Hyein se revolvió el cabello, mirando la lujosa puerta de madera con frustración. Despertar a Minji daba tanto miedo que preferiría ser perseguida por un tigre.
Hoy era domingo, se suponía que estaría descansando en su apartamento, jugando o yendo al centro comercial a comprar esa chaqueta que le tenía el ojo puesto desde hace días.
Y no entendía porque a Minji le gustaba dormir aquí, en una habitación secreta en su oficina. Tal vez estaba evitando la repentina visita del señor Kim.
Hyein se encogió de hombros.
Se oyó un fuerte estruendo en el interior de la habitación sobresaltando a la más alta, Minji debía de haber vuelto a romper su alarma digital.
Hyein miró su reloj, son las 5 de la tarde, suspiró y empezó a llamar con fuerza a la puerta.
— Déjame en paz, Hyein. — sonó la voz ronca de Minji desde el interior.
Hyein dudó.
Finalmente se decidió en abrir la puerta.
La habitación estaba a oscuras, solo se veía la leve luz del baño entre cerrado, la silueta de Minji sentada en su cama era visible.
— ¿Eres idiota? ¿O es que mis palabras no son claras?
— Lo siento, yo...Hyein no continuó con sus palabras cuando Minji se levantó de la cama y caminó hacia ella. — Estoy harta de oír esa palabra. — gruñó. — Todos se disculpan, pero siguen haciendo lo mismo.
— Deberías prepararte para la cena de esta noche. — Hyein inclinó la cabeza.
Minji exhaló molesta. — ¿Qué hora es? — preguntó. — cinco y cinco, señorita.
Minji se dirigió a su cuarto de baño. — Espérame en el sofá de afuera. — ordenó. Hyein asintió y se dio la vuelta.Minji cerró la puerta molesta.
Entró perezosamente al baño, quitando su camiseta y bóxers, y abriendo el grifo de la ducha.
En otro lugar.
Haerin salió del baño, frotando su cabello con la toalla y luego la puso en el cesto de ropa sucia.
Se acercó a la cama y tomó su jersey de cuello alto, poniéndoselo.— ¿Dónde están mis pantalones? — preguntó a la mujer que la observaba desde la cama. — ¿Por qué tienes tanta prisa? — cuestionó la mujer con voz ronroneante.
Haerin no contestó, levantó la almohada y la funda de la cama, buscando sus pantalones. — Dime en donde están. — ordenó a la mujer.
La mujer llamada Reina se bajó de la cama, la manta que cubría su cuerpo cayó al suelo, se acercó a Haerin rodeando su cuello con ambos brazos, sus pechos se apretaron contra el de Haerin.
— Podemos continuar nuestras actividades anteriores, quítate la ropa ahora y sáltate esa estúpida cena. — dicho eso lamió su cuello, la gatuna ladeó su cabeza evitando a la mujer.
— Tengo que recoger a mi padre. — Haerin dijo, Reina frunció los labios. — ¿Vas a volver? — preguntó.
Haerin resopló. — No. — se soltó de su agarre. — No volveremos a vernos. — se arrodilló en el suelo buscando debajo de la cama.Ahí están.
Haerin los recogió poniéndoselos de inmediato.
— ¿Estás saliendo con alguien? — Reina se sentó en el filo de la cama, cruzando la piernas. — ¿O estás buscando a tu nueva presa? — susurró coqueta.La mente de Haerin se desvío hacia cierta mujer extranjera.
— ¡Ohhh! Es esa secretaria tuya, hmmm... ¿Cómo se llamaba? — Reina se frotó la barbilla. — ¿Danielle? — sonrió satisfecha.
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Slow Dance With The Devil [Bbangsaz G!P]
Fanfiction«Agria. Fría. Cabezadura. Son todas las cosas con las que Kim Minji, la joven CEO, está familiarizada. Es rica y tiene éxito, y es muy inteligente a la hora de gestionar la empresa para que siga siendo la mejor de Corea del Sur. Pero ninguno de sus...