Perdí mi niñez y no se porque

Capitulo 26: Corazón roto de un padre

Julian Winehouse
...

No se escucha nada, me siento muy frustrado últimamente por el hecho de no poder encontrar a mi hija, ella... Ella es y era la luz de esta casa, la luz de esta familia y la luz de mi relación, sin ella... Todo se derrumba.

-¿Por qué?- exclamo frustrado mientras miro por la ventana al patio donde era el último lugar donde ella estaba -¿Por qué hicieron esto?-

Solo siento ira y frustración dentro de mi, intento buscar por mi cuenta pero no he conseguido nada mi esposa de seguro piensa que no he hecho nada por mi hija, pero enrealidad estoy hasta pagando a "Ciertos contactos" para "Conseguirla más rapido", tanto he pagado que hasta en bancarrota quedé, lo bueno es que esta depresión no me genera hambre, porque de todos modos no tengo dinero para comprar más comida.

-Si sigo así, terminaré vendiendo la casa- digo en voz baja.

¿Qué puedo hacer yo para conseguirla?

-Mi niña- digo aguantando las lágrimas.

Usualmente soy estereotipado con lo de que los hombres no lloran, pero... Es mi hija de la que estamos hablando, es la persona más importante para mi, no tenerla es algo que me duele hasta tal punto de que aguantar mis lágrimas es cada vez más complicado.

-Cuando descubra quién fue- digo con ira.

No se muy bien que haría, pero se que perdería el control de mis estribos rápidamente, aunque intentaría levemente controlarme, no quiero caer preso justamente cuando consiga recuperar a mi hija.

*Pum*

La puerta de mi casa suena fuertemente, es mi esposa, no me parece nada nuevo, después de todo siempre que llega tira la puerta sin razón alguna, bueno... No siempre, solo desde que Abbi... No está.

Ella se sienta en el mueble de la sala, desde la cocina puedo ver su frustración y tristeza ¿Cómo la puedo ayudar? Después de todo es mi esposa y la amo... o la amé en un momento.

Camino lentamente a la sala y me siento en el mueble que está al frente de ella, ahora que lo pienso, no he sido una buena ayuda para ella, después de todo ella está sufriendo igual que yo y yo simplemente decidí hablarle menos desde que Abbi desapareció, en vez de ayudarla como mi esposa.

(Bueno, nunca es tarde para ayudar)

-¿Conseguiste algo nuevo sobre Abbi?- digo en voz leve.

(Eso relativamente no es ayudar, pero no puedo pensar otra cosa que no sea sobre ella)

-No...- dice Sonya dudando.
-Oh... ya- digo decepcionado.

Eso es todo lo que hablamos, después de todo para ella tampoco es fácil hablar de otra cosa que no sea de Abbi.

(Aunque... ella es bella, pero no bella de aquella que se roban la portada, ella es bella de aquellas que con una simple y perfecta sonrisa te roban hasta el alma)

Poco a poco fuí recordando el porqué me enamoré de ella y no me arrepiento de haberlo hecho, sin darme cuenta suelto una leve sonrisa después de tanto tiempo sin reír, es algo que me gustó, pero mientras más recorda en nuestros momentos felices poco a poco llegaban esos recuerdos de Abbi,  justamente cuando llegué a esos recuerdos mi sonrisa se desvaneció y las ganas de llorar volvían, sin darme cuenta solté unas lágrimas.

-Eres un asco- escucho esas palabras salir de la boca de Sonya.
-¿Qué?- digo confundido.
-Eres un asco, en vez de salir a buscar a nuestra hija, lo que haces es quedarte aquí llorando-
-Eso... no es verdad-
-¿Enserio? ¿Entonces que has estado haciendo?-
-Yo...- dudo si decirle o no a ella lo que he hecho, después de todo, no es muy legal que digamos.

Repentinamente me fijo en unos papeles que trae en la mano.

-¿Qué traes allí?- pregunto.
-Información valiosa para encontrar a nuestra hija, pero claro como ella no te importa, estos papeles tampoco lo hacen- dice Sonya entre dientes
-¿Qué ella qué?- me levanto ya molesto - ¿Traes información importante para encontrar a mi hija y no me la quieres mostrar?-
-Nuestra hija- me corrige- pero al parecer es más mía que tuya- me señala con su dedo índice
- ¡Sabes bien que no me he quedado solo aquí!- por reflejo le boto la mano con el dorso de la mía - ¿O qué crees que he hecho? ¿Esos días que no estuve sabes que he hecho?-
-¿Acostarte con alguien...- la interrumpo
-¡Ya basta!- grito exaltado, no soporto esa respuesta, ella sabe cuánto la amo
- ¿¡Entonces qué mierda has hecho!? ¡Dime!- me relajo al verla tan inestable, me duele tanto
- Siéntate...- le indico con mi mano al sillón - te explicaré-

Ella simplemente se rinde y se sienta dónde le mostré, yo respiró profundo para soltar esto, sé que a ella no le gusta pero somos padres, necesitamos apoyarnos.

- Estos días le he pagado a Corket- ella me mira mal- a sus hombres- corrijo- si pueden encontrar cualquier persona hasta fuera del continente ¿Qué me dice que no consigan a nuestro hija?-
- Julian, sabes lo que hacen...- ella dice procesando
- Sé que son de ese mundo, pero ellos solo son así con los que venden drogas, yo les pedí un trabajo-
-¿Con qué lo has pagado Julian?-

Solo puedo callar por unos segundos, no quiero mencionarle los ahorros de las remodelaciones de la casa, sé que ella me entenderá, pero de lo que se enterará, es que eso fué un complemento por fuera de mi sueldo, uso el 80% pagándole a esos hombres.

Veo caer sus lágrimas de repente, niego de la reacción de verla así, primero muerto que verla llorar otra vez, ella no sabe como llego a sufrir por verla así, siendo una mujer que pasa por tanto no debe sentirse mal otra vez, por favor no... Le tomo las manos secando sus lágrimas y llorando también, soy tan sentimental que a veces no se cómo reaccionar a esas cosas.

-Por favor perdóname, estoy tan desesperado, si quieres les digo que no busquen más- la veo afirmar con la cabeza pero aún llorando- Sonya ¿Qué haremos? Por favor dime, no sé que más hacer, es nuestra hija- lo último digo roto, se me rompe el pecho.
- No puedo, necesitamos espacio, necesito calmarme para seguirla buscando, por favor...- salta del sofá para irse por la puerta.

No la busco, no la sigo, sé que ella necesita espacio, esto es demasiado y también la he engañado con lo que he hecho por nuestra hija, le dejo un mensaje a Corket de que no mande más a buscar a mi hija, me dijo que está bien, que gracias por haberle pagado por adelantado y yo elimino la conversación.

(Sonya, estoy tan cansado, dime qué hacer, no se qué buscar, no sé que más buscar, nuestra hija ya puede que ni siquiera esté con vida pero aquí estoy buscándola como un loco)

Yo solo tomo otra botella de whisky y la sirvo para tomar todo de un trago, estoy tan ahogado en dolor que no importa ahogarme en alcohol, de todas formas me dieron 2 meses de vacaciones pagadas por mi hija.

Aprovecho de revisar en los documentos que dejó Sonya, están unas fotos y unas llamadas, nombres, investigaciones personales, coartadas posibles, declaraciones, pero nada más de lo que pueda imaginar, estoy tan decepcionado de que no encuentren a mi hija y no poder buscar por medios públicos para conseguir apoyo, estoy tan decepcionado de que una niña de 9 años pueda ni siquiera estar viva ahora y estoy llorando, lloro demasiado y sigo tomando, tomando como si fuese mi último día de vida.

-¿¡Por qué mierda tienes que pasar por esto!? ¿¡POR QUÉ!?- grito cansado y desesperado, pero el sueño es tan grande que me hace caer en el sillón.

Creemos que somos capaces que lo imposible hasta que lo imposible llega
Sentimos que somos capaces de dar la vida por alguien hasta que ese alguien muera
¿Por qué somos tan ingenuos?
El ser humano no sabe cumplir promesas
Y las promesas no están hechas por sentimientos.