Patada al orgullo (Ainhoa)

474 29 12
                                    

- ¿Ainhoa?

- Dime Luz.

- ¿Estás despierta?

- Estoy hablando contigo, Luz.

- Ay, es verdad, lo siento. Si te molesto te cuelgo. ¿Te molesto? Mejor te cuelgo. -Luz entrando en bucle solo puede significar una cosa: problemas.

- ¡Luz! Tranquila, ¿si? ¿Qué pasa?

- Todo. Pasa de todo... -la cena ha ido como el puto culo, seguro.

- ¿Es por la cena?

- Sí - bingo.

- ¿Quieres hablar?

- No sé. Es que... Tú ya tienes bastante como para que venga yo ahora a contarte mis mierdas.

- Luz, cuéntame lo que necesites.

- Pues que Paolo es un pesado. Primero llega a la cena con un vino que ha comprado en el restaurante. Cosa que me parece súper cutre. Luego le da dos besos a mi madre como si nunca se hubiesen visto. Y después a mi padre no se le ocurre otra idea que enseñarle el álbum de mis fotos de pequeña. Pero eso no es lo peor de todo, ¿sabes qué es lo peor de todo? Que cuando ha llegado Martínez, como le ha robado el protagonismo, se ha puesto como un unga unga. ¡Y encima me ha llamado "mi amor"! ¡"Mi amor" Ainhoa! ¡Como si llevásemos meses!

- Bueno Luz, es que lleváis meses...

- ¡Meses follando, no saliendo! Joder...

- A ver... Entiendo que esto ya lo has hablado con él, ¿no?

- ¡Claro que lo he habla...

- Como sigas gritándome te cuelgo. Estoy al otro lado del teléfono y te escucho perfectamente. Así que si no quieres pagarme un otorrino y quedarte sin consejo, baja la voz.

- ¡Lo siento! Perdón, perdón. -arrepentida es más mona...-. Lo he hablado con él, sí, pero parece no escucharme. Me gusta, claro que me gusta, pero es que es un intenso. Y ahora está enfadado conmigo por decirle las cosas como son por milésima vez.

- Déjalo estar, Luz. Digo yo que se termine dando cuenta de que tienes la razón.

- ¿Tú crees?

- No lo creo, lo sé. Estáte tranquila.

- Gracias Nhoa... -¿me acaba de poner un mote?

- ¿Nhoa?

- Si no te gusta puedo volver a llamarte Ainhoa, o jefa, o chef. Lo que prefieras.

- Luz, está bien. Me gusta. -no sé si tanto como ella, pero me gusta-. ¿Mañana haces algo?

- Pues qué voy a hacer, cocinar, como todos los días.

- Va a ser que no. Mándame la dirección de tu casa.

- ¿Para qué?

- Mañana es jueves, así que hay mercadillo en Coscojales. Tú y yo, señorita, vamos a ir hasta allí, que necesito caracoles.

- Vaaale. -¿piensa que la voy a secuestrar?

- Si piensas que te voy a secuestrar, déjame decirte que no voy a darte ese placer.

- ¿La chef Ainhoa Arminza bromeando? Esto me lo tengo que apuntar en el calendario.

- No te pases de lista, Romaña. Entonces, ¿qué dices?

- Que sí, digo que sí. Pero si sigues entreteniéndome, lo de levantarme mañana antes de las 9 complicado.

- ¡Pero si me llamaste tú!

Todo lo que no nos dijimos | LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora