IX. LA SAUNA

174 7 0
                                    

Will se ganó el derecho de familia a ir delante en el coche, por lo que los otros cuatro tuvieron que ir algo apretados en la parte trasera. Lucas, Mike, Max y Ce, en ese orden, para evitarse ratos incómodos.

Cuando llegamos, aparqué el coche y nos apoyamos en él con unos prismáticos para espiar a Billy, que ya hacía su turno como socorrista.

-A mí me parece normal - comentó Max.

-¿Normal? - repitió Lucas -. ¿Cuántas veces lo has visto con la camiseta?

-Bueno, es un pelín raro - aceptó.

-¿Solo un pelín? Vamos, Max - dije.

-Estaba en una bañera helada, al Azotamentes le gusta el frío - recordó Mike.

-Exacto - solté, señalando a Mike.

-Pero está sentado en la piscina, que es lo menos Azotamentes del mundo - insistió Max.

-No necesariamente - respondió Will -. Al Azotamentes le gusta esconderse. A mí solo me usaba cuando me necesitaba. Es como estar dormido y, de repente, cuando te necesita, te activa.

-Vale, entonces… esperaremos a que se active - propuso Max.

-No. ¿Y si le hace daño a alguien? - preguntó Mike.

-O mata a alguien - añadió Will.

-No podemos arriesgarnos - terminó Mike -. Tenemos que averiguar si él es el huésped.

Mike se apartó del coche y empezó a caminar.

-¿A dónde crees que vas, enano? - pregunté.

-Tengo una idea. Solo para chicos.

-¿En serio? - protestó Max.

-Es mejor para vosotras.

Tuvo que gritar esto último, pues los tres chicos ya se estaban alejando. Nosotras nos miramos. Max puso cara de asco.

-Siempre igual - exclamó.

-Creo que sé a dónde van - dije -. La sauna del baño de chicos. Creo que estamos mejor aquí, por ahora.

-¿La sauna? - repitió Ce.

-Es un sitio en el que hace mucho calor. La gente va para relajarse y demás, pero creo que, si Billy es el Azotamentes, es la mejor manera de comprobarlo - expliqué.

-Porque le gusta el frío - comprendió Max.

-Sí…

Un rato después, vinieron a explicarnos el plan. Mientras ellos fueron a recoger algunas cosas que necesitaríamos, como una cadena y un muñeco de pega, yo me quedé con Max, vigilando a Billy.

-Dios, espero que no seas tú - susurró -. Espero que no seas tú.

Sentí pena. Billy no me producía ninguna empatía, pero Max era mi amiga. Sabía lo que era que tu hermano estuviese poseído por esa cosa y no se lo deseaba a nadie. Ni a Billy, en serio. Si era él, Max lo pasaría mal.

Decidí no dejar a Max sola, ni siquiera para ayudar a montar la trampa. Lo que harían sería pegar al muñeco un walkie talkie y ponerlo detrás de la puerta de la sauna, para atraer a Billy y que pareciera que había alguien dentro.

Cuando cayó la noche y el cielo se tiñó de un color oscuro, empezó la operación desenmascarar al Azotamentes, o la prueba de la sauna.

Billy acababa de ducharse. Hicimos todo como estaba planeado, lo atrajimos hasta la sauna y, en cuanto entró, Ce logró encerrarlo. Nosotros salimos de nuestro escondite. Mike y Lucas aseguraron la puerta con las cadenas y un candado.

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora