. . . . ╱╱ 라벤더 안개 ︵ . . ⌗ ❜
꒰꒰ ❛ ❏ Bucky solo quería
ser libre y para su
fortuna, Arcane
buscaba lo mismo. ¡!~ ⌒⌒
Cuando el público comienza a cuestionar la...
Todos los días, en cada lugar, en cada cosa, él lo era todo al mismo tiempo. Poco a poco Bucky Barnes se transformaba en lo que ella más quería y lo que tanto había estado esperando sin siquiera saberlo. En cuerpo y alma, se le iba colando, reviviendo aspectos de ella que hace mucho tiempo quedaron olvidados, incluso inexistentes y ahora estaba allí, experimentándolo con auténtico regocijo.
No tenía idea bien del qué era lo que tanto le gustaba y encantaba del famoso soldado. Probablemente era por esas líneas adorables que se le dibujaban en el rabillo de los ojos al reír o que lucía como un ángel cada vez que sonreía, que brillaba como fuegos artificiales cuando decía una estupidez, con un sentido del humor más abierto y juguetón.
Él en serio que no era capaz de ver que poseía el don de iluminar a toda la ciudad si quisiera.
Sabía que en verdad él era alguien importante para ella cuando se quedó aguardando a por él en el pasillo, creándole una sensación extraña, porque tampoco era como que le gustara esperar por aspectos médicos o quirúrgicos, o bien, no le gustaban los hospitales en general. La última vez que hizo algo parecido, fue precisamente por causa de Bucky, aunque fue en una situación por entero diferente ya que Nick Fury les hizo creer a ella, Natasha y Steve que fue asesinado por Winter Soldier. Fueron horas catastróficas.
Exacto, cosas relacionadas con cirugías u operaciones y ella no se llevaban.
Puede que en ese momento se encontraba en un evento similar, mas no lo era del todo. Ni siquiera sabía cómo explicarlo. Lo que le harían eran mejoras según les dijeron, lo cual la ponía de nervios... los puso de nervios.
Ya habían pasado un par de horas desde que se despidieron y empezaba a sentir que fueron años sin saber del otro. Estaba dramatizando, por supuesto y confiaba en que Buchanan estuviese en buenas manos porque se trataba de Shuri la que dirigía la cirugía al ser quien se encargó de diseñar y modificar el muñón para el brazo biónico con el que estuvo trabajando los últimos meses. A pesar de que no le darían aún aquel artefacto, querían brindarle un nuevo artilugio que tuviese mayor eficacia, duración y sensibilidad con el afán de que no se sintiese tan... metálico.
Él no supo cómo sentirse al respecto cuando se lo propusieron y hablaron sobre ello durante varias noches cuando se quedaron en vela, considerando la opción hasta que al fin pudieron llegar a un acuerdo que los condujo hasta allí.
Nakia los miró con una mirada perspicaz cuando los vio llegar juntos al palacio temprano por la mañana y a pesar de que tenía cientos de preguntas entorno a porqué se veían tan cercanos y cuál era el motivo por el cual él tuviese los labios ligeramente entintados de labial rojo mientras que el de ella estaba desgastado, prefirió guardarse todas sus cuestiones para después, aunque no pudo borrar su sonrisa juguetona.
