IV. PODERES

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Después de aquel extraño encuentro, volví a clase. No atendí en todo el día, y cuando todos salieron al descanso, yo me quedé en clase, dibujando, escribiendo, pensando. Ni siquiera a la hora del almuerzo me moví de allí. Los profesores se preocuparon, pero yo no tenía apetito.

Cuando, al fin, pude volver a casa, decidí hacerlo caminando. Sería como media hora de camino, pero por lo menos me despejaría. Siempre hacía eso cuando me sentía abrumada, salía a pasear.

No había nadie en casa. Casi siempre estaba vacía. Pero nunca estaba sola; tenía a Will. Me sorprendió la voz de Mike a través del walkie talkie, de modo que derramé un vaso de agua sobre algunos de mis dibujos.

-Mierda - dije, levantando el vaso para evitar que siguiera goteando.

Alargué el brazo y cogí el walkie.

-¿Qué pasa?

-Tenéis que venir, rápido - respondió Mike.

-¿Es la chica? - preguntó Lucas, aparentemente no le gustaba esa idea.

-Mejor. Es sobre Will.

Nada más oír el nombre de mi hermano, me levanté y salí corriendo. Me subí a mi bicicleta, pensé que debía dejar un mensaje para que mamá no se preocupase, volví a bajarme y garabateé en una hoja: "He salido a casa de Mike". Firmé y dejé la hoja en la mesa de la cocina. Entonces sí, volví a subir a la bicicleta y me puse de camino.

Cuando llegué yo, los chicos ya estaban arriba, en la habitación de Mike. Llamé a la puerta y, exactamente igual que la noche anterior, Mike abrió la puerta muy poco, lo suficiente para verme y, entonces sí, hacerme pasar.

Once estaba sentada en la cama. Me sonrió a modo de saludo y yo respondí con la mano. Lucas y Dustin me miraron mal.

-¿Qué? - pregunté.

-¡Os habéis vuelto locos de remate! - exclamó Lucas.

-Venga, Lucas, no hemos venido a pelearnos por la niña - dije, tranquila.

-Sabe lo de Will - soltó Mike.

-¿Cómo que sabe lo de Will? - repitió Dustin, atónito como todos.

Mike cogió una foto en la que aparecíamos los cinco, sonrientes, ignorantes del futuro.

-Me lo ha enseñado. En esta foto. Sabe que había desaparecido, estoy seguro - explicó.

-¿Estás seguro?

-Pensádlo: ¿creeis que es una coincidencia que estuviera en el Bosque Negro, el mismo sitio donde desapareció Will?

-Es muy raro - admitió Dustin.

-Y me ha dicho que la persiguen malas personas - siguió -. Creo que esas malas personas son las que se llevaron a Will. Creo que sabe lo que ha pasado.

-¿Y por qué no quiere decirnoslo? - preguntó Lucas.

Lucas se acercó a ella. La agarró por los hombros y empezó a gritarle para que hablase.

-¡Para! - exclamé -. ¡La estás asustando! - se apartó y yo me acerqué. Me agaché delante de ella para quedar a la misma altura -. Ey, peque. Ese niño, el de la foto, es mi hermano. Lo estoy buscando. Si sabes dónde está, por favor, necesito saberlo.

Ella no respondió. Por su cara pude deducir que quería hacerlo, pero que o bien no sabía qué decir, o bien no podía hacerlo, igual por esas "malas personas".

-Tenemos que decírselo a tu madre - indicó Lucas.

-¡No! - exclamó Mike -. Once dice que contárselo a los mayores es peligroso.

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora