A la mañana siguiente, Ce y yo tardamos en vestirnos más de lo normal, porque no parábamos de reír y hacer el idiota.
Ce quería estar perfecta y, pese a que yo insistía en que todo le quedaba bien, se probó varios conjuntos antes de decidirse. Entre un cambio y otro, bailábamos, reíamos y jugábamos. Luego tocó repetir el mismo proceso con mi ropa, aunque yo tardé mucho menos en elegir.
Cuando finalmente estuvimos listas, bajamos. Argyle y Jonathan ya estaban esperando para llevarnos al aeropuerto a recoger a Mike.
-¿Y Will? - pregunté -. Es imposible que haya tardado más que Ce en escoger qué ponerse.
-¡Ey! - se quejó ella, pero se reía.
-No lo sé, pero dile que se de prisa, o Mike va a tener que venir caminando hasta aquí - dijo Jonathan.
Entré corriendo en casa. Fui hasta la habitación de Will y llamé a la puerta. No respondió, así que decidí entrar. Estaba sentado en la cama.
-Eh, ¿vamos?
-¿Y si Mike no me hace caso?
-Eso no pasará, Will.
-Ya, pero, ¿y si pasa? Sabes lo que… lo que siento por él - susurró esto último.
-Lo sé. Pero él y Ce…
-Lo sé. Y no me importa. Yo… quiero que sean felices.
Me dirigió una sonrisa triste. Me acerqué para abrazarlo, y él se dejó. Le acaricié el pelo y le besé la mejilla.
-Anda, vamos - dije, tirando de su mano -. O no llegaremos a tiempo.
-Espera - dijo.
Cogió un gran papel enrollado y se lo llevó con él.
-¿Qué es?
-No es nada. Un dibujo.
-¿Puedo verlo?
-Luego.
No insistí más. Unos minutos más tarde estábamos en el aeropuerto. Nos sentamos en una hilera, cada quien pensando en sus cosas. Hasta que por fin vimos a Mike aparecer entre la gente. Ce se levantó.
-¡Mike! - llamó, y saludó con la mano.
Corrieron el uno al encuentro del otro. Se besaron y se abrazaron fuerte. Nosotros seguimos a Ce.
-Eh, cuidado, cuidado, cuidado. Que aplastas... - dijo Mike. Se separaron -. Aplastas tu regalo.
Le dio un ramo de flores. Un bonito gesto de parte de Mike Wheeler, "el soso".
-Oh - dijo Ce, sonriente, aceptando el regalo.
-Es una tontería. He cogido estas flores para ti en Hawkins. Sé que te gusta el amarillo, pero ahora creo que me he pasado de amarillo. Y también te gusta el morado, así que he cogido unas cuantas…
Mientras Mike explicaba, Ce me dio un codazo discreto y me enseñó la etiqueta disimuladamente. "Para Ce. De Mike".
De Mike.
-Son perfectas, gracias - dijo Ce, y dejó que Mike siguiera saludando.
-¿De dónde has sacado estas pintas? - pregunté a modo de saludo, quitándole las gafas de sol de las manos y poniéndomelas -. Intenta negarlo, Mikey, pero me quedan mejor que a ti.
-Hola, T/n, yo también me alegro de verte.
-Calla y dame un abrazo, enano.
-Soy más alto que tú, podrías dejar de llamarme enano.
-Ni lo sueñes. Enano.
Nos dimos un abrazo que acabé con una colleja al separarnos.
-¡Ay! - se quejó -. ¿Y esto es por?
-Ah nada. Un espasmo.
-Ah…
-Por Dios, que eres tonto, por eso es. Idiota.
-¿Qué…?
No pudo acabar de preguntar, porque yo me alejé, llevándome las gafas puestas, y me junté con Ce.
Mike saludó rápidamente a mis hermanos. Will me lanzó una mirada apenada después de que su intento de abrazar a Mike fuese totalmente ignorado. Mike "el soso". Ni para abrazar a sus amigos, el tío.
-¿Qué llevas ahí? - le preguntó a Will.
-Ah, no es nada. Es un dibujo que estoy pintando.
-Ya…
-Cómo mola la camiseta - comentó Argyle, interrumpiendo el silencio incómodo que se había formado -. ¿De Ocean Pacific?
Mike se le quedó mirando, posiblemente preguntándose qué narices hacía ese con nosotros.
-Oh, eh, Mike. Es mi colega, Argyle - lo presentó Jonathan.
-Ah. Hola - saludó Mike.
Estiró un brazo para estrecharle la mano, pero Argyle se acercó y lo rodeó con los brazos, en lo que en un principio pareció un abrazo. Pero solo miraba la etiqueta.
-Ah, no, no, no - dijo, apartándose -. Es una mierda de imitación, sí. Pero no te agobies. Yo te conseguiré material del bueno. He oído hablar mucho de tu hermana.
Mike miró a Jonathan. Este apartó la mirada y agachó la cabeza, como un niño al que acaban de echar la culpa.
-Vale, eh… ¿Nos vamos? - propuso, volviendo a levantar la mirada.
-Sí, esto es un poco incómodo, tío - confirmó Argyle. Y si él lo decía era cierto, porque era el rey de las situaciones incómodas sin sentido.
-Sí, eees… incómodo - admitió Mike.
-Joder, creía que era una Ocean Pacific - se quejó Argyle, hablando de nuevo de la camiseta.
Mike rodeó los hombros de Ce con un brazo, mientras con el otro arrastraba su maleta.
-Tengo todo el día planeado - dijo Ce -. Primero, a El Rodeo a por burritos
-¿Va en serio? ¿Burritos para desayunar? - preguntó Mike.
-Sí, ya verás.
-Sí, vale. Tú mandas. Pero, no sé, es un poco raro.
-Y después de los burritos, quiero ir al Rink-O-Mania.
-Al Rink-O-Mania, vale. ¿Qué es el Rink-O-Mania?
-El sitio más divertido de Lenora. Hay una pista, y recreativos…
-Cómo mola. ¿Y has quedado allí con tus amigas?
-¿Amigas? ¿Qué… qué amigas? - intervino Will.
Ce le pegó con las flores para mantenerlo callado.
-Bueno, pues… Stacy y Angela.
-¿Angela? - repetí yo -. Ce, eso…
Ella me lanzó una mirada fulminante, que más que ordenarme silencio me lo imploraba. Cerré la boca; total, qué mal podría hacer una mentirijilla. Spoiler: mucho. Por algo es que los amigos no mienten.
-Ya las verás, te lo prometo. Pero hoy no. Hoy solo quiero pasar el día contigo.
Mike le dio un beso en la cabeza y por fin salimos del aeropuerto.
Cumplimos con el plan de Ce. Primero, comimos unos burritos que estaban deliciosos. Y, a continuación, Argyle y Jonathan nos dejaron justo delante de Rink-O-Mania.
-Vamos a divertirnos - dije, entrando de primera.
Los demás me siguieron.
-Jonathan nos recoge a las seis - anunció Will.
-Vale - respondí.
Recogimos unos patines con idea de pasar un buen rato. Pero las cosas se iban a torcer. Mucho.
Gracias por leer♡
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Stranger Things // La Tercera de los Hermanos Byers
FanfictieT/n Byers. Hermana mediana de Jonathan y Will Byers. Una chica tranquila con una vida tranquila, un pequeño grupo de amigos y una familia que la quiere. Todo parece ir bien en el pequeño pueblo de Hawkins, hasta que T/n y sus amigos descubren que no...