The queen of fire and ice [Robb Stark]

Capítulo I

Año 298 D.C
Volantis.

La espada de ser Harald choca contra la mía logrando que el sonido de los metales chocando resuene en todo el lugar.

—Alerta—me advierte y asiento, dando un paso hacia atrás, arqueándome para esquivar su espada, que pasa justo sobre mi pecho—. Estás distraída, ¿por qué?

—Llegó un mensaje esta mañana—informo y él frunce el ceño—. De Jorah. No sé cómo logró mandar un cuervo a Varys, pero lo hizo, y hoy llegó la carta.

—¿Qué decía?—pregunta y trago

—Van a casar a mi hermana con Khal Drogo, el jefe de los Dothraki—le informo apretando los dientes—. Van a casar a mi hermana de catorce años con un... salvaje.

Para nadie en Essos es un secreto que los Dothraki no son personas amables o bondadosas, son... crueles, sanguinarios, no la clase de personas que me gustaría cerca de mi hermana menor.

Son violadores, abusan de las mujeres y dudo que mi hermana sea la excepción a eso. Es una niña sin forma de defenderse, y según he escuchado, Viserys no es más que un idiota que heredó parte de la locura de nuestro padre.

—Esas cosas pasan, Alyssa—me mira a los ojos—. Cualquier cosa que pase por tu cabeza, olvídalo, ¿si?

Le lanzo una mirada furiosa

—No, Harald—niego—. No fui enviada aquí para ocultarme hasta que muera; fui enviada aquí para ser entrenada y protegida hasta que pudiera tomar el trono de hierro.

Mi madre me envió aquí cuando las cosas comenzaron a agitarse en King's Landing, con Harald como mi protector, jurando que cuando estuviera lista sería yo quien tomaría el trono de hierro.

—¿Crees que estás lista?—cuestiona—. ¿Estás lista para enfrentarte a todo Westeros? Sigues siendo una niña...

—Muchas mujeres de la familia se casaron a mi edad—me encojo de hombros—. Si tengo la edad para casarme ¿Quién dice que no la tengo para tomar lo que por derecho me pertenece?

A mis dieciocho años, estoy en una edad en la que muchas mujeres de mi familia se casaron, o incluso más jóvenes que eso. Las mujeres Targaryen han pasado por muchas cosas incluso estando más jóvenes que yo; y si ellas tenían la edad para eso, yo la tengo para hacer lo que debo.

Me mira fijamente antes de respirar profundo y asentir.

—Eres terca, nada va a quitarte esa idea de la cabeza—suspira—. ¿Crees que Balaur va a ser suficiente para eso?

—Balaur es el dragón más grande—me encojo de hombros—. Es agresivo, reclamarlo fue todo un reto. Pero un solo dragón... necesitaría al menos tres.

Un solo dragón haría que llame la atención de todos, pero tres de ellos harían que todos lo pensaran dos veces antes de intentar cualquier movimiento. Como el conquistador con su dragón y los de sus hermanas.

—Nadie sabe dónde están los dragones que sobrevivieron a la danza de dragones—niega—. Es imposible localizarlos...

—Creo saber dónde están—lo interrumpo—. Obviamente nadie los monta porque ya lo sabríamos, así que imagino que están escondidos. En Valyria.

La antigua Valyria, las ruinas que quedan de ella.

Hay un enorme edificio, se dice que lo suficientemente grande como para que los dragones que siguen libres descansen ahí.

—Si están ahí, probablemente solo queden sus huesos—alega—. Balerion se debilitó luego de visitar Valyria con Aerea, ¿qué crees que le pasaría al resto al visitar Valyria?