Esta vez voy a recuperar a mi Pecas.

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Gabriel:
Verla ahí mirándome con la cara entre cabreada y asustada por si me había pasado algo me desquició en lo más profundo, así que no lo pensé dos veces y la metí conmigo en la bañera salpicando todo el agua por el baño.
Ella me miraba con los ojos abiertos como platos y le dije:
-Te voy a hacer el amor de nuevo, pecas.
Mi boca se estampó contra la suya quien respondió con la misma voracidad que la mía, sentir su lengua invadir mi boca fue como el puto paraíso para mí.
Y por la forma en la que me besaba sabía que ella había echado de menos mi boca tanto como yo la suya, y los dos salimos totalmente encharcados de agua de aquella bañera deshaciéndonos de nuestras ropas por el camino. 
Cuando ya la tuve desnuda solo para mí la tumbé sobre mi cama, su cara reflejaba las ganas que me tenía y vi como aquellas pupilas se le dilataban más y más mirándome embelesada.
-¿Que pasa, pecas?
-Nada, no pasa absolutamente nada.
-Bien.
Mi boca fue directamente hacia su cuello que pulsaba por ser besado y acariciado, y mis manos fueron a parar directamente hacia sus nalgas y se las amasé como si me las fueran a quitar de las manos.
Sentirla jadear debajo de mi era el cielo, sentirla bajo mis manos era el puto paraíso, y yo sentía que la perdía por momentos y eso me estaba matando.
Cuando la subí encima de mi me inserté en ella haciendo que soltara un leve gemidito, mi boca fue a parar sobre su cuello mientras que la guiaba de arriba abajo.
Nicole me agarró fuertemente del pelo y se dejó ir conmigo en su boca, y cuando pensé que me diría algo vi que se había quedado dormida.
Así que me la puse sobre mi pecho y me dejé llevar en brazos de Morfeo, quizás con la esperanza de que mañana me fueran mejor las cosas con ella, pero no fue así.
Cuando el despertador empezó a sonar tan fuerte me hizo dar un respingo, el puto despertador del Iphone era desquiciante.
Traté de ubicar mis neuronas cuando me di cuenta de que Nicole no estaba, ella se había ido sin darme ninguna explicación.
Pero eso no se quedaría así, así que me di una ducha corriendo y salí de la habitación como un demonio enjaulado dirigiéndome hacia el pequeño salón donde nos reuníamos antes de irnos hacia las grabaciones.
Cuando llegué a aquella salita Nicole ni siquiera me miró en la cara, y yo sin importarme nada más me acerqué a ella y la agarré de un brazo sacándola de allí con Chloe yéndonos detrás.
-Pero, Gabriel...
Yo me di la vuelta más cabreado que nunca, y le dije:
-¡No te metas en esto!
Chloe se quedó atrás con una muy mala cara, yo sabía que podría habérmela ganado de enemiga pero sinceramente estaba en un punto en que me importaba todo una puta mierda.
Yo conseguí meter a Nicole en el parking de aquél hotel ya que era el único sitio donde nadie podría molestarnos, y le dije:
-¿Por qué te has ido esta mañana de mi habitación?
Nicole me miró sorprendida entrecerrando sus ojazos azules como haciéndose la tonta, y me contestó.
-No sé de qué me hablas.
Yo sentí como mi coraje iba subiendo por momentos, esto no podía estar pasando.
-Mira, niña, que ahora mismo te estés haciendo la tonta conmigo no significa que no pasó, anoche pasó y mucho.
Nicole negó con la cabeza, si su juego era apartarse de mi lo iba a conseguir..
-¿Así que con esas nos andamos, no?
¡Se acabó, Nicole!
Nicole me miró fijamente y allí no habían ni lágrimas y ni siquiera coraje hacia a mi, simplemente se dió la vuelta y se fue dejándome con la palabra en la boca.
Nicole:
Cuando salí de allí no sabía si dirigirme a la pequeña salita o directamente pegarme un tiro, las cosas se me estaban saliendo de las manos y yo cada día me sentía peor.
Necesitaba de mi familia, de mis padres, de mis amigos, pero también lo necesitaba a él y eso me estaba jodiendo como nunca.
Lo quería, lo quería muchísimo pero nosotros no estábamos hechos para estar juntos porque cada vez que lo intentábamos había siempre algo que nos separaba.
Si no era Maritere era Mariana González, y si no, nuestros malditos celos.
Así que, el viernes nos volvíamos para Madrid y no podía seguir esperando.
Justo en ese momento se me acercó Mercedes y me dijo:
-Oye, esta noche hemos organizado una cena ¿vas a venir?
¿Una cena? Necesitaba descansar, necesitaba estar sola y también me estaba matando la ansiedad.
-Mercedes, ¿te importaría si no voy?
Mercedes me miró pero me entendió perfectamente, y me dijo:
-Me encantaría que estuvieras, pero si necesitas estar sola y descansar tienes todo mi apoyo.
-Gracias, Mercedes.
Después de un día duro de grabaciones con Gabriel y yo ignorándonos y solo hablábamos bajo guión, que fue también bastante estresante.
Me fui para mi cama en cuanto la pillé, y además tuve la buena suerte de quedarme con Eva y mi hermana viendo una película en Netflix pero me pilló pronto el sueño.
Gabriel:
Al siguiente día no teníamos que grabar por la mañana pero si por la noche que era aún muchísimo más duro por el frío que hacía, pero hoy era un gran día pues Bob venía por fin a verme después de tantos meses separados.
Él, era mi mejor amigo, había estado conmigo en las buenas y en las malas y ahora mismo lo necesitaba más que nunca.
Cuando llegué al AVE lo vi venir corriendo hacia mi y me dió un súper abrazo que casi me parte en dos.
-¡Por fin juntos, hermanoooo!
Fue tanta la efusividad de Bob que pesar de estar en la profunda mierda me hizo sonreír y un rato después nos metimos en el coche que yo había alquilado para pasearme por Marbella.
-¿Estás bien bien, bro?
Yo negué con la cabeza, y me dijo:
-Es por tu pecas, ¿no? Seguro que está más linda que la última en que la vi.
Aquél comentario me hizo sonreír, por supuesto que estaba muchísimo más bonita que nunca.
-Supones bien.
-¿Que te pasa con ella?
Y yo le conté toda la historia con Bob negando con la cabeza, y me dijo:
-Mira, hermano, creo que los dos habéis sido sumamente idiotas e inmaduros.
Ella por dejarte de seguir y tú por todo lo demás, sois tan parecidos a vuestros personajes que ya dais hasta miedo.
Yo resoplé, ¿pero que le podía decir? ¿Que no somos iguales cuando éramos peores? imposible.
-Lo sé, pero ya estoy harto de la misma situación.
-¿Y te crees que ella no? Lo estará igual que tú, pero también pienso que necesitáis salir de aquí porque entre el trabajo y vuestros malos rollos están pudiendo con vosotros.
-Anoche ni siquiera vino a una cena que organizó Mercedes y el director, pero que es porque seguramente tampoco se sentía muy allá.
-¿Sabes qué? Deberías calmarte un poco, y también dejarla a ella a su aire todo irá bien.
Yo asentí, y me metí con él en el hotel donde nos estábamos quedando en Sotogrande.
Cuando entramos vimos a Nicole con Chloe, y por lo que pude notar Marina ya se había ido y lo peor es que lo había hecho sin poder conseguir en ponerme en contacto con House.
En cuanto Nicole vio a Bob se acercó corriendo y se abrazó con él, y yo sentí un pinchazo de envidia por no ser yo quién abrazara su precioso cuerpo.
Chloe ni siquiera me miraba, me había dejado de seguir en Instagram pero yo le iba a demostrar que era muchísimo más maduro que ella y la seguí siguiendo en Instagram.
-Me alegro de verte, Bob, espero que estés genial.
Un rato después lo acompañé a su suite y lo dejé ahí, necesitaba irme a mi habitación y mirar Instagram, y ahí fue cuando le comenté a Mariana si Nicole seguía con esa actitud yo haría lo que me diera la gana, total, estaba soltero.
Pero, el problema vino después cuando vi que había un montón de comentarios bajo el mío.
Pero ¿la gente es tonta o les gusta ser tontas? Mi cabreo fue en aumento y al final se me fue yendo el dedo dando like a ciertos comentarios que hasta a mí mismo me parecían vomitivos, y quizás luego me arrepienta y los quito pero de momento ahí los dejé.
Estábamos en el resort donde llevábamos días grabando y me estuvieron peinando y secando el pelo, pero una canción de Ferxo que me hizo recordar viejos tiempos, y literalmente que no me puedo creer que nos hayan pasado tantas cosas.
"Por dentro llorando, y por fuera riendo
Como una sombra llevo tiempo, ma, detrás de ti
Navegando, pero sin tus labios carmesí
Tratando de encontrarte, baby, me perdí
Baby, tus amigas a mí me tienen bien ofendío"
Jamás me definió tanto una canción, aunque por fuera parecía que yo estaba de puta madre por dentro me estaba matando.
Cuando quise darme cuenta Sergio me estaba grabando y me eché a reir, y después cuando terminaron de arreglarme nos fuimos a grabar.
El puto frío se me metía por los huesos y no me podía estar quieto, lo bueno es que fue bastante ameno y Nicole me lo puso bastante fácil.
Nicole:
El miércoles por la tarde estaba tomando el sol con Eva cuando mi amigo Manuel me mandó unas capturas, eran unos likes de Gabriel que me pusieron enferma.
¿Como fue capaz? Yo tenía asumido de que había sido una estúpida dejándole de seguir, pero ¿él? idiota.
Eva vio como me levanté de la tumbona y me siguió al verme tan alterada, y le dije:
-No te preocupes, pero necesito hablar a solas con Gabriel.
Ella asintió y subí en el ascensor rumbo a su habitación, y en vez de llamar a la puerta entré sin permiso. Y ahí estaban los dos jugando a play, y mirando a Bob le pedí:
-Necesito que nos dejes a solas, por favor.
Bob asintió y se salió de la habitación, y después Gabriel se levantó dejándome petrificada, lo de este chico no era normal.
Estaba con un pantalón de pijama cayéndosele por las caderas y sin camiseta, dejando entrever su calzoncillo negro de Calvin Klein.
Cuando miré hacia su cara tenía una sonrisa de oreja a oreja, y yo quise borrársela de un manotazo..
-¿Que pasa, te gusta lo que ves?
Yo lo miré fulminandolo con la mirada, y le dije:
-No más que a ti los comentarios tan bonitos que hay debajo de tu comentario, sobre todo cuando me dejas a mí por los suelos, gilipollas. 
-Lo siento, Nicole.
-¿Lo sientes? Joder, también lo hiciste en este verano y todo por defender a tu abuela.
Vi como las comisuras de su boca se elevaban hacia arriba tratando de contener la risa, y me dijo:
-Mira, en esto tienes razón y te pido perdón por ello.
Pero en todo lo demás tienes que reconocer que tú también tienes tu parte de culpa.
Yo lo miré y vi como él relajaba sus facciones, es como si ya no tuviera ganas de discutir conmigo.
-Y lo reconozco, Gabriel, pero entre tú y yo no puede pasar absolutamente nada más porque parece que el mundo se empeña en que esto no salga.
Además, esto lo empezaste tú con tus líos con esa señora.
Vi como el resopló levantando las manos con desesperación, y me dijo:
-Yo no lo hice a propósito, ¿como te lo tengo que decir?
Fue ella quién vino allí yo no sabía que estaría, y si lo llego a saber jamás habría ido a esa discoteca.
-¡Te estabas besando con ella!
-¡Porque fue ella la que me besó!
¿Y si estaba diciendo la verdad? ¿Y si fue ella quién lo besó? Ahora mismo eso no importaba, ahora Mariana González también estaba metida en esta ecuación y eso no lo podía olvidar.
-¡Muy bien! ¿Y Mariana González? ¿No pasó nada con ella? Porque no creo que la trajeras aquí en plan de turista y le enseñaras lo bonito que es Marbella.
Vi como Gabriel agachaba la cabeza, y cuando me fui a ir me agarró por el brazo impidiéndome salir por la puerta, y me dijo mirándome fijamente en la cara con nuestras narices chocándose
-¿Que pretendes, eh?
¿Volverme loco?
¿Que quieres, que me lie con otras para que tu coraje vaya en aumento y yo siga teniendo toda la culpa?
¡Pues no me da la gana! porque lo que soy yo voy a seguir haciéndote gritar, pecas.
Yo negué con la cabeza y me eché hacia atrás pues su aliento no hacía más que chocarme en la cara y yo no quería correr el riesgo de besarlo, y le dije:
-Olvídate de que existo.
Te has tirado a esa tía, ¿no? Ahora asúmelo y déjame en paz.
Cuando traté de soltarme Gabriel volvió a acercar su cara a la mía, y me soltó:
-No te vas a librar tan fácilmente de mi, bonita.
Yo le tiraba rayos con los ojos, y su sonrisa se fue ensanchando más y más.
-¿Que me miras así? ¿Eh? ¿Qué? ¿Quieres ver cómo te como la boca? ¿Eso quieres?
Contéstame, Pecas.
Gabriel me pegó contra la puerta impidiéndome cualquier movimiento, su nariz se chocaba con la mía y su aliento alimentaba esas ansías que tenía por besarlo.
-¿Que pretendes, eh, Gabi?
Gabriel me pasó la punta de su nariz por uno de mis ojos descendiendo hasta mi mejilla, para después bajar chocando contra mis labios, y me sonrió contra mi boca haciéndome temblar, literalmente que temblaba.
-Gabriel, ya basta.
-¿Ya basta, Pecas?
Gabriel me miró haciéndose el sorprendido y, me dijo:
-¿Por qué, Pecas? ¿No te gusta que te chupe la oreja?
Mi respiración se iba haciendo cada vez más y mas irregular, me costaba mantenerme en pie y creo que él lo notó porque me agarró de las caderas con una de sus manos.
Y la sonrisa de él se ensanchó más y más, yo no podía aguantarlo más y fui yo quién lo besó.
Su lengua se metió en mi boca como si fuera una bomba, su lengua me tragaba por entera dejándome sin fuerzas, y sus manos fueron a parar directamente a mi culo y me levantó sobre él haciendo que le rodeara la espalda con mis piernas.
Mis manos fueron hacia su cara apretando sus mejillas y me dejé avasallar por su boca, y cuando se apartó de mi me dijo:
-¿Cuando vamos a acabar con este comportamiento que solamente nos hace daño, umm?
Y lo volví a besar y Gabriel profundizó el beso haciéndome desfallecer sobre sus manos, y volvió a separarse de mi:
-¿Cuando vamos a comportarnos como personas normales, eh?
Y lo volví a besar sin contestar ninguna de sus preguntas, pero él volvió a separarse.
-¿No ves como me tienes? ¡Me vuelves loco, joder! Siempre lo has hecho, siempre, mi amor.
Y otra vez repetí el mismo patrón besándolo de nuevo, y él de nuevo se apartó de mi.
-Te quiero tanto que me dueles, muchas veces no quisiera ser quién soy; muchísimas veces quisiera ser un desconocido y que la gente no se metiera entre tú y yo, y que nadie opinara sobre nosotros.
Y lo volví a besar, esa intensidad me estaba quemando, nos estaba quemando y necesitaba seguir besándolo.
Gabriel esta vez no se apartó de mi e introdujo su lengua dentro de mi boca dejándome sin aliento, el cabrón besaba demasiado bien y yo era adicta a sus besos.
Cuando Gabriel se volvió a apartar de mi me dijo:
-Eres tan bonita, pero tan bonita, que no sé cómo cojones puedo si quiera aguantarlo.
Oír aquello me volvió loca, sabía que estaba llena de imperfecciones, sabía que no era perfecta y aún así para él lo era.
-Gabriel, creo que ya basta.
¿Firmamos la pipa de la paz?
La cara de Gabriel fue un cuadro, y le dije:
-Vamos a tomarnos esto con calma, por favor. Es solo una tragua, ¿si?
A él le pareció una buena idea, me soltó dejándome en el suelo y se separó de mi para después darme la mano que yo la acepté encantada.
-Pues es una tregua entonces.
Y mirándome intensamente como si un demonio hubiera venido del infierno para atormentarme, añadió:
-Hermanita.
Aquella frasecita me dejó clavada en el suelo, pero reaccioné pronto saliendo de aquella habitación mientras que lo escuchaba reirse.
Gabriel:
Me moría de la risa cuando la veía tan desconcertada, era adorable verla en ese estado.
Cogí mi móvil corriendo y borré los likes, de verdad que fui un idiota redomado.
Justo en ese momento entró Bob con mala cara, y me dijo:
-¿Como has podido ser tan cabrón? Gabriel, tío.
-Lo siento, ¿vale? pero ya está borrado.
Bob sonrió y asintió con la cabeza, y me dijo:
-Se te ve bien, ¿no?
Mi sonrisa esta vez se ensanchó más y más, y le dije:
-Te digo una cosa, hermano, esta vez sí que tengo esperanzas de recuperar a mi pecas, pero esta vez de verdad.

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