Comienza la guerra.

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Gabriel:
Chloe nos miraba estupefacta, no se podía creer lo que estaba viendo.
Pero joder, ¿por qué no llama a la puerta?
¡Ay, hostia! ¿Pero como va a llamar si es su habitación?
Nicole se puso mi camiseta y se levantó de la cama mientras que yo busqué mis calzoncillos y me los puse debajo de las mantas, con una Chloe que seguía sin dar crédito.
-A ver, hermana, esto no es lo que parece.
Chloe y yo miramos a Nicole con la boca abierta, ¿como que no es lo que parece?
-¿Perdón? Pero vosotros dos me vais a llevar a la puta locura.
Que llego a mí casa reventada, y lo primero que me encuentro es a mí hermana y a Gabriel desnudos.
La cara de Chloe reflejaba diversión, era obvio que se lo estaba pasando de puta madre.
-Lo siento, hermana, no lo pensé. Simplemente pasó y ya.
Chloe asintió y salió de la habitación, y yo en medio sin saber muy bien que hacer, así que cuando vi que Nicole se iba a ir detrás de su hermana la agarré de un brazo.
Nicole me miró fijamente y negó con la cabeza, yo sabía que habíamos vuelto a las andadas.
-¿Que va a pasar entre tú y yo?
Ella me miró clavando sus ojos en mi, y yo supe que las cosas estaban muy mal.
-No lo sé.
Yo asentí, era momento de marcharme.
-Será mejor que me vaya.
Yo terminé por vestirme y me fui sin despedirme ni Chloe ni de ella, necesitaba respirar.
Cuando llegué a mi casa House y Bob estaban jugando a la Play, como siempre.
-Bro, se te ve destruido.
Yo asentí porque así me sentía, destruido.
House se me quedó mirando esperando una respuesta, y ahí fue cuando confesé.
-Nicole y yo hemos estado saliendo juntos, hasta nos fuimos a Ámsterdam.
House y Bob dejaron los controles de la play sobre la mesa y se pusieron de pie, ambos sin saber que contestarme.
Pero fue House quien salió al paso:
-¿Que coño acabas de decir, Gabriel?
-Que he estado con Nicole por varias semanas, pero no nos ha salido bien.
Bob se sentó pero House seguía de pies mientras caminaba de un lado para otro, y cuando por fin se tranquilizó se sentó.
-¿Y por qué no ha funcionado?
-Por celos, Mariana el otro día quería quedar conmigo y repetir lo de Marbella y Nicole lo leyó.
House me miró dubitativo, y enarcando una ceja me preguntó:
-Vamos a ver, por eso no creo que la Wallace te haya montado una escenita de celos.
¿Que ha pasado, Gabriel?
Yo empecé a resoplar, era obvio que para House había algo más.
-Tenía en WhatsApp a Mariana González como bizcochito.
House y Bob se llevaron las manos a la cabeza, y House empezó a gritarme.
-Vamos a ver; llevas detrás de la Wallace prácticamente como un perro desde que la conoces ¿y te pones como bizcochito a la tía esa? ¿Pero tú de que vas, chaval?
¿Tú de que coño vas?
-No lo sé, House.
Había vuelto con mi encantadora y preciosa novia, y estaba absorto como en otro mundo. ¿Tú te crees que yo voy a estar pendiente de como llamo a Mariana en mi WhatsApp? ¡No! No le di importancia porque tampoco la tiene.
House se levantó del sofá y cogió su chaqueta, y antes de ponérsela e irse me dijo:
-Pues no hagas cosas que parezcan otras, porque si tú eres celoso ella más porque tú le has dado motivos para serlo.
¡Me voy!
Y Bob al ver aquello le preguntó:
-¿A donde vas?
-A tomar el aire. ¡O a tomar por el culo, yo que sé!
Y con las mismas se fue dando un portazo, pero cuando yo pensaba que las discusiones habían terminado Bob me dijo:
-Si quieres mi consejo deja a Nicole, déjala y búscala cuando realmente estéis preparados para estar juntos.
Tíos, tenéis dos películas y estáis jodiendo al resto porque esperan desesperados una foto vuestra y no la tienen.
Vosotros dos no estáis bien como tampoco estáis para una relación, así que, sal por ahí y haz tu vida y cuando estéis seguros de querer estar juntos lo hacéis.
Yo me quedé callado, Bob y House tenían razón.
Ambos no estábamos para una relación, cada vez que lo intentábamos nos salía mal y eso era por algo.
Nicole:
Cuando Gabriel se fue me metí en la ducha sin hablarme con mi hermana, no tenía ganas de darle explicaciones a nadie y muchísimo menos tener que enfrentarme a ella.
Un rato después le di un beso y me fui para mí casa, necesitaba despejar mi mente.
Así que, cuando llegué a mi casa me pase todo el día viendo Crónicas Vampíricas que al menos eso me mantuvo entretenida sin pensar en lo que no debía.
Gabriel, te quiero, te quiero muchísimo pero ya está, ¡se acabó!
Cuando acabó el capítulo de los vampiros siniestros esos me quedé dormida, pero al cabo de una hora mi móvil empezó a sonar como un loco desquiciado.
Cuando miré en la pantalla vi que era Alexandro, y aunque no tenía ganas de hablar con nadie le contesté.
-¡Hola, Alex!
-¡Hola, preciosa!
¿Quieres salir a cenar conmigo?
¿A cenar? ¿Hoy domingo?
-¿A cenar? Mañana tengo rodaje.
-Solo te voy a quitar un ratito.
Anda no seas mala, vente conmigo a cenar y así despejas un poco la mente.
-Está bien, me cambio y quedamos allí ¿te parece?
Escuché como sonreía detrás de la línea, y me dijo:
-Claro que si.
Un rato después fui al restaurante que él me había dicho y cuando entré me hizo una señal con la mano para que me acercara, la verdad es que es bastante mono.
-¡Hola, preciosa!
Yo le sonreí como mejor pude, la verdad es que no tenía muchísimas ganas de nada.
-¡Hola!
Él se levantó de su silla e hizo que me sentara, y un rato después pedimos la cena.
La verdad es que su compañía fue bastante agradable, él es agradable y yo necesitaba eso, personas agradables.
-Y bien, ¿tienes novio?
Su pregunta me pilló de sorpresa, y directamente mi mente se fue a parar sobre Gabriel.
Las veces en las que me llamaba pecas, las veces en que me decía que me quería, o las veces que me decía lo guapa que me ponía cada vez que hacíamos el amor; y eso no lo había tenido con nadie más que con él, jamás había sentido que el mundo se me paralizaba cada que me tocaba o me robaba un beso y verlo sonreír cuando lo conseguía. Ese poder solo lo tenía él, Gabriel Guevara.
-Nicole, ¿estás bien?
Yo escuché la voz de Alex como si estuviera a lo lejos, pues mi mente seguía enfocada en ese idiota que me volvía tan loca.
-Eh, si. Perdón, ¿que me decías?
Alex me sonrió abiertamente, y prosiguió:
-Te preguntaba que si tenías novio.
-No, no tengo novio.
Entonces la sonrisa de él se abrió más y más, y yo no supe cómo hacer para quitarle las ilusiones conmigo.
-Pero tampoco lo busco, no estoy en mi mejor momento.
Alex asintió aunque con un dejé de decepción en su cara, obviamente quería algo conmigo pero yo no estaba preparada.
-Bueno, soy un chico paciente.
Y me guiñó un ojo, realmente este chico no entendía que no me gustaba nada pero tampoco quería hacerle daño.
Una hora después me dejó en mi casa, así que cogí a mí perro y lo tumbé conmigo en mi cama porque más que nunca necesitaba de su compañía.
Gabriel:
Al siguiente día cuando llegué al rodaje ni Nicole ni yo nos hablábamos, simplemente nos ignorábamos y ya.
El director negaba con la cabeza, él sabía perfectamente que tarde o temprano acabaríamos así.
-Bueno vosotros dos parece que habéis vuelto a las andadas, y yo solo os voy a decir una cosa:
Me importa tres cojones todo vuestro cabreo, me importa un pepino vuestros problemitas, y me importa una mierda como estéis ahora mismo entre vosotros.
Pero os voy a dejar un par de cosas claras:
Quiero que hagáis bien vuestro puto trabajo, quiero que tú y que tú os llevéis como los compañeros que sois porque es que me dan ganas hasta de pegaros.
Nicole miró a Domingo con ganas de estrangularlo, y le replicó:
-Si tan poco te importa nuestra situación ¿por qué quieres que nos llevemos como los compañeros que somos?
Domingo abrió los ojos como platos y yo no sabía en donde meterme, y Domingo le contestó:
-Porque os aprecio, por eso.
Y porque me jode que una pareja como vosotros a la que todo el mundo os quieren se lleven como vosotros os lleváis, a palos.
Nicole asintió, y le dijo:
-Tranquilo, que yo por mí parte haré mi trabajo como tengo que hacerlo.
Y con las mismas se dió la vuelta, y yo tampoco quise seguir hablando con Domingo y me fui para mí Camerino.
Una vez allí mi móvil empezó a pitar, y cuando miré la pantalla casi me caigo para atrás.
En la foto que me envió una persona anónima se veía a Nicole sonreírle a ese chico que vi el otro día en la discoteca, y al parecer estaban cenando los dos.
Una cólera y una rabia me subió por el cuerpo, así que, salí de mí camerino y me dirigí hasta donde estaba Nicole que la estaban maquillando.
Y sin pensármelo dos veces la cogí por el brazo y me la llevé con las protestas de las maquilladoras tras mi espalda y con Nicole resistiéndose, así que la cogí y me la puse en el hombro mientras pataleaba.
-¡Suéltame, animal!
-¡No me da la gana!
-¡Eres un bestia!
¡Te digo que me sueltes!
Cuando nos metimos en mi camerino la solté, tenía la cara llena de maquillaje.
-¿Por qué me has hecho eso?
Yo saqué mi iPhone y se lo enseñé, y cuando lo hice Nicole se calló en seco.
-Ay que ver que rápido se te ha pasado el haber roto conmigo.
Nicole empezó a sonreír irónicamente.
-¿Y que querías, que estuviera en mi casa llorando a moco tendido por tí? No me hagas reír, Gabriel, porque ya he llorado bastante por tu culpa.
Oír aquello me dolió en el alma, y yo asentí dándole la razón.
-¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Que tienes razón, y yo ya estoy harto de ir detrás de ti como un perro en celo.
Te quiero muchísimo, eres el amor de mi vida pero creo que tú y yo no estamos hechos el uno para el otro.
Los ojos de Nicole estaban sombríos, como si lo que yo le estaba diciendo no le afectara.
-¿Algo más?
Y sin contestarla la cogí del brazo y la acerqué a mí boca, quería sentirla una vez más.
-Si.
Y sin ella esperárselo la besé, mi lengua se metió en su boca con muchísima desesperación pero con todo el dolor de mi corazón me aparté de ella y le dije sobre su oído:
-A ver si el tal Alex ese hace que grites su nombre como gritabas el mío.
Y sin decirle nada más le guiñé un ojo y me salí del camerino dejándola ahí sola.

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