—Por un bien mayor esto es.
—No sé si sea buena idea alejar a Kaia de sus hermanas. Sola y Padmé están ilusionadas de compartir con ella, quieren tenerla en casa —. Negaba acelerando sus vueltas dentro del salón. —Es mi bebé y quiero tenerla conmigo, no se discute —concluyó.
—De su parte la fuerza está y que en este mundo crezca problemas a traer va —comentó el jedi, con calma. —Como sus hermanas no es, daño podría hacerles.
Kaia Naberrie había nacido al llegar la mañana y nadie más que una partera y varios androides fueron los testigos de la fuerza de aquel momento. Las luces se habían apagado y los vidrios rotos cubrían todo alrededor de ella y su madre.
Las niñas Naberrie recorrían afuera de la habitación, a ratos Padmé se pegaba a la puerta para escuchar del otro lado y no oía más que llantos infantiles.
Eso llenaba su corazón, esperaba tanto a la nueva miembro de la familia que había preparado una habitación para su hermana, con dibujos y juguetes que solían ser de ella misma, pero que ahora estarían en buenas manos y como no, si era una Naberrie.
—Está llorando, ¡nuestra hermana esta llorando, Sola! —sonrió una de las niñas.
—Por qué sonríes si ella llora, ¿que no está triste? —inquirió confundida. —¿No que cuando una persona llora es porque hay algo mal con ella?
Está llorando, le están haciendo daño. Pensaba.
—Cuando un bebé llora al nacer significa que está saludable, no siempre, pero la mayoría de las veces si. Ellos son diferentes a los niños y los adultos —dejó de juguetear con sus ropas mientras volvía a respirar con tranquilidad. —Ya deseo jugar con ella.
A su corazón había llegado él anhelo de cuidar de todo a su pequeña hermana, alejarla de todo mal dentro de la galaxia. Iba a hacer todo por Kaia desde ahora en adelante.
Ella sería su fuerza ahora.
Se alejaron de la puerta que llevaba a la habitación antes del golpe de aire que ambas recibieron, golpe que hizo que las dos Naberrie cayeran sentadas en el suelo. El llanto aumentaba y con ello más ventanas explotaban, los androides había caído y la partera se sujetaba con fuerza de la cabecera de la cama, solo con una mano porque con la otra tapaba uno de sus oídos.
La reciente madre por tercera vez, no aguantaba un segundo más los ojos abiertos, sentía el peso en sus párpados y sus oídos dolían ante en llanto incesante que abarrotaba la habitación. Aún teniendo a Kaia en sus brazos, la dejó caer al colchón y procedió a poner sus manos sobre sus oídos.
—Haz que se calle, por favor.
—No comprendo por qué llora -su mirada recorría el cuerpo de la bebé de arriba a abajo, no había indicio de daños físicos. —No debería hacerlo, señora.
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𝐓𝐀𝐓𝐎𝐎𝐈𝐍𝐄 ᴬᶰᵃᵏᶤᶰ ˢᵏʸʷᵃˡᵏᵉʳ ᶠᶤᶜˑ
FanficKaia Naberrie y Anakin Skywalker podrán tener la galaxia bajo sus pies, pero jamás dejarán de ser los chicos de Tatooine. ˢᵗᵃʳ ᵂᵃʳˢ ᶠᵃᶰᶠᶤᶜᵗᶤᵒᶰˑ ᴬᶰᵃᵏᶤᶰ ˢᵏʸʷᵃˡᵏᵉʳ ˣ ᵒᶜ ᶠᵉᵐˑ