Capítulo XVII

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—Buenas noches señores—Robb asiente en dirección a sus abanderados cuando entran a la tienda

—Buenas noches—me acerco y ellos asienten en mi dirección

—Como pudieron notar hace un par de horas, su majestad la reina Alyssa está aquí—Robb suspira—. Acudí a ella en busca de consejo, de alguna opción, además de mi boda con una Frey, para que crucemos los gemelos.

»No niego que los Frey sean una buena familia—suspira—, pero una alianza matrimonial solo para cruzar un puente... no valdría la pena.

—¿Y cómo lo convenceremos de que nos deje cruzar?—cuestiona uno de los hombres, creo que es Lord Bolton—. Walder Frey es un hombre terco, se ofende fácilmente, majestad, y usted le dió su palabra.

—Le di mi palabra de un matrimonio, nunca dije que conmigo—aclara Robb—. Y la respuesta a su pregunta la encuentran afuera, echando aire caliente por la nariz.

—Balaur puede convencer a cualquiera de ser aliado—hablo—. Créanme cuando les digo que vamos a cruzar ese puente.

—Pero—Robb suspira—, hemos decidido asegurar la alianza entre las dos casas—se acerca y me ofrece su mano, así que deslizo mi palma en la suya—. La reina y yo vamos a casarnos en unas horas.

Todos se quedan en silencio.

Unos parecen creer que se ha vuelto loco.
Otros asienten de acuerdo.
Otros fruncen el ceño disgustados.
Pero es la madre de Robb, Lady Catelyn, quien niega.

—Sé que no soy de su entera confianza—hablo—, no los culpo por ello, y sé que una disculpa por las acciones de quien fue mi padre no arreglará nada. Pero nuestra unión matrimonial es poderosa les guste o no, y les prometo que valdrá la pena.

—La reina ha jurado proteger a nuestra casa—dice Robb—, yo he jurado proteger a la suya. Pero traidores hay en todos lados, y nuestro matrimonio será lo que selle nuestras palabras y el destino de nuestras casas.

—Confiamos en usted, lo apoyamos—un enorme hombre da un paso al frente y me mira antes de caer de rodillas—. Mi reina.

Respiro profundo, viendo a los hombres uno a uno hincarse frente a mi, bajando la cabeza mientras me proclaman su reina.

***

—¿Quien es este?—frunzo el ceño cuando veo al hombre dentro de la celda a la que me lleva Robb luego de hablar con sus lores

El hombre levanta la cabeza y arrugo la nariz ante lo mal que se ve. Sin embargo, los ojos de este se abren con sorpresa y me repasa de pies a cabeza una y otra vez.

Como si hubiera visto a un fantasma.

—Alyssa Targaryen—dice y enarco una ceja, pero sus ojos se quedan en mi rostro, impresionado, grabándose cada pequeño detalle—. Disculpe no poder recibirla en mejor estado.

—Este es Jaime Lannister—dice Robb y levanto las cejas

—Bueno, se ve peor que la última vez que lo vi—se burla ser Barristan, llamando la atención de Jaime

—No pierde tiempo, ser Barristan—le dice Jaime—. ¿Esta reina si lo aceptó en su estado de vejez?

—Sigue siendo uno de los mejores guerreros, ser Jaime—siseo, recordando que fue él quien asesinó a mi padre por la espalda—. ¿Sabes? No sé si agradecerle o asesinarlo por lo que hizo. No es muy leal u honroso clavar una espada por la espalda. Sin embargo, libró a Westeros de mi padre.

Mi padre es quien menos me importa, en realidad. Lo que me importa es la traición a mi casa y las consecuencias que eso tuvo para Westeros, para Eli y mis sobrinos, para mi y mis hermanos.

Sacaron a un loco del trono para poner a un rey que no sabía manejar ni siquiera su propia polla, ¿como iba a saber manejar un reino? Que chiste.

—Bueno, al menos una persona ve las dos caras de la moneda—se recuesta contra el tronco al que se encuentra atado

—Sigue siendo traición—le recuerdo—. Usted era un guardia real, debía proteger a la familia real. Y si bien mi padre no merecía protección, voy a decirle quien si—mascullo—. Elia Martell. Sus hijos. Todas las personas inocentes que murieron asesinadas y violadas a manos de su ejército.

Cierra los ojos.

—Es parte de la guerra.

—Parte de la guerra—me burlo—. ¿Sabe que también será parte de la guerra? Cuando su hermana y usted sufran el mismo destino de Elia—suspiro con falso pesar—. Cuídese, ser Jaime.

Hay un dicho por ahí "ojo por ojo". Y detesto saber lo que le hicieron a Elia, pero tengo la información suficiente de los Lannister como para saber que no les importa.

Haré que les importe cuando la amenaza de correr el mismo destino les respire en la nuca. «Estoy seguro que a los Martell les encantará sembrarles un poco más de miedo»

—Y usted—asiente y río

Un rugido resuena por todo el campamento, uno de amenaza por el enojo que me recorre el cuerpo. Sé que Balaur lo siente.

Y es entonces cuando la tranquilidad se borra del rostro del mayor de los hermanos Lannister. Mira a todos lados en busca del origen del sonido, mira al cielo con los ojos bien abiertos.

—Yo no necesito cuidarme—le digo—. Mi dragón tomará como cena a cualquiera que sea una amenaza para mi. Y manténgase tranquilo, no vaya a ser que decida que usted entra en ese grupo—me doy la vuelta y camino junto a ser Barristan, escuchando a Robb decirle un par de palabras al prisionero

—¿Cree que lo usará como moneda de cambio?—pregunta y niego

—Es más bien un seguro de vida para sus hermanas en King's Landing—lo miro—. ¿Algo que deba saber de ese hombre?

—Es bueno peleando, pero nunca ha sido un prisionero—suspira—. Jaime no sabe estarlo, seguramente esto lo está estresando.

—Por mi puede volverse loco.

The queen of fire and ice [Robb Stark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora