Madrid

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Gabriel:
Bob me miró con una sonrisa, y me dijo:
-Pues si tú tienes muy claro que la quieres lucha por ella hermano, aunque sinceramente creo que las cosas las tienes un poco difíciles con ella.
Yo asentí, pero habían cosas que se me escapaban de las manos.
Por ejemplo: ¿Como cojones Nicole había visto una foto de Maritere y yo besándonos? ¿Cómo? No lo entiendo, tal vez fue la misma Maritere quien se la mandó.
-Gabriel, ¿estás bien?
-Si, no te preocupes.
-Oye, los de prime video han subido unas fotos por el miércoles culpable y Nicole en vez de subir vuestra foto ha subido la foto de Eva.
Aquello me cabreó, pero me cabreo enserio.
Maldita Nicole, osea que después de los lengüetazos que nos habíamos metido ¿seguía cabreada conmigo?
Aquello me sublevó, entendía que estuviera cabreada conmigo pero es que me dolía que no compartiera nuestra foto así que yo tampoco haría nada.
-Ahora vengo.
Bob me miró abriendo los ojos como platos, y me dijo:
-¿A donde vas?
Pero no le contesté, sin embargo salí de allí como alma que lleva el diablo.
Cuando llegué a la habitación de Nicole entré sin llamar, y gracias a Dios que me la encontré sola y no con su hermana.
Nicole me miró con muchísimo coraje y se cruzó de brazos, era obvio que sabía el porqué de mi enfado.
-¿Se puede saber por qué cojones entras sin avisar?
Aquello me hizo soltar una risa irónica, ¿acaso no era lo mismo que ella había hecho?
-¿Por qué, Nicole? Osea, para eso mejor no haber subido nada.
Nicole se levantó de su silla y la vi muy mal, sus ojos estaban llenos de pena aunque no soltaba ninguna lágrima y eso hizo que mi enfado disminuyera un poco.
-Porque si, y punto.
Además, solo quiero que se acabe este maldito rodaje y no verte nunca más.
Yo abrí los ojos como platos, la actitud de Nicole me estaba poniendo enfermo.
-Ni siquiera con la conversación de antes te has calmado, yo pensé que había una tregua.
Ella negó con la cabeza y se acercó peligrosamente a mi, y me dijo:
-¿Tregua? Entre nosotros no puede haber una tregua.
Notar su aliento contra mi cara me hizo plantearme muchas cosas: la primera besarla, la segunda desnudarla; y la tercera hacer que este hotel levantara sus cimientos porque la iba a hacer gritar tanto mi nombre que acabaríamos con la existencia de la humanidad.
Mi sonrisa se ensanchó tanto que los ojos de ella se achicaron por la rabia, y yo acerqué mi boca a la suya.
-Mira, niña, conmigo no vas a poder ¿lo pillas verdad?
Ella sonrió de lado con esos labios gorditos que me volvían loco y enfrentándose más a mi, me dijo:
-Esto es la guerra, ¿lo pillas?
Y ahí fue cuando yo sonreí del todo, así que la nena quería guerra, pues muy bien tendría guerra.
-Así que quieres guerra, ¿eh? Pues tendremos guerra, pecas. Pero luego veas lo que veas no te quejes, ¿me estás escuchando?
Elle clavó su fría mirada en mi y me soltó:
-Por supuesto que no querido, no me pienso quejar de eso tranquilo. Total, tú tienes una vida, ¿no? Pues disfrútala que yo haré lo mismo con la mía.
Aquello me dejó confuso ¿no quería guerra?
-Me estás volviendo loco porque primero me dices que esto es la guerra, ¿y ahora me sueltas que yo tengo una vida?
Nicole me miró con indiferencia, y simplemente me dijo:
-Si, pero la guerra aún no se ha terminado.
Con mi mano la atraje hacia a mi y su respiración empezó a ser pesada, no soportaba tenerme cerca.
-¿Que haces idiota?
Mi otra mano le acarició la cara, y ella empezó a deshacerse en mis manos.
-¿De verdad quieres saberlo?
Nicole negó con la cabeza agachándola para no mirarme en la cara y yo se la levanté poniéndole una mano en la barbilla, sus ojos se clavaron en los míos y yo acerqué mi boca sobre la suya, y aunque me moría de ganas por besarla me aparté con un dejé de decepción en su mirada y me fui de allí con una sonrisa.
Nicole:
Cuando Gabriel se fue me dejó más cabreada aún, la verdad es que nos estábamos comportando como dos estúpidos pero yo no pensaba en bajar la guardia.
Esa noche que era la última en que estaríamos en Marbella me tocó hacer unas escenas con Gabriel, Marta e Iván con el que por cierto, ya estaba mejor.
Madrid, ya en mi cama estaba demasiado nerviosa por pisar Madrid y necesitaba llegar allí y poner mis ideas en claro.
Te las voy a devolver todas Gabriel, eso te lo juro.
Al siguiente día ya estaba haciendo mis maletas cuando entró mi hermana, y me dijo:
-Yo me tengo que ir para París, así que te pido que por favor estés tranquila. ¿Vale?
-Si, no te preocupes. Yo estaré bien, tú pásatelo bien en París.
Madrid:
Mi hermana se fue directamente a París mientras que yo aterricé junto con Marta Hazas y con todos los demás, menos con Gabriel y Bob que al parecer ellos vendrían después.
Y cuando pisé mi casa me estaban esperando mis padres y mi perro, y la verdad es que empecé a llorar todo lo que no había llorado en días y me abracé a ellos.
Mi madre me levantó la barbilla con su mano y frunció el ceño, y me dijo:
-Nicole, mi amor ¿estás bien?
Yo negué con la cabeza y enterré mi cara en su cuello mientras que mi padre nos observaba, y le dije:
-Pero lo superaré, estoy aquí que es lo que yo quería.
Mi madre me observó preocupada, pero aún así me sonrió y me dió un suave beso.
Gabriel:
Estaba sentado en el sofá cuando estuve mirando fotos mías y de Nicole en Instagram y me salió la foto de las lenguas junto con la de una pareja imitándonos, y yo es que no pude evitar darle like y eso hice, le di like
-Gabriel, nos vamos.
Pero yo no le hice caso y seguía ensimismado mirando esas fotos, hasta que Bob metió una mano tapándome la pantalla del móvil.
-Oye, yo creo que es hora de desconectar un poco ¿no te parece?
Yo asentí, me levanté de la cama y cogí mi maleta dispuesto a largarme.
El viaje a Madrid fue de lo más tranquilo, hasta me quedé un poco dormido.
Pero cuando me desperté también hice que Bob se despertara, necesitaba decirle algo.
-Bob, despierta.
Bob me miró confuso.
-¿Que pasa, bro?
-Necesito saber cómo cojones Nicole consiguió ese vídeo donde Maritere me estaba besando, necesito respuestas.
-Igual puede ser que Maritere no estaba sola en ese bar y alguien fue con ella.
Yo asentí, sabía que esto era una trampa y Nicole cayó redonda y eso me dió más coraje aún.
-Mira Bob, conmigo que hagan lo que quieran pero que con Nicole no se metan porque soy capaz de lo peor.
Bob asintió, su cara mostraba la misma confusión que la mía.
-Pero Gabriel, primero tienes que saber si eso fue una trampa o no, no puedes ir a por esa mujer así porque si.
-Tienes razón, pero que no se le acerque a Nicole porque esa mujer está loca, muy loca.
-Tranquilo, todo irá bien.
Cuando por fin llegamos a la estación nos dirigimos a mi casa, teníamos ganas de fiesta y nos fuimos solos a la bresh y cuando entramos una sonrisa invadió mi cara.
-¿Por qué sonríes?
Mierda, Bob me había pillado.
-La noche antes de irme a Venecia estuve con Nicole en un despacho, te juro que fue la mejor experiencia de mi vida.
Bob me miró entre sorprendido y riéndose, y me dijo:
-¿Que tú y Nicole habéis follado en un despacho de este sitio?
Y eso me hizo sonreír aún más, pero no, aquella noche no fue simplemente sexo.
-¡A ver, eh, sin faltar!
Hicimos el amor, la hice mia, solamente mía y de nadie más.
-La quieres mucho ¿verdad?
Yo agaché la cabeza y asentí, por supuesto que sí.
-Muchísimo, pero parece que el poder tenerla no es parte de mi suerte.
Bob me puso una mano en el hombro y me dijo:
-Tranquilo, vamos a disfrutar de la noche.
Cuando nos metimos dentro vi a alguien que me llamó mucho la atención así que me acerqué a ella sin pensármelo dos veces, y cuando me acerqué me miró sonriente.
-Gabriel.
Yo la miré con todo el asco del mundo, y le dije:
-Maritere.
Tú y yo tenemos una cuenta pendiente que arreglar, ¿no te parece?
Su sonrisa se ensanchó pensando en que yo quería algo de nuevo con ella, esta mujer está de psiquiátrico.
-Claro. ¿En tu casa o en la mía?
Yo la miré con rabia cosa de la que ella se dió cuenta, haciendo que su sonrisa se esfumara.
-En la de ninguno.
¡Ven aquí!
Poco a poco conseguí llevármela a la calle, y cuando la metí en una esquina donde nadie nos vería empecé a gritarle.
-¿Has sido tú quién le has enviado el vídeo del beso a Nicole? ¡Contesta!
Maritere no sabía en donde meterse, y por su reacción supe que la había pillado.
-No sé de qué me hablas.
No sé si me molestaba más que me lo negara o que se hiciera la tonta.
-Si, si sabes de lo que te hablo.
Sólo te voy a decir una cosa, si yo llego a descubrir que tú le has enviado ese vídeo a Nicole te juro que soy capaz de ponerte una orden de alejamiento, también haré que Nicole lo haga, así que déjanos de en paz.
-Gabriel yo...
-¡Fuera! ¡Que te pires!
Maritere asintió y se fue corriendo de allí, y justo en ese momento apareció Bob.
-¿Que pasa brother? ¿Esa no era Maritere?
-Si.
Yo me saqué un cigarro del paquete y empecé a fumar, los nervios estaban pudiendo conmigo.
-Oye, ¿y sabes algo de House?
-No, lo llamo y lo llamo pero no hay cojones de poder hablar con él.
Bob miró hacia abajo, tenía cara de preocupación.
-Mira hermano, yo no creo que House esté cabreado contigo.
Yo lo miré y la preocupación me empezó a invadir el cuerpo.
-¿De qué cojones hablas?
-De que a mí tampoco me coge el teléfono, creo que algo le pasa.
Yo tiré lo poco que quedaba del cigarro al suelo y llamé a Marina, tenía que saber de mí hermano.
-Dime Gabriel.
-¿En donde está House? ¿Está contigo?
-No, se fue para Barcelona tenía cosas que hacer allí.
-¿Y de casualidad has hablado con él?
-No, hace dos días que no hablo con él porque no me contesta.
Aquello me preocupó más de lo que yo quisiera, y le dije:
-Bueno si sabes algo me avisas, por favor.
Cuando colgué le dije a Sergio que nos fuéramos, las sensaciones que estaba teniendo no me estaban gustando.
Al siguiente día domingo intenté en ponerme en contacto con House durante un montón de horas pero no hubo manera, encima Nicole tampoco me cogió el móvil por si House se había puesto en contacto con ella.
Bob lo estaba intentando por otros medios, como por ejemplo llamando a unos amigos de House en Barcelona y nadie lo había visto.
Mi desesperación iba en aumento cuando por fin mi móvil empezó a sonar y vi que era el número de House, así que lo cogí al vuelo.
-¿En donde coño estás?
Escuché la respiración entrecortada de House, y me dijo:
-Tranquilo, hermano, que yo estoy bien. Es que no he tenido batería hasta ahora, pero en unos días nos vemos ¿vale? Por cierto, cuida de mi chica.
El tono de House no me estaba gustando pero decidí hacerle caso.
-¿Estás seguro?
-Si, si, si. Gabriel, todo está bien de verdad. Sólo te pido que cuides de mi chica, por favor.
-No te preocupes.
Cuando colgué Bob me miró preguntándome con las manos.
-¿Y?
-No lo sé tío, él dice que está bien y que cuide de su chica.
-Si él dice que está bien será por algo, ¿no? Habrá que creerle digo yo.
-Si, habrá que creerle.
Pero yo no estaba convencido del todo.
Nicole:
Tenía muchísimas ganas de que se terminara el rodaje, con Gabriel ni me hablaba era como si no existiéramos el uno para el otro, aunque había veces en que lo pillaba mirándome.
Esa noche había quedado con Gabi Mortera para ir a un concierto donde actuaba Rels B, un artista que me gustaba muchísimo e iba dispuesta a pasármelo bien.
Pero hubo una canción que quise grabarme yo, tal vez alguien lo vería y se daría por aludido:
"Estos celos, me hacen perder el control y pensar que yo ya no te quiero
Hace ya un tiempo, no somos lo de antes, los dos lo sabemos
Y aunque confiese que sin ti no puedo y que te echo de menos
Mejor no nos vemos
Estos celos, me hacen perder el control y pensar que yo ya no te quiero
Hace ya un tiempo, no somos lo de antes, los dos lo sabemos
Y aunque confiese que sin ti no puedo y que te echo de menos
Mejor no nos vemos (Vemos)"
Sabía que tarde o temprano él lo vería, y así fue vio mi storie cosa de la que me alegré.
¡Jódete Gabriel!
Cuando salimos del concierto yo me fui directa a mi casa necesitaba una buena ducha y dormirme, sobre todo dormirme pero empezó a sonar mi móvil así que lo saqué del bolso y vi que era Gabriel.
-¿Que pasa, Guevara?
Oí su fuerte respiración detrás del altavoz del móvil, y me dijo:
-No lo sé. Dímelo tú,Wallace.
Mi sonrisa se ensanchó todavía más, y le dije:
-¿Puedo saber para qué me llamas?
-¿Quién es el destinatario de tus dardos?
-No hay ningún destinatario, ya sabes que Rels B es un cantante que me encanta.
Oí como Gabriel sonreía detrás del móvil.
-¿Por qué te excusas, eh?
¿Que? ¿tienes miedo de que yo sepa de tus celos o, qué?
Y yo me eché a reír, más por nerviosismo que por otra cosa.
-No digas tonterías, idiota.
-Mira, ¿sabes cuál es la diferencia que hay entre tú y yo?
-¿Cuál?
Le pregunté interesada.
-Que yo por lo menos asumo que me gustaría coger a todos tus amigos y matarlos a golpes.
Sin embargo, tú te escudas con una canción de mierda.
Venga niégalo, ¿no puedes?
-No sé de qué me hablas.
-Cobarde
-Idiota.
-Yo seré un idiota pero tú sigues siendo una cobarde.
-Cállate.
-¡Te quiero!
-Deja de decir eso.
-Tienes razón, ¡me vuelves loco! A lo mejor eso te gusta más.
Y yo solté una sonrisa involuntariamente, no lo pude evitar.
-Déjalo ya, Gabriel, por favor.
Y no le di tiempo a contestarme y lo colgué.

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