Capitulo 34: Eres el reflejo de lo que un día más ame

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Sonya

-Mami ¿De qué son esas galletas?- Abbi toma una para probarla y yo se la quito rápidamente.
-Aún no cariño espera a que llegue papi ¡Y comeremos todos juntos!- trato de animarla tocando sus manitas.

-Tiene 7 años pero es demasiado inteligente- dice mi madre mientras la ve jugar con sus amiguitos en el parque.
-No quiero obligarla a estudiar demás, quiero que descubra que le gusta y apoyarla, pero no puedo cometer el mismo error que Ana-
-Lo sé cariño, ella es igual que tu padre, no forcemos la cuerda-

Ella estaba jugando a las escondidas y de forma habilidosa encontró a cada uno en menos de 10 min, detrás de los árboles, dentro de los arbustos y hasta detrás de las cercas.

Serás especial...

-¿Cariño qué sucede?- siento que agitan mi hombro, veo a Julian.

Con gotas de sudor bajando por mi frente y la respiración agitada tomo el vaso de agua que siempre dejo en la mesita y tomo sin detenerme.

-¿Qué soñabas?- acaricia suavemente mi cabello.
-Abbi...- digo agotada- debe ser que mi mente no la quiere dejar ir- pongo mi mano en mi frente quitando el sudor.
-Tus hermanas están muy insistentes ¿Segura que no quieres hablar con ellas?- me pregunta un poco incómodo, no nos han dejado dormir en paz sin llamar.
-Sabes que ellas no lo entenderán, solo hay que dejar pasar el tiempo, no estoy dispuesta a pelear con ellas cuando intento cerrar- digo ya cansada.
-Sigamos durmiendo, mañana será otro día- me da un pequeño beso y duerme, solo me quedo acostada pensando en algo que tengo pendiente, debo hablar con él.

...

La noche acaba, el sueño pasa y con el día llega mi despertar, me levanto bostezando, mientras que trato de encender mi cerebro me quedo unos segundos mirando mi pared sin razon alguna, de un momento a otro noto que mi esposo no está en la cama, procedo a buscarlo por la habitación pero no lo encuentro, rápidamente siento un deja vu el cual hace que mi corazón se acelere y entro en pánico muy rápido.

Corro por las escaleras y sin querer tropecé con un escalón haciendome caer directo al suelo.

Por alguna razón no me puedo levantar de allí pero sigo viendo a mi alrededor, trato de buscar a mi esposo pero sin éxito, poco a poco mi vista se desenfoca.

(¿Julian?)

Sigo buscando a mi esposo con la mirada pero el resultado era el mismo y poco a poco la vista solo empeoraba.

(¿Dónde estás Julian?)

El golpe que me dí fue raramente grave a tal punto de quedar inconsciente.

(¿Dónde está el amor de mi vida?)

                 Julian unos minutos antes

Despierto como cualquier otro día, estoy acostado abrazando a el amor de mi vida, no hay nada que me pueda hacer más feliz.

Como despierto primero que ella decido hacerle una sorpresa levantándome lentamente de la cama sin que se diera cuenta ya que tiene el sueño muy liviano, como pude salí del cuarto con algo de ropa que encontré por allí para rápidamente ir a la tienda y comprarle algo para darle una sorpresa en la cama.

Fui a una repostería la cual quedaba cerca de donde nos estábamos quedando, apenas entré pude escuchar una risa infantil salir de algún lugar que desconozco.

(Reconozco esa risa)

Era la risa de Abbi, busque con la mirada pero no la ví.

(Cálmate)

Voy pensando eso repetidamente mientras inhalo y exhalo profundamente para tener control de mi mismo.

(Ella ya no está)

Ese es el último pensamiento que tengo antes de pedir el pastel.

Pedí un pastel de melocotón con maní, esa conbinacion rara de dulces y salados es algo que le encanta a ella; la pido indicando que lleve la frase de "Tu eres la salida de mi dolor".

El pastel no tuvo costo ya que la pastelería en la que estaba me reconoció y me la regalaron por pena por lo sucedido con Abbi.

Tomé el pastel sonriéndole y dándole las gracias aunque algo apenado e indignificado, salí y tomando mi coche me propuse la meta de ir al hotel pero algo me interrumpió; fue un hermoso vestido que aunque se veía algo infantil me gustaba era un vestido violeta con detalles rosas, me encantó tanto que lo compré para mi esposa, ella es mi todo y se merece todo, quería comprarle una muñeca pero ya se veía muy infantil.

Mientras que conducía me detuve en un semáforo que estaba en rojo, miré por la ventana y pude ver a una hermosa pareja que tenía a su hijo y el mar en fondo, iban caminando a dios sabra donde pero se veían bien felices, caminaban tomados de las manos y el niño en medio claramente dando salticos de alegria, se veía algo quemado por el sol aunque se veia muy tierno y traía un collar de perlas negras muy lindas a mi parecer. Pensé que al ver esto me dolería pero al contrario, causó un hecho de felicidad en mi y ahora tengo unas ganas de tener un hijo, sería algo lindo después de todo. El semáforo cambió y mi rumbo continúa pensando en que decirle a mi esposa a penas la vea esperando a que me sonría. Iba manejando mientras imaginaba cual iba a ser su reacción al ver todo esto.

(Espero no me pregunte de donde saque la plata)

No quiero dar tanta explicación de donde e sacado tanta plata si había perdido todo en la búsqueda de Abbi, así que solo diré que fue "Arte de magia".

Tardé más o menos 1 hora desde que salí de el hotel, pero unos segundos después al entrar me arrepentí de tardar tanto.

La triste imagen que veo es al amor de mi vida: ~Abbi~ Sonya tirada en el suelo. La escena fue muy desgarradora para mis ojos, rápidamente tire todo en la entrada y corrí hacia mi pequeña niña a socorrarla.

Perdí mi niñez y no se porqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora