A ti qué te importa
Quisiera más que nada decirle eso, pero por la salvación de mi vida no lo haré. Es un Jedi, por el amor de Dios, podría matarme en un segundo y no quedaría ni rastro de mi patética existencia.
Tampoco le diría lo que llegué a hablar con Qui Gon, porque no fue casi nada y lo poco hacía referencia a mi tonta pregunta de si el tal Obi Wan era guapo. Que vergüenza.
—Nada importante... —sentí una fuerte punzada en mi cabeza—. ¿Sería tan amable de no entrar a mi mente? Por favor.
—¿Quién dice que lo hago?
—No soy tonta, sé como funciona eso de leer mentes —Obi Wan miró a Anakin, en busca de respuestas supongo, pero este le devolvió una mirada algo tímida. —Ani no tiene nada que ver... —no lo tenía, la verdad es que yo aprendí solita a punta de errores. Me metí en muchos problemas por ello, pero entré sola y salí sola.
—¿Qué clase de problemas? —insistió y yo rodé los ojos. Que tipo más chismoso. —No soy chismoso.
—Si claro, ¿entonces por qué me hace tantas preguntas? No soy algo importante, no debería entrar a mi mente —y era cierto. Él no tenía por qué meterse donde no le importaba.
—Debo saber a qué me enfrentaré cuando vayas a Coruscant junto a mi padawan, ¿no es suficiente respuesta, niña?
¿Cómo dice?
—Sé que Anakin no se irá de aquí sin ti y es de temperamento extraño, así que no lo desafiaré, pero tampoco dejaré que haga lo que quiera sin supervisión —acomodó su túnica y su cabello largo tras segundos. Yo seguía mirándole en shock. ¿Acaso estaba de acuerdo? —Andando, muchachos.
Busque la mirada de Ani y él se encontraba igual o peor que yo, estaba de pie, estático y con los ojos bien abiertos. Era como ver a una... abuelita en shock. —No soy una abuelita, Ángel.
—Pues pareces una así todo tieso, que vayamos con él dice Obi —me giré sobre mí lugar y tras una caminata de un minuto a lo mucho, me giré de nuevo al no sentir que Anakin venía conmigo. Oh... ¡Shmi! Corrí un poco hasta tocar el hombro de Obi Wan. —Debemos ir por Shmi, a eso venía Ani en un principio, Obi.
Alzó una ceja. —No me llames Obi —rodé los ojos una vez más, a este punto me hoy a quedar con los ojos chuecos, pero es que no puedo evitarlo. —No hagas eso tampoco, es raro —"¿qué cosa?" le pregunté. —Eso que haces con los ojos, en cualquier momento quedas con los ojos chuecos, niña. Regresa y dile a Anakin que volveremos en otro momento.
—No puedo hacer eso, Ob-Señor Obi. Es su madre y como lo conoce, él no se irá sin ella, así que no le diré nada, hágalo usted y yo espero aquí —me senté en el suelo, con las piernas cruzadas y las manos tras mi espalda, apoyándose en la arena. No sería capaz de quitarle lo que más quiere a Ani. —Pero con su ayuda... —continué al ver como no se movía de su lugar. —Con su ayuda podemos encontrar a Shmi más rápido y así más rápido iremos con usted. Ahora, si no tenemos su ayuda, y yo me uno porque obviamente no voy a dejar solo a Ani, si no nos ayuda, demoraremos y tendrá que regresar solo a Corus-eso.
—Es Coruscant y no, por ningún motivo iré yo a buscar a la madre de Anakin, ella debe estar bien. Sólo ve por él y dile que nos vamos ahora —cruzó los brazos con desdén y yo levanté una de mis cejas.
—No conoce a Anakin si cree que se irá sin luchar por su madre —me levanté y sacudí mis ropas. A este paso y si volvía a sentarme, terminaré con arena en el trasero incluso. —Siento a Shmi aún, es leve, pero la siento. Está desvaneciéndose y si no vamos por ella, morirá.
—No iremos por ella.
—¿Seguro, Obi?
—Claro que sí, niña. Ahora nos vamos o soy capaz de dejarlos tirados sin importar lo que me diga Yoda —caminó hasta la nave, pero no alcanzó a llegar. Lástima.
—Muchas gracias por ayudarnos, maestro —habló un contento Anakin, pues Obi Wan había dado su brazo a torcer y ahora nos ayudaba a recorrer Tatooine con su nave, para lograr encontrar con más rapidez a Shmi Skywalker. —Le estaré eternamente agradecido.
—Lo sé, padawan. Eres tan agradecido —le cortó con un poco de burla en su tono de voz. Lo que me hace pensar que son pocas las veces en que Ani agradece ciertas cosas, tal cual como hacía antes.
Quizá las cosas no hayan cambiado tanto después de todo.
La cosa es que recorrimos muchas —demasiadas— partes del planeta y no daba resultado; sentía a Shmi cada vez más débil y me daba mucha rabia no poder encontrarla. Acabamos por ir a cada lugar alejado de la zona urbana para lograr dar con su paradero hasta que llegamos con una mujer a las afueras. —No conozco a Shmi Skywalker, pero si a Shmi Lars...
Mierda, la respuesta estuvo frente a mí por tanto rato y no la había visto, estaba en mi nariz y yo de ciega no la vi. Yo misma había hablado una vez de Lars y olvidé lo importante. —Ani... ¿Yo te hablé sobre Cliegg Lars, verdad?
—Si, Ángel.
—Creo que es fue quien compró a Shmi, vive a cuatro kilómetros de aquí, siento que tu madre está o estuvo allí —vi sus ojos ponerse muy brillantes, carajo, le di esperanza y quizá ni esta allí. Pero como Shmi decía, siempre hay que buscar nuevas esperanzas, así que iremos sin importar nada. Tomé la mano de Anakin entre mis dedos y los acerqué a mi pecho. —Sólo no te sientas mal, ¿de acuerdo?
Quería pasar si intranquilidad a mí, no quería que sufriera más.
—La vamos a encontrar, allí o en otro lado, pero la vamos a encontrar.
—Te quiero mucho, Kaia —se acercó y dejo un pequeño beso en mi mejilla, de lo cual ambos nos pusimos rojos cual tomate. —Perdón.
—No pidas perdón, no debes —le di un casto besito en los labios, luego me giré y corrí escondiéndome de él, pero corrió detrás de mí y nos hizo caer al suelo. Reí al oír las quejas de Obi Wan para que no desordenemos su nave.
Es algo material, lo realmente importante está frente a nosotros. En mi caso, Anakin Skywalker.
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𝐓𝐀𝐓𝐎𝐎𝐈𝐍𝐄 ᴬᶰᵃᵏᶤᶰ ˢᵏʸʷᵃˡᵏᵉʳ ᶠᶤᶜˑ
FanfictionKaia Naberrie y Anakin Skywalker podrán tener la galaxia bajo sus pies, pero jamás dejarán de ser los chicos de Tatooine. ˢᵗᵃʳ ᵂᵃʳˢ ᶠᵃᶰᶠᶤᶜᵗᶤᵒᶰˑ ᴬᶰᵃᵏᶤᶰ ˢᵏʸʷᵃˡᵏᵉʳ ˣ ᵒᶜ ᶠᵉᵐˑ