Gabriel:
Estuvimos toda la maldita semana trabajando en la gala Leister, y es que para ser sincero fue de una de las cosas más desgastantes que tuvimos que grabar.
En esa gala pasa de todo y nada bueno, lo único bueno era cuando los focos se apagaban y yo podía estar con mi pecas o bien en mi casa mandando a tomar por culo a Bob y House, o bien en la casa de ella.
Pero el problema venía que su hermana, Chloe no paraba de visitarla y Nicole se las tenía que ingeniar para de una y mil maneras para quitársela de encima.
Una de las noches Bob y Felipe fueron al concierto de la cantante Aitana, y aunque a mí me lo habían propuesto yo preferí quedarme con mi Pecas.
Total, también iba Mariana González y no me apetecía nada ir con ellos.
Esa noche estaba con Nicole tumbados en el sofá como si fuéramos un matrimonio con dos hijos, y lo que ella me propuso me sorprendió.
-Este sábado tengo un viaje programado a Ámsterdam, y me gustaría mucho que vinieras conmigo.
Yo batí las pestañas pensativo, por supuesto que quería ir con ella pero me sorprendió que me lo propusiera.
-¿De verdad quieres que vaya contigo a Ámsterdam?
Ella asintió entusiasmada haciéndome un pucherito con sus morritos gorditos pensando en que yo no aceptaría, y aquello me hizo sonreír en lo más profundo.
-¡Por supuesto que sí! Vente conmigo por favor, ¿si?
Me imploró mientras me ponía ojitos, incluso en su lagrimal tenía una peca que a mí me volvió loco.
Yo no lo pude reprimir más y la besé dejándola sin aliento, necesitaba comérmela.
Nicole se hizo un ovillo debajo de mi y me besó aún más fuerte, y como ya estábamos desnudos no perdimos el tiempo en despelotarnos.
Yo agaché mi cabeza por su vientre plano y fui regando suaves besos por su perfecto cuerpo, y me fijé en su cuerpo como la marca de mis besos se reflejaba en su piel y, aquello me hizo sonreír como nunca.
Después fue ella la que se subió encima de mí y me besó la cara, el cuello y la clavícula.
Así estuvimos por una hora queriéndonos, y lo mejor de todo es que no nos hartábamos.
El viernes conseguimos irnos por la noche sin que nadie nos vieran, no sé cómo coño lo hacíamos pero conseguimos meternos en el avión sin levantar sospechas.
Cuando llegamos a Ámsterdam habíamos alquilado una casita pequeña, preferimos eso a que nos vieran en algún hotel.
Queríamos ser discretos pero solo de momento, no queríamos llamar mucho la atención.
El frio que hacia era insoportable pero por mí Pecas lo que hiciera falta, como si quisiera ponerse un bañador y enterrarse bajo la nieve.
Cuando entramos en la pequeña casa de dos plantas subimos escaleras arriba y nos preparamos un baño, eran las cuatro de la tarde y queríamos ir de turisteo por ahí por lo que calentamos en baño con la calefacción y nos duchamos rápido.
Nicole se puso un gorrito de lana dejando su pelo suelto, estaba condenamente bonita y yo más que feliz por estar con ella.
Fuimos paseando de la mano por las frías calles de Ámsterdam y nos parábamos en los puestecillos navideños que habían puesto allí, Nicole se compró unas castañas asadas y yo un café super caliente, este frio era jodido y eso que ya estaba acostumbrado al de Madrid.
Un rato después estuvimos en un parque, y aunque no nos podíamos sentar del frio que hacia vi como la cara de Nicole se iluminaba al verme.
-¿Todo bien?
Ella asintió entusiasmada y me dió un suave beso, y me dijo:
-Vámonos que me estoy helando.
Yo asentí y le tomé la mano para llevármela a la casa, quería que entrara en calor conmigo acurrucaditos bajo las mantas.
Al día siguiente me levanté y no la vi a mi lado, por lo que me puse a buscarla.
Cuando bajé al salón la vi sentada frunciendo el ceño mientras que veía algunas fotos y videos en su móvil, y le pregunté tras su espalda:
-¿Que te pasa, pecas?
Nicole se dió la vuelta al escuchar mi voz, ella llevaba mi camiseta de vestido.
-Anoche Bob y Felipe se fueron con la tal Mariana esa al concierto de Aitana.
Yo asentí, pero no entendía que era lo que me quería decir.
-Si, pero yo no tengo nada que ver.
Vi como ella dejaba el móvil encima de la mesita, y me preguntó:
-¿Los has dejado tirados por venir aquí conmigo?
Aquella pregunta me pilló de sorpresa, pero se la contesté enseguida.
-¡Por supuesto que sí! Ni más faltaba.
Una enorme sonrisa se asomo por su preciosa cara y se abalanzó sobre mi y me dió un beso, necesitaba de su calor.
Cuando se apartó de mi pegó su frente sobre la mía, y le dije mirándola seriamente a los ojos.
-Jamás renunciaré a ti, nunca.
Y si tengo que dejar a medio mundo muriéndose solo porque tú me lo pides lo hago, te quiero.
Nicole esta vez me besó aún más fuerte, y joder yo sabía que ella necesitaba de estas demostraciones para que confiara ciegamente en mi, aunque yo no lo hiciera a propósito.
Estuvimos todo el fin de semana por ahí, yendo y viniendo por ahí.
Y obviamente haciendo lo que más nos gustaba hacer, así que estábamos debajo de las mantas cuando sonó el despertador.
Nicole estaba en el quinto sueño y nosotros ya teníamos que volver a Madrid, pues el lunes vuelta a empezar con la rutina.
-Nicole, Chiqui, despierta.
Nicole se quejó y yo me agaché para besarle el cuello y ella se echó a reír.
-Humm.
-Vamos, levanta.
Cuando conseguí que abriera los ojos me puso el brazo en la parte de atrás del cuello y me lanzó hacia ella y unió su boca hacia la mía, y yo es que me morí aún más por ella y la besé riéndome hasta hartarme.
Cuando llegamos al aeropuerto hicimos lo mismo que al principio, nos camuflamos como mejor pudimos y volvimos a España.
Acompañé a Nicole a su casa, pero ella me pidió que no subiera con ella pues no quería levantar sospechas.
Así que, la besé y le dije que nos veríamos después.
-Después nos vemos, ¿vale?
Yo le sonreí asintiendo, le di un beso y dejé que se fuera.
Cuando llegué a mi casa vi a Bob y a House jugando a la play, y definitivamente que esta gente no tenía vida de nada.
-¿Que se supone que hacéis aquí?
Bob y House se miraron entre ellos y ahí me di cuenta de que empezarían al ataque, genial.
-¿Se puede saber dónde ha estado el niño metido durante todo el fin de semana?
Preguntó House enarcando una ceja:
-Necesitaba salir de Madrid, quería pensar. ¿Por?
Bob se calló en seco, pero House siguió dando por el culo.
-Pues porque la Wallace tampoco estuvo en España, estuvo por ahí me lo dijo Marina.
Y yo me hice el tonto todo lo que pude y más, pero el cabrón prosiguió.
-Yo creo que ha ido con algún amiguito, ya sabes que Nicole tiene muchos. Eso sí, todos son gays.
Yo empecé a tensar la mandíbula y Bob y House se echaron a reír al ver mi reacción, ellos sabían perfectamente cómo picarme.
-No tiene gracia, House.
House se hizo el inocente conmigo, y me contestó.
-Ay, es verdad, que no soportas que hagamos bromas cuando se trata de Nicole.
Pero oye, cabe la posibilidad de que no fuera sola. ¿Tú que dices, Bob?
Bob asintió y le guiñó un ojo y yo me senté en el sillón de mi sala, estaba muy cansado y encima tenía que lidiar con estos dos gilipollas que me tenían hasta los huevos.
-A ver, Gabriel, relájate.
Vosotros dos habéis quedado como los amigos que sois, casi como hermanos, y oye eso está muy bien. Y bueno, en lo que os decidís que hacer con vuestras vidas no está mal que la Wallace se dé un homenaje al cuerpo, pero ya está, tranquilo.
Mi cara debía ser un poema porque el descojone que tenían Bob y House no era normal, pero el simplemente escuchar que mi chica se podría dar un homenaje al cuerpo con otros que no fuera yo me daban ganas de prenderles la casa.
Y le dije apuntándole con el dedo:
-¡No vayas por ahí, House!
Porque mira te juro que te mato, ¿me estás escuchando?
House levantó las manos en señal de paz mientras que se reía, y Bob empezó a jugar con la play como si la cosa tampoco fuera con él mientras que tenía una gran sonrisa en la cara, y eso me desconcertó.
-¿Se puede saber por qué sonríes, Bob?
Bob dejó el mando de la play sobre la mesa y me miró fijamente, y me soltó:
-Coño, amigo, porque pensé que te habíamos perdido yo que sé. Has estado tan tranquilo sin celarte hasta por la goma del pelo que lleva Nicole que me dió hasta pensar que ya no sentías nada por ella, o que a lo mejor habéis empezado algo y os lo estáis callando.
Yo empecé a carraspear la garganta, obviamente Nicole era mi novia pero hasta que no terminara el rodaje ante los ojos de los demás seguiríamos como hasta ahora.
-Bueno, eso es lo que tú piensas.
La sigo queriendo, sigo pensando que es mi mujer y la madre de mis hijos. Pero eso no quiere decir que no necesitemos de nuestros tiempos, y si se lo tengo que dar para que ella esté tranquila pues se los daré.
House me miró frunciendo el ceño, era obvio que estaba sospechando.
-Vamos a ver, Gabi, tú de la única manera en la que estás tranquilo con esa niña es estando contigo; así que, no me vengas contándome esta trola, tío.
Yo resoplé, por supuesto tenía razón pero no se lo iba a decir.
-Te estás equivocando, House.
House se echó a reír, y sin previo aviso cogió su móvil y llamó a alguien.
-Hola, Amarilla.
¿Amarilla? ¿Sigue llamando a Marina amarilla? Este tío es gilipollas con ganas.
-Si, mira, Amarilla; necesito que vengas con la Wallace y vuestros amigos a un bar de aquí cercano, queremos invitaros a algo ¿que te parece?
Mierda, House me quería poner a prueba y estaba seguro de que Marina estaba de acuerdo con él.
Cuando colgó yo lo miré con ganas de matarlo, y me soltó:
-Tranquilo, bro, que no pasa absolutamente nada.
Además, ¿no le quieres dar tranquilidad? Pues eso, ella puede venir con un amigo.
Venga, dúchate que tenemos que estar en el bar en una hora.
Una hora después ya estábamos en aquél bar, que más que bar parecía como un pub y ahí vimos como llegaba Nicole con dos amigos, Marina y sus otras dos amigas, Natalia y Daniela.
La tensión rápidamente se palpó en el ambiente, y House no paraba de observarnos a Nicole y a mí.
El muy cabrón se lo estaba pasando de puta madre a nuestra costa, pero sobre todo a la mía.
Nicole me miró tratando de parecer tranquila, pero sabía perfectamente que por dentro estaba que se la comían los nervios, y yo no la culpaba por ello porque yo también lo estaba.
Y Marina con una gran sonrisa propuso:
-Y bueno que, ¿pedimos algo para tomar?
Pero bueno antes que nada: Gabi, te quiero presentar a Iván y a David.
Yo miré a los dos frunciendo el ceño, y por el rabillo del ojo observé cómo Nicole trataba de reprimir una sonrisa.
Genial, la situación ahora mismo le estaba divirtiendo.
Yo estreché la mano con ellos por pura cortesía, tenía que confiar en mí novia y también demostrar a esos dos gilipollas de Bob y House que yo me tomaba las cosas con calma.
Nicole podía tener amigos como yo también tenía a las mías, y si había que trabajar en ello pues se trabajaba y punto.
Un rato después estábamos de los más tranquilos tomándonos una copa y vi también como la frustración de House iba subiendo en aumento, el muy capullo me quería ver con la tensión en las sienes y pegándome con cuanto idiota se le acercara a mí pecas, pero eso se acabó porque aquí tenía muy claro que tenía mucho que perder y poco que ganar, y no soportaría perderla una vez más.
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Resiliencia
FanfictionNicole y Gabriel se conocieron en Skam, nada más conocerse tuvieron una química brutal, su complicidad fue inmediata y crearon una amistad muy grande. En ese entonces Gabriel tenia pareja, y la relación entre Nicole y Gabriel no fue más allá de una...