. . . . ╱╱ 라벤더 안개 ︵ . . ⌗ ❜
꒰꒰ ❛ ❏ Bucky solo quería
ser libre y para su
fortuna, Arcane
buscaba lo mismo. ¡!~ ⌒⌒
Cuando el público comienza a cuestionar la...
Miró por la ventana agitada durante el camino, con picazón en el cuello a causa del asqueroso collar metálico que le acariciaba la piel. En realidad, no tenía problema alguno con tener algo rodeándole el pescuezo, lo que en realidad le provocaba tanta molestia era lo que representaba y ella simplemente no tenía la paciencia como para mantener su pierna izquierda quieta.
A su lado, Sam la vio con curiosidad, porque nunca la vio de ese modo, como si en cualquier momento pudiese tener una crisis.
—Black Panther ha sido el protector de Wakanda por generaciones —comenzó a decir su altísima alteza después de que sus dos compañeros hicieran comentarios sobre su traje negro. Ella habría dicho algo para aligerar el ambiente o para colocarlo más tenso, como decir que se le veía un culo increíble vistiendo ese leotardo, sin embargo, su mente no parecía tener ninguna intención de dejarla pasar por alto el collar que le atosigaba—. Un manto que pasa de guerrero a guerrero. Y ahora debido a que tu amigo mató a mi padre, ahora cargo el manto del rey. Ahora contesta, como guerrero y rey, ¿cuánto tiempo crees que tendrás a tu amigo a salvo de mí?
—Te sorprenderías —respondió ella por inercia, con ese tonito burlón que solía meterla en problemas a veces.
Cuando llegaron, lo primero que vieron tras dejar el vehículo que los transportaba por las instalaciones, fue a Bucky siendo custodiado dentro de una cápsula de un vidrio antibalas, amordazado por un asiento con fuertes grilletes metálicos. Lucía perturbado, por entero torturado con la posición en la que se encontraba.
Sintió una punzada en el estómago, porque las memorias nada gratas le embargaron la mente. Le fue imposible el no pensar en que el trato que le brindaban era el mismo al que se le daba a una bestia, porque honestamente, ella sabía de esas cosas y no se lo deseaba a nadie.
—¿Y a él qué le pasará? —Preguntó Steve de inmediato tras encontrarse con Sharon Carter y Everett Ross, un hombre que resultaba molesto en ocasiones y que trabajaba en la CIA.
Lo conocía por haber estado en la misma oficina que ella un par de veces y por eso era consciente de que era un buen sujeto, solo que a veces irritante.
—Lo que debería pasarte a ti —dijo el agente Ross— evaluación psicológica y extradición.
Sharon lo presentó con cortesía y continuaron con las indicaciones a las que poca atención les pudo prestar. Se rascó el cuello en un par de ocasiones, con cuidado de no dañarse la piel y de aparentar tranquilidad, pero juraba que incluso un pequeño pitido sonaba después de varios minutos.
Se lo podría quitar si encontraba la llave correcta. Pasador no. Quizá un imán. Sí, algo así de pequeño sería fácil de robarse de un escritorio y se lo conseguiría sacar, debía tener paciencia, lo iba a conseguir. Tenía que ser cauta y silenciosa, mientras menos se fijaran en ella mejor serían los resultados, más fácil se sacaría ese maldito aparatejo.
