XV. NO ESTAMOS EN EL BANQUILLO

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Mientras mamá y Jonathan subían a Will al coche y se preparaban para marchar, me acerqué a ellos. Sabía que debía ir, pero no sabía si podría soportar verlo.

-Mamá… - llamé.

-¿Sí?

-¿Te importa si me quedo en casa? Es que antes en la… caseta, fue como si… me dio miedo, ¿sabes? Y no sé si… si podré verlo otra vez… Sé que debería ir con vosotros y ayudar a Will, pero...

-Quédate. Tranquila. Cuida de los chicos.

-Gracias. Buena suerte.

Le di un abrazo. También abracé a Ce y le deseé buena suerte antes de que se marchara con Hopper al laboratorio. Mamá, Jonathan y Nancy iban con Will.

Todos nos quedamos en la puerta y vimos a los coches partir. Una vez que se alejaron, todos entramos. Mike fue el último.

Fui a sentarme en el sofá. Cuando pasaba, le pedí a Max que se sentara a mi lado.

-¿Todo bien? - preguntó.

-De puta madre. ¿Y tú?

-Todo esto es muy… raro.

-Lo sé… ¿Sabes?, me alegro de que estés aquí. ¿Por qué viniste a Hawkins?

-Divorcio. Mis padres, ya sabes. Mi madre y mi padrastro querían empezar de cero… lejos de él. Como si él fuese el problema, ¿sabes?

-¿Le echas de menos?

Ella asintió.

-Mucho.

-Ya… Mis padres también están separados. La diferencia es que mi padre es un gilipollas, así que me alegra no tenerlo en mi vida.

-Ojalá uno pudiera separarse de sus hermanos.

-¿Tanto lo odias?

-No lo odio, pero... no sé. Si lo conocieras sabrías por qué lo digo. Él es… no sé, siempre está enfadado y… bueno, al final las paga conmigo.

-Lo siento.

Ella no respondió.

-¿Max?

Me giré para mirarla. Miraba un punto fijo en el suelo, y algunas lágrimas salían de sus ojos.

-Eh, Max - susurré, con voz suave.

La abracé e hice que apoyara su cabeza en mi pecho. Ninguna de las dos dijimos nada hasta que ella se calmó.

-¿Mejor? - pregunté. 

Nos separamos y ella sonrió, asintiendo.

-¿Quieres un vaso de zumo?

-Por favor.

Me levanté y fui a la cocina para llenar dos vasos, uno para ella y otro para mí. Me quedé paralizada en cuanto entré.

-¿Alguien puede explicarme qué hacéis? - pregunté.

Steve y Dustin se quedaron quietos y me miraron. Se quedaron callados sin saber cómo explicarse.

-¿Por qué estáis metiendo a ese Demoperro en mi nevera?

-Es un gran descubrimiento científico - se justificó Dustin.

-Dustin, no todos los descubrimientos científicos se pueden guardar, y menos los que son peligrosos, ¿o es que no habéis visto Alien?

Ellos se miraron. Su silencio me sirvió como respuesta.

-Joder - negué con la cabeza -. Mirad, haced lo que queráis. Pero ya le explicaréis vosotros a mi madre por qué hay un Demoperro en la nevera.

Cogí dos vasos y los llené del zumo que antes estaba en la nevera y ahora estaba encima de la mesa.

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora