𝑻𝒉𝒆 𝑹𝒆𝒃𝒊𝒓𝒕𝒉 𝒐𝒇 𝒂 𝑺𝒘𝒐𝒓𝒅 𝑯𝒆𝒓𝒐 (𝑻𝒓𝒂𝒅𝒖𝒄𝒊𝒅𝒐)

Capítulo 29: La noble espadachina

Whoa Whoa. ¡Por favor, no conviertan la sección de revisión de mi historia en una zona de guerra, muchachos!

Para ser honesto, todo lo que todos ustedes dijeron tiene algo de razón. Sin embargo, también quiero añadir algo más. Las inconsistencias y la reconfiguración son cosas prácticamente inevitables en el manga, anime o lo que sea shounen y seinen. Tomemos como ejemplo uno de los mangas shounen más famosos de la historia: Dragon Ball. Está repleto de inconsistencias y agujeros en la trama que los fanáticos de todo el mundo señalan, especialmente cuando se trata del nivel de poder, habilidades y otras cosas. Y, sin embargo, sigue siendo considerada una de las franquicias más exitosas de la historia del manga. Y el objetivo de escribir un fanfic sobre una franquicia es construir tu propia historia a partir de la base de la franquicia misma y tratar de aplicar tu propio pensamiento, opinión e interpretación de los eventos, el escenario y el mundo en tu propia historia, con suerte, arreglar lo que PIENSAS que es inconsistente en el proceso. Enfatizando en PENSAR. Recuerden muchachos, solo somos lectores que intentamos interpretar las cosas que los autores escribieron en sus obras; no somos ellos para entender lo que pensaban cuando los crearon.

De todos modos, adelante con la historia.

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—¿Estás bromeando?

EMIYA miró fijamente el escenario frente a él con divertida incredulidad.

Claro, esperaba que intentaran hacer algo para llevarse a Wyndia cuando llegara a Melromarc. Después de todo, después de presenciar lo que Wyndia podía hacer en Zeltoble, pudo entender por qué la Iglesia deseaba tanto recuperar a la niña.

Simplemente no esperaba que establecieran una maldita corte marcial. Parecía que la corrupción de la Iglesia en este país era incluso peor de lo que la Reina le había descrito.

A excepción de los miembros de la corte y algunos soldados, no había nadie más en la sala. Obviamente estaban tratando de ocultar esto al público. Y EMIYA notó que el Rey no estaba allí. Es posible que él tampoco supiera nada de esto.

Derribar a todos en esta sala no sería demasiado difícil para él y su equipo. Después de todo, acababa de ser nombrado la persona más fuerte de todo este mundo y acababan de terminar de hacer retroceder una Ola de Calamidad. No hay forma de que unos pocos soldados puedan compararse con el Capitán Fargus o la Hidra que acababa de matar.

Sin embargo, no creía que contraatacar fuera una buena idea. No podía simplemente volverse loco y asesinarlos a todos, especialmente en medio de una sala como esa. Sólo los tontos sedientos de sangre que quieren que todo el país esté en busca de su sangre se les ocurriría hacer eso.

—La corte está en sesión para el juicio de Emiya Shirou, el Héroe de la Espada —dijo con voz altiva el que estaba sentado en el asiento del medio de la mesa principal, a quien EMIYA asumió que era el juez—. ¡Se le acusa del crimen más horrible de secuestrar niños a sus propios padres!

—¡¿Qué estás diciendo?! —Farrie exclamó con incredulidad—. ¡Sensei nunca haría algo así! ¡¿Cuándo tuvo tiempo para hacer eso, de todos modos?!

El juez miró a los soldados en la entrada.

—Traíganla.

Los dos soldados hicieron una reverencia y salieron de la habitación. Unos minutos más tarde, la entrada a la cámara se abrió de nuevo y los oídos de todos fueron bombardeados por un grito ensordecedor. Una sombra envolvió a Wyndia en un abrazo antes de que alguien pudiera hacer algo.

—¡Mi bebé! ¡Oh, mi bebé! ¡Pensé que te había perdido para siempre!

Wyndia parecía completamente aterrorizada. Gritó mientras intentaba alejar a la persona que se aferraba a ella.