Slow Dance With The Devil [Bbangsaz G!P]

Los Votos y Los Herederos (1): Devoto a ti

Minji levantó la cabeza cuando se dio cuenta de que había alguien delante de su mesa.La señora Kim se quedó mirándola, sus cejas se fruncieron y luego retrocedió, parecía que quería decir algo.

La directora general dejó el bolígrafo. — Sí, mamá?

¿Dónde está Hyein? ¿Por qué no me dijo que mamá iba a venir?

La mujer de mediana edad colocó su bolso sobre el escritorio de Minji. — Te he permitido visitar a Hanni, NO llevártela a casa. — cruzó los brazos delante del pecho.Minji se quitó las gafas. — No dejaste claro que no podía llevármela a casa. Es mi mujer, y llevamos una semana separadas.

La señora Kim entrecerró los ojos. — No hables como si no recordaras lo que pasó entonces para que tuviera que llevármela. Deberías saber que necesitas mi permiso si quieres llevártela a casa. Y ahora que está trabajando en su habitación, ¿por qué no le dices que se quede en casa mientras esté embarazada?

Minji suspiró.

Necesito una buena respuesta.

— Bueno mamá, en primer lugar, siento haberla llevado a casa sin tu permiso, pero la echo tanto de menos...— Esa es tu consecuencia por actuar sin usar tu cerebro. — la señora Kim interrumpió a su hija.

— Claro, sí, ya lo sé, gracias. — Minji respondió exasperada.— Y deberías disculparte con esa preciosidad alta.— Lo haré más tarde.— Más te vale.— ¿Puedo continuar con mis palabras?— Por supuesto, querida.

Minji se frotó la frente.— De acuerdo... y me di cuenta de que no puedo vivir sin ella, y tengo que cambiar. Lo hablamos juntos, y prometí hacerlo mejor, no quiero perderla.— ¿Sólo a ella? — la señora Kim hizo un puchero, — Sabes que con tu naturaleza, también puedes hacer que otras personas no quieran...

Minji puso los ojos en blanco. — Vale, vale, yo tampoco quiero perderos. — inmediatamente interrumpió a su madre.La señora Kim se quedó en silencio un momento, luego sonrió ampliamente, — Eso es lo que quería oír. — caminó hacia Minji mientras estiraba los brazos, — Mi dulce hija, te quiero.

Oh hombre, ha vuelto a ser la de siempre.

La señora Kim inclinó su cuerpo y abrazó a Minji con fuerza. —Creo en ti. — susurró suavemente mientras le besaba la sien.

Luego se enderezó y acarició el pelo de Minji. — Porque si sigues sin cambiar ese comportamiento tuyo, me llevaré a Hanni a vivir conmigo y con tu abuelo, y no podrás verla nunca más. — sonrió dulcemente y pellizcó la mejilla de Minji.

Minji sintió que se le encogían las tripas.

Se aclaró la garganta y asintió con la cabeza. — Tienes mi palabra, mamá.

La señora Kim juntó las manos, — ¡Bien! Ahora dile a Haerin que venga, quiero preguntarle por los preparativos de su boda, es en dos semanas. Y pídele que traiga también ese dulce.

— Mamá... — Minji miró molesta a su madre. — ¿Por qué no la llamas o vas a su oficina?

—¿No estaría bien que habláramos juntas? Lo quiero así.

Sus modales eran tan dulces como siempre, pero su tono sonaba como una amenaza. Su comportamiento había cambiado últimamente, parecía más impredecible.

La sangre mafiosa en ella estaba definitivamente en llamas.

Minji decidió no discutir con su madre, pulsó perezosamente el botón azul de su intercomunicador.

— ¿Sí Minji Unnie? — llegó la distintiva voz alegre de Danielle.

Minji frunció las cejas al escuchar las palabras.