di gracias a dios de que no hubiera nadie, y cerré la puerta con el seguro.
Nicole me miraba con ganas de matarme y empezó a gritarme:
-¡Eres un cavernícola y un estúpido malcriado!
Aquello me sublevó, y mirándole fijamente le dije:
-¿Malcriado yo? ¿Y tú qué? Que a la mínima de cambio me jodes con otro, ¿que coño te pasa, niña?
Nicole entornó la mirada tirándome dagas con los ojos, y me gritó:
-¡Es que no confío en ti, porque a la mínima de cambio te vas con otras!
-¿Y tú? Que vienes aquí con ese idiota solo para joderme.
Las aletas de su nariz se dilataban de una manera en que reflejaba el coraje que me tenía, y yo no sabía si besarla o largarme de allí, no lo sabía.
Pero, la cogí del brazo y la estampé contra la pared, y mirándola fijamente a los ojos le dije:
-Esto es para que te quede claro quien es la que verdaderamente me gusta.
Y la besé, si, la besé con todas mis putísimas fuerzas.
La besé como si se me fuera la vida en ello introduciendo mi lengua en su boca, y joder, hacia apenas unas horas en que la había besado y tocado por todas partes pero aquello parecía como si hubieran pasado diez años.
Pero, Nicole se apartó y se limpió la boca con el dorso de la mano diciéndome:
-No me vengas con cuentos y vete a tomarte esa cerve, que conmigo si que no vas a repetir nada mas.
Y me retó con la mirada, me retó haciéndome saber que con ella el juego podría ser más peligroso de lo que ya era.
Pero yo no soy de los que se rinden tan fácilmente, y sin ella esperárselo empecé a tocarle el culo, pero ella trató de apartarme las manos aunque sin mucho éxito.
Asi que, le puse una mano en el cuello y la besé, y esta vez ella no pudo resistirse y respondió a mis besos sentándome en el inodoro.
Empezó a bajar su boca por mí cuello lamiendo cada vena que salía de ahí, y cuando se apartó me dijo mirándome a los ojos:
-¿Me follas o te vas de cerves?
Mi sonrisa se ensanchó tanto que hasta me dolió la boca, así que no me lo pensé más y poniéndome un condón entré en ella como un loco desquiciado.
Casi no se oían nuestros gritos, pues la canción de Laurel Arnell Fire Breather sonaba tan fuerte que retumbaban nuestros tímpanos.
Pero eso me dió exactamente igual, yo solo estaba centrado en que tenía a una mujer increíble encima de mí y que pronto gritaría su orgasmo.
Su lengua entró en mi boca como una tromba de agua, ni siquiera nos dábamos nuestros tiempos para respirar.
Todo entre nosotros era muy fuerte y tóxico, pero era como una puta droga de la que yo no me podía desenganchar.
-Te pones jodidamente guapa cuando te tengo así conmigo, ¿lo sabias?
Nicole no me contestó, seguía inmensa en sus sensaciones.
Y cuando menos me lo esperé gritó su orgasmo sobre mi boca, que puta sensación.
Y sin hablarnos la cogí e hice que se vistiera, la cogí de la mano y la saqué casi a rastras de allí.
Cuando nos metimos en un taxi ella dió la dirección de la casa de su hermana, y yo deseoso de saber le pregunté:
-¿Por qué la casa de tu hermana?
Aunque Nicole en un principio no me contestó terminó haciéndolo:
-Porque se me han quedado las llaves dentro de mí casa y ella tiene unas copias, por eso.
A parte, mi hermana me ha dicho que ella no iba estar y que dejaba sus llaves con el portero.
Yo también tenía una copia, pero no me interesaba dársela.
Cuando llegamos al edificio de su hermana la acompañé hasta la puerta, aunque ella me dijo que no hacía falta.
Pero, algo pasó que nos vimos besándonos otra vez entrando en la casa de su hermana y nos fuimos para su habitación, para la habitación de Chloe.
Y desnudandonos me dijo:
-No creas que esto es una reconciliación, ¿me estás escuchando?
Por supuesto que la escuchaba pero yo ya no podía seguir pensando, así que, cuando nos desnudamos terminamos follando en la cama de su hermana.
Nicole se quedó dormida en cuanto terminamos y yo en vez de irme me quedé ahí con ella, tal vez la haría entrar en razón.
Al siguiente día la luz entraba a raudales por la ventana y cuando me quise dar cuenta Chloe nos vio tumbados y desnudos sobre su cama.
-¿Se puede saber que coño está pasando aquí?
Nicole y yo nos sentamos en la cama en cuanto escuchamos su voz, mientras que Chloe se debatía entre reírse o matarse ante semajante escena.

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