Problemas (Ainhoa)

465 28 0
                                    


El día no puede empezar peor. Resulta que el cachorrillo Lasierra tiene garras y un perro guardián que la sigue a todas partes. Y también parece que va a hacerme la vida imposible.

Su "que a nosotros no nos gustan los problemas" me deja bien clarito que el problema soy yo. Cosa que no logro entender. Llevo en Vera un día y medio, creo un menú a contrarreloj y monto una degustación de los productos típicos del pueblo. Puede que lo último fuese un poco precipitado, pero joder, así demuestro que confío en el equipo, ¿no?

Sigo perdida en mis pensamientos cuando veo a Luz por el rabillo del ojo. No entra en la cocina, solo se queda parada mientras monto los canapés para la cata.

- Si te vas a quedar ahí mirando, me puedes ayudar con la mermelada. -digo, molesta con la actitud pasota que parece traer.

- Eeeh, sí, sí, claro. Voy. -dice nerviosa tras verse pillada en Babia.

- Sí, que desde aquí se ve mejor. -repongo-. Queee..., ¿todo bien? -pregunto cuando se coloca delante de mi.

- Sí. Y, oye, que está muy bien lo de poner el queso azul. Pensé que iba a ser un poco potente pero, pero no.

- Gracias.

- Y lo de las nueces con la mermelada también es..., es un buen equilibrio. Está muy rico.

- ¿Has estado tomando canapés mientras trabajábamos? -cuestiono mientras veo como el color de su cara desaparece.

- Eeeh. No. Bueno, a ver.

- Que es broma, que me alegro de que estés de mejor humor.

- Ya. Sí, bueno, ya me irás conociendo. Es que, a mi los cambios como que me descolocan.

Y ya volvemos con lo mismo de siempre. Con los cambios, con los problemas y con toda la historia. Si lo de esta mañana era una pulla, esto ya no sé qué es.

- Pero bueno, mi madre me ha dicho que tienes mucha experiencia.

- Sí.

- Qué bien, ¿no? Has estado también en, con Clara, en un restaurante de Madrid.

- Sí. - menos mal que no me ha visto la cara al responder. Ahora sí que estoy jodida.

- Con muchísimo equipo, con muchísima gente, ¿no? Mucha presión. ¿No has tenido nunca ningún problema con nadie?

- No. Pero mira Luz, si tú tienes algún problema conmigo me lo puedes decir. Porque desde que puse un pie en el restaurante parece que no soy bienvenida. Y lo siento mucho por ti, la verdad, pero si estoy aquí es para hacer mi trabajo y para hacerlo bien. -estar de espaldas a ella me ha dado la valentía suficiente para espetarle lo que le hubiera espetado ayer delante de todo el equipo-. Ahora, ya que estás, ¿por qué no me pasas la otra bandeja? Venga -termino, harta de sus preguntas.

- ¿De verdad me estás diciendo que estás aquí para hacer bien tu trabajo? O sea, en otros sitios la cagas, y aquí vienes para hacerlo bien, ¿no? -será niñata. Estoy totalmente segura de que ha ido preguntando por mi.

- Ya veo que has estado investigándome.

- Pues sí, no te voy a mentir. Pero tenía que estar segura de a quién metían en mi cocina -¿acaba de decir "su" cocina?

- ¿"Tú" cocina? -pregunto, mientras lanzo al aire un gesto de hacer comillas.

- Esto es un negocio familiar, y yo soy Luz Lasierra. Debería ser "mi" cocina. -rebate, copiando mi gesto.

- Tampoco idealices mucho esta industria eh, que es muy duro.

- ¿En serio?

- Sí. Echas una de horas... Y cada día es como si tuvieses que demostrar que mereces estar ahí.

- Ya pero... ¿Tú no estabas contenta ahí?

- No sé, dímelo tú. Que pareces saber más de mi vida que yo misma. -y con mi respuesta, por fin parece callarse.

Terminamos los canapés en completo silencio y con una tensión que se podría cortar con un pelador de zanahorias. Pero es lo que hay, y para nada me voy a arrepentir de decir las cosas tal y como son a la que parece ser una niña mimada.

Todo lo que no nos dijimos | LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora