Marbella.

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Gabriel:
Vi como el semblante de Nicole cambió de un momento para otro, estaba como más relajada.
-Siento muchísimo tu discusión con esa señora.
Yo la miré sonriendo porque sentir lo que se dice sentir, no lo sentía mucho.
-¿De verdad?
Ella me miró fijamente con sus ojazos azules tirando a verdes y me contestó:
-¡No!
Y yo me empecé a reír, definitivamente esta niña me tenía loco.
-Si te digo la verdad, siento una felicidad ahora mismo que ya no estoy ni cabreada contigo.
Eso me animó muchísimo, al menos ya no estaba cabreada conmigo.
Yo me acerqué a ella y tiré de su mano para atraerla hacia mi, bajo mis manos noté como su cuerpo se deshacía ante mis caricias.
-Así que ya no estás cabreada conmigo ¿eh?
Ella negó con la cabeza, y aunque sabía que las cosas no eran tan fáciles con ella al menos respondía a mi toque y que no era totalmente inmune ante mi presencia.
-¿Eso quiere decir que te puedo invitar a un helado?
Ella clavó sus ojos en mi y mi cuerpo automáticamente se me erizó, yo no sé qué tenía pero conseguía activar todo mi sistema nerviso.
-Eso quiere decir que si tiene una bola doble de helado de chocolate acepto.
Y así hizo, cogió las llaves de su casa y nos fuimos.
Una vez abajo me la llevé por calles secundarias, aquello era Madrid y cualquiera nos podría ver.
Ya con el helado en la mano la noté callada, muy callada; pero yo no sabía si preguntarle o básicamente quedarme callado, así que opté por lo primero.
-¿Que te pasa, Chiqui?
-Mucho dices que me quieres pero sigues teniendo a todas esas en Instagram.
¡Ahí va la hostia! ¿En serio?
-¡Venga ya, Nicole?
Vi como Nicole se levantó del banco de aquél parque y tiró el helado en la primera papelera que se encontró, y después sin decirme nada más empezó a andar largandosé de allí conmigo yendo detrás.
-Nicole, pecas, por favor escúchame.
-¡Déjame, Gabriel! Hoy tengo mal día.
Y sin más se montó en un taxi, pero yo pensé que se calmaría todo al siguiente día pero no fue así.
Nicole se puso los auriculares y se sentó sola en el vagón ignorándonos a todos, incluso a Eva.
Yo me senté junto con Víctor y empezamos a jugar al parchís, pero perdía todo el rato porque estaba más pendiente de ella que del juego.
-Gabriel, Gabriel, ¡GABRIEL!
Víctor me miraba riéndose, se estaba dando cuenta de todo.
-¿Que pasa?
-Pues pasa que por mucho que la mires no se le va a pasar el cabreo.
¿Que le has hecho?
-Está cabreada conmigo por la alemana esa que metí en mi casa.
-Ah, ya entiendo. Está celosa porque aún te hablas con la alemana...
-No, no me hablo con ella.
-¿Entonces?
-La sigo todavía en Instagram.
Y Víctor se echó a reír negando con la cabeza, y me dijo:
-¿Y a que esperas para dejarla de seguir?
Y eso hice, saqué mi móvil y la dejé de seguir.
-Ya está.
Tendría que haberlo hecho anoche, pero no lo hice.
¡A tomar por culo Gianna! ahora tengo que centrarme en el rodaje y en mi chica.
Cuando bajamos del AVE nos recogió una furgoneta de producción, ellos nos llevarían al hotel en que nos íbamos a quedar.
Justo cuando cogí mi móvil vi como Nicole estaba dormida, tenía un sueño de esos profundos y estaba seguro de que me tocaría a mí llevarla a su habitación.
Yo sin pensármelo dos veces busqué un audio bastante conocido en Tiktok, y empecé a grabarla mientras que le lanzaba besitos.
Cuando la furgoneta llegó al hotel intenté por todos los medios despertar a Nicole, pero no hubo manera.
-Pecas, despierta.
Pero ella nada que se despertaba, seguía en un sueño completamente profundo.
-Pecas, vamos, te tienes que despertar.
Genial, ni dormida me hacia caso.
-Wey, llévala tú a su habitación, ahora pido yo sus llaves.
-Gracias, Víctor.
Le pedí al chófer que se metiera en el parking del hotel, no quería que nadie me pudiera ver llevándome a Nicole en brazos.
Así que, con muchísimo cuidado la cogí y me metí con ella en el ascensor desde el parking hasta su habitación ya que Víctor me esperaba allí.
-Gracias, tío.
Víctor abrió la puerta y me metí con ella en aquella habitación, después la puse sobre la cama.
-Tenemos que dejarla descansar, así que vamos.
-Si, pero me da cosita dejarla aquí solita.
Víctor negó con la cabeza..
-Igual te crees que la va a secuestrar algún camarero.
Eso me puso en tensión, yo sabía perfectamente que eso seria una locura pero no me gustaba imaginarme aquello.
-Primero hace falta que pueda acercarse a ella, pero me parece a mí que se va a quedar con las ganas.
-¿Y eso por qué?
-Porque le puedo partir las piernas.
-Pero el camarero tendrá que hacer su trabajo.
-Y me parece muy bien, que haga su trabajo.
Me acerqué a Nicole y le di un beso sobre su frente, y me fui de allí dejándola descansar tranquila.
Al día siguiente nos despertamos muy temprano tanto era así que me dormía por las esquinas, así que bajé corriendo al catering del hotel y me encontré con Nicole bebiéndose una jarra de café.
-¡Buenos días!
Nicole me miró de mala gana, y me dijo:
-Lo serán para ti.
Y yo sonreí de lado, esta chica me volvía loco y ya no sabía de qué manera demostrárselo.
-Pero si son las seis de la mañana, ¿como puede ser que ya estés de tan mal humor?
Ella clavó su fría mirada en mi e hizo una mueca de desagrado.
-Gabriel, son las seis y diez de la mañana y tengo mucho pero que mucho sueño.
Pero, yo creo que puedes hablarle a tu amiguita la Gianna esa, supongo que ya esté despierta.
Aquello hizo que mi sonrisa se ensanchara todavía más, y sin pensármelo dos veces le dije:
-Alguien se está buscando que le coma la boca.
-Mira que bien, a ver si la encuentras.
Y mi única reacción fue reírme, hasta enfadada tenía gracia.
Ese día fue un poco complicado, pues se grababan las dos películas y encima no tenían ningún orden cronológico.
Así pasaron dos días hasta que hicimos una pequeña fiesta en una suite del hotel, Nicole parecía que conmigo estaba muy relajada, hasta me había dejado darle una copa.
-¿Todo bien, Chiqui?
Ella asintió, me miró fijamente a la cara y me quitó una pestaña que se me había caído sobre mis mejillas y después la sopló.
-Espero que hayas pedido un deseo.
-Si te digo la verdad no he pedido ninguno, pero si quieres te puedo arrancar una pestaña y lo pido.
-He dejado de seguir a Gianna.
Nciole me miró fijamente a la cara, y me preguntó:
-¿Por qué lo has hecho?
-Por ti, porque no hay nadie más que solo tú pero parece que no quieres entenderlo.
Nicole se puso de pies conmigo haciendo lo mismo y me besó, su lengua invadió la mía y eso para mí fue la gloria.
Dejando a todo el mundo atrás nos fuimos para mí habitación encerrándonos en ella, esa noche la quería disfrutar más que a nada en el mundo.
Mientras la besaba cogí el mando de la tele y puse la música que empezó a sonar ojalá pudiera ir de fondo flamenco, esa canción aunque tenía unos añitos me traían muy buenos recuerdos.
"Ojalá pudiera ir volando a tu ventana, darte un beso en la cara.
Y acariciarte el cuerpo y hasta por la mañana, llenarte de caricias sin que te despertaras, susurrarte al oído que siempre me amaras.
Peinarte el pelo con las yemas de mis dedos, pintarte corazones llenos de ilusiones, cada noche una aventura llena de travesuras, tengo un millón de sueños.
Quisiera ser el aire pa' colarme entre tus rejas y, mirándote a la cara, y solo si tú me dejas en un ladito de tu cama esperaría a que despertaras, decirte solo dos palabras
Te quiero, y desde el día en que te vi me enamoré.
¡Ay, cómo no te lo diga, yo loco me voy a volver!
Que poco a poco pasa el tiempo y sé que te puedo perder.
Ojalá pudiera ir volando a tu ventana, darte un beso en la cara y acariciarte el cuerpo y hasta por la mañana, llenarte de caricias sin que te despertaras.
Susurrarte al oído que siempre me amaras.
Tú no sabes nada de todos mis sentimientos, todas mis ilusiones, pensamientos y emociones, solo quiero estar contigo, ser algo más que tu amigo; poder unir nuestros destinos.
Te quiero y desde el día en que te vi me enamoré, ¡ay, como no te lo diga, yo loco me voy a volver!
Que poco a poco pasa el tiempo y sé que te puedo perder
Ojalá pudiera ir volando a tu ventana, darte un beso en la cara y acariciarte el cuerpo y hasta por la mañana, llenarte de caricias sin que te despertaras, susurrarte al oído que siempre me amaras"
La puse encima de mi mientras le quitaba la ropa, el poder sentirla bajo mis manos y poder saborear su piel era como un premio para mí.
Poco a poco me fui metiendo en ella, y parecía mentira que tuviéramos una coordinadora de intimidad cuando nosotros en esa materia teníamos más que experiencia.
Vi como Nicole echaba la cabeza hacia atrás mientras que yo bombeaba en ella, tenía que hacerla gritar mi nombre y hacerla sentir que ella era lo único valioso que yo tenía en la vida.
-Llega conmigo, conmigo, pecas.
Mis manos fueron directas a su culo mientras que bombeaba en ella de arriba abajo.
-¡Me vuelves loco! ¿Lo oyes?
¡Loco!
Ella asintió pero estaba tan perdida en sus sensaciones que a penas me pudo decir que si, hasta que vi como se deshacía en mil pedazos sobre mi llevándome con ella por delante.
Cuando Nicole cayó sobre mi pecho le aparté el pelo de la cara y de la frente, y la besé.
-¿Estás bien?
-Si.
-¿Ya no estás cabreada conmigo?
-No.
-¿No?
-¡No!
-¡Bien, muy bien!
Mi voz sonaba demasiado eufórica, tanto así que le arranqué una sonrisa de oreja a oreja.
-Espero que dure mucho tiempo.
Pero cuando fui a contestarla se había quedado dormida, así que la tapé con las mantas y la dejé que se durmiera.
Al siguiente día el despertador me sacó de aquél profundo sueño, así que apagué el despertador y me puse a despertar a Nicole.
-¡Ey, nena, despierta!
-Umm.
Aquél gemido me arrancó una sonrisa, me recordaba a cuando la tenía encima de mi gritando mi nombre.
Joder, Gabriel, ¡ya basta!
-¡Ey, despierta!
Y ella se despertó de mala gana, y aunque sabía que se ponía de mal humor estaba sorprendemente tranquila.
Se subió encima de mi y me besó, su lengua entró en mi boca como una ráfaga de viento que yo saboreé gustoso.
Después de que nos levantamos nos duchamos juntos, quería disfrutar con ella todo el tiempo en que me fuera posible.
Ese día transcurrió de la misma manera, y yo me eché una foto que subí en mi Instagram con esa canción de fondo flamenco que me recordaba tanto a nosotros que ya no podía sacármela de la cabeza.
Justo en ese momento me llamó mi representante, asi que se lo cogí de inmediato.
-Dime.
-Gabriel, el sábado necesito que estés aquí en madrid.
Tienes que firmar varios contratos, así que no te preocupes que el mismo lunes estás en Marbella otra vez.
-Vale, pues nos vemos el sábado...
Sábado, seguramente mi pecas se iría por ahí de fiesta con los de producción y la idea no es que especialmente me gustara.
Así que, saqué mi móvil del bolsillo y llamé a mi amigo Antonio.
-¡Hombreee! ¿Que pasa, perro?
-¿Que pasa, brother?
-Necesito que me hagas un favor.
-Tú dirás.
-Necesito que te vengas a Marbella, yo el sábado me tengo que ir a Madrid por un asunto de trabajo y necesito que eches un ojo sobre Nicole.
-¿Pero tú estás loco? Tío, en serio.
Y yo resoplé, simplemente esperaba que me hiciera el favor no darle explicaciones de lo que haría o no con mi chica, de eso ya me encargaba yo.
-Está bien, lo haré. Iré a Marbella para cuidar de tu pecas.
-Solo una cosa más: que ella no te vea porque como se dé cuenta me la corta.
-¡Trato hecho!
Esa noche nos fuimos a cenar todos juntos, Víctor, Eva, Nicole y yo.
Y Eva sacó su móvil y nos grabó para después subirlo en sus stories, al menos yo me estaba animando a subir algo más en mi redes sociales.

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