Capítulo XXVI

1K 142 9
                                    

Balaur suelta un rugido bajo que me hace reír cuando volvemos al suelo, pero aún así me quedo en la montura disfrutando de la vista del río.

—¿Despejando la mente, majestad?—ser Barristan se acerca y yo asiento, comenzando a bajar de la montura porque para escucharlo aquí arriba debe gritar

—Preguntándome si es buena idea que mi esposo quiera atacar Lannisport—suspiro cuando bajo—. Usted, con su conocimiento, ¿cree que es buena idea, ser Barristan? Teniendo en cuenta toda nuestra situación.

—No, majestad—dice—. Los Lannister son poderosos y fuertes, si intentáramos tomar Lannisport nuestro ejército... quedaría en su cuarta parte, y eso no funcionaría después.

—Y Casterly Rock es aún peor, ¿no es así?—pregunto y asiente

—Es impenetrable, majestad—frunce el ceño—. Sería perder hombres por nada, Casterly Rock no caería ni con Balaur con nosotros.

—No, no lo haría—Visella se acerca, pasando debajo de la cola de Balaur con tal confianza que nadie creería que es normal por actuar así cerca de un dragón—. Aegon y sus hermanas lo sabían, agradecieron no haber tenido que enfrentarse a Casterly Rock porque ni siquiera tres dragones la hubieran hecho caer.

—Estamos cometiendo un error, quiere... a los Frey. Todavía después de rechazar un matrimonio, ¿crees que querrán ayudarlo?—niego—. Pero Robb es determinado.

—Hay cosas que deben suceder—murmura Visella—. Yo que tú mantendría el dragón preparado y saldría a alimentarlo cada noche.

—Ese no es el punto—resoplo—. No entiendo como no puede verlo, ¡incluso duda de mi causa! ¡Cree que no es suficiente para sus hombres!

—No creo que sea eso—Vaella toma mi mano—. Es exasperante que aún no hayamos hecho un movimiento por nuestra causa. Y si quiere mi consejo; usted es su reina, demuéstreles que lo es, deles un poco de atemporal a esos hombres.

***

—Te he estado buscando—la voz de Robb me hace cerrar los ojos y removerme en la bañera—. Alyssa, lo que pasó...

—Está bien, majestad, no soy suficiente para usted y su casa... y por si fuera poco, también eres un suicida.

Lo escucho respirar profundo antes de acercarse con sus pesados pasos resonando en la habitación.

—Mi tío va a casarse con una de las hijas de Walder Frey—murmura, su voz suena demasiado cerca así que supongo que está junto a mi—. Iremos ahí esta noche.

—Si, majestad.

—Alyssa, me refería a que tu causa no es tan personal como lo era la nuestra—acaricia mi mejilla—. Nosotros marchamos a King's Landing para vengar la muerte de mi padre, tú por sentarte en el trono de hierro.

—He ahí el mayor problema—abro los ojos y aparto su mano—. Cuando yo me casé contigo, tu causa se volvió mía—lo miro a los ojos—. Tomar el trono de hierro no solo se convirtió en mi, sino en ti, en nuestras familias que se han visto afectadas por los Lannister.

»En cambio tú pareces verme solo como una Targaryen más, deseando el trono por el poder—bufo—. No se trata de poder, aunque sería una mentirosa si dijera que no lo quiero, no es lo principal—me enderezo—. Se trata de mi casa, de cada persona que murió en la rebelión a manos de los Baratheon y los Lannister; se trata de mi familia, de los antepasados que se sentaron en el trono de hierro, de que cada maldito lugar que el bastardo de Joffrey y su asquerosa familia pisa fue hecha por mi familia.

Se trata de sangre, de inocencia, de muerte y derechos. Se trata de mis creencias, de recuperar lo que se nos fue robado y vengar lo que a ojos de nuestra casa es una injusticia.

Los Targaryen no conquistaron los siete reinos para luego dejarlo en manos de personas que solo los llevarían a la ruina. Hablo de algunos antepasados y de Robert Baratheon.

»Se trata de la traición, de mi derecho—salgo de la bañera y tomo la toalla—. De que la rebelión no sirvió para nada más que para asesinar inocentes, porque hicieron lo mismo que mi padre—bufo—. Esa maldita rebelión que tu casa apoyó no es más que un chiste, porque Westeros está incluso peor que cuando los Targaryen estuvieron en el trono. ¿Quieres poner tu causa y la mía en una balanza? Porque mi padre merecía morir, pero cada mujer violada, cada niño asesinado cruelmente, mis hermanos y yo... ninguno lo merecía. Tú te vengas por una persona, yo me vengo por mi y mi familia.

—¿Tu familia?—resopla—. Tu hermano secuestró a mi tía, tu padre mató a mi abuelo y a mi tía. ¡Mató a cientos de personas con fuego salvaje!

—¡¿Y cuando dije que ellos no merecían morir?!—cuestiono—. Mi hermano se lo buscó, mi padre también, pero no puedes decir lo mismo de Elia y mis sobrinos, ¿o si?. Tu padre confió en un hombre que comenzó una rebelión por celos, luego en la familia de ese hombre quienes todo el mundo sabe que no son amigos de nadie. ¿Era un buen hombre? Quizás, pero era solo uno. Tu causa es por una muerte, la mía por miles.

Si él no quiere entender mi causa, yo tampoco tengo porqué entender la suya. Nedd Stark hizo lo que yo, sin duda, no puedo ser hipócrita, pero no voy a permitir que nadie le reste importancia a mi causa.

Y si fuera cualquier otra persona no me importaría, pero es mi esposo, acordamos apoyar la causa del otro y que ahora quiera decirme que no es suficiente para él...

—Viajaré con Balaur—hablo, llenando el silencio en el que ambos permanecemos—. Yo...—suspiro—, entiendo tu causa, entiendo la de tu padre, pero que para ti sea bueno no significa que verdaderamente lo haya sido. Aplica a mi también, si así lo quieres ver, pero al menos yo no estoy cegada, yo admito los errores de mi familia y de mi casa. Tú quieres pintar a los tuyos como héroes.

Mi padre asesinó a inocentes, mi hermano cometió un error. Ambos terminaron muertos. Causa y consecuencias.

La rebelión también fue una mierda, solo fueron hombres luchando sin pensar qué pasaría después. Pero la rebelión se llevó las vidas de inocentes también, y ellos quieren creer que fue maravilloso, que son héroes.

Supongo que cada historia tiene dos lados.

»También entiendo que no he demostrado ser su reina—murmuro—, no creí que fuera necesario y me equivoqué. Entiendo que mi causa no sea suficiente para tus hombres por esas razones, pero tú también la haces menos y eso no lo pienso permitir, Robb. Yo voy detrás de ti sin chistar, pero si quieres ser suicida no puedo apoyarte. Estás llevando a nuestros hombres a una muerte que no servirá para nada.

Quizás esté equivocada al hablar de nuestras causas, pero no lo estoy sobre lo que Robb quiere hacer. Va a llevar a esos hombres a una muerte que al final será en vano. Y eso no es pensar como un guerrero.

The queen of fire and ice [Robb Stark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora