—Pareces preocupado—me acerco a Robb cuando entro al salón del castillo y él suspira dejando de ver el fuego de la chimenea para dirigir su mirada hacia mi—. ¿Qué perturba tu cabeza, Robb?
—¿Qué harás con Astapor cuando tomemos el trono?—pregunta y levanto las cejas—. Justo ahora entiendo la situación pero cuando estés sentada en el trono no podrás viajar aquí y allá todo el tiempo.
—Podría ser parte de los siete reinos—me encojo de hombros y él niega mirándome con preocupación
—Es demasiado ambicioso, Alyssa—exhala—. Temo que tengas los ideales de tus antepasados Valyrios y quieras tomar más cada vez.
Me enderezo.
Teme que me vuelva loca. Que codicie cada vez más y más poder. Como los antiguos Valyrios.
—Majestad—Lord Bolton entra al salón y ambos nos damos la vuelta—. Mi reina—asiente en mi dirección—. Disculpen la interrupción.
—No interrumpe nada, adelante—asiento y él muestra los dos pergaminos, uno en cada mano
—Déjeme adivinar cuales son las buenas noticias—se adelanta Robb, pero el Lord me mira y luego a mi esposo
No hay buenas noticias. Dioses.
—Noticias de Riverun y Winterfell—informa
***
—El padre de Lady Catelyn está muerto—le murmuro a Visella cuando se sienta a mi lado—. Los hermanos de Robb... probablemente están en Las Islas de Hierro o probablemente escaparon de los Greyjoy. Nadie lo sabe.
—¿Me llamaste para preguntar sobre el estado de los niños Stark?
Asiento.
—No puedo decirte—suspira—. Estoy aquí para ayudarte, pero hay cosas que simplemente deben suceder. Es el deseo de los dioses.
—¿Los dioses de quien?—la miro y ríe
—Los nuestros.
Asiento.
—Entonces, estás aquí para ayudarme—murmuro—. Sin embargo, hay cosas que deben pasar, muertes que debemos aceptar y según el deseo de los dioses yo no puedo hacer nada para evitarlo, ¿lo entendí bien?
—Lo siento—asiente
—No lo sientas, hay algo a lo que debo aferrarme y... si eso es el creer que es lo que desean los dioses, entonces está bien—suspiro—. Lo que sea para no enloquecer.
Estoy segura de que no quiero ser como mi padre. Pero temo estar equivocada.
He odiado a mi padre toda mi vida por lo que hizo y temo que en algún momento me vuelva igual que él, adicta al fuego y temerosa de que me traicionen.
—No vas a enloquecer—aprieta mi hombro con suavidad mientras me mira a los ojos, y la sinceridad que hay en ellos tranquiliza un poco mi corazón—. Ve a prepararte, acabamos de llegar y ya debemos marchar.
—Missandei ya preparó mis cosas, ni siquiera habíamos desempacado—ruedo los ojos y me levanto, respirando profundo—. Quiero traer a los inmaculados—comento
Perdimos a la mitad de los hombres. Algunos se quedaron en Harrenhal y otros perecieron de camino allí.
Los hombres comienzan a cuestionarse si esto es una buena idea, si solo estoy aquí por estarlo. Otros alegan que mi dragón vale más que cualquier centenar de hombres.
Y lo hace, pero nada gano haciéndoles creer que no los necesito. De una u otra forma, lo hago.
—No creo que sea el momento—se para a mi lado—. Sé que su esposo perdió la mitad de sus hombres, pero aún no es momento para traer a los suyos, majestad. Solo espere un poco más y los dioses le darán sus razones.
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The queen of fire and ice [Robb Stark]
Fanfiction"Targaryen o fuegoscuro, sigue llevando tu sangre. Por tu casa, por los dioses viejos y nuevos, quiero que jures protegerla hasta que llegue el día en que ella deba tomar el trono" había pedido la reina Rhaella, encargándole a ser Harald a su hija...