Alex

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El silencio de su casa nunca se sintió tan placentero, después de una turbulenta noche, estar por fin en paz era lo mejor que le pudiese pasar a Alex. Había muchas cosas que quería decir, pero al final no lo hizo. Otras que dijo, pero no quería decir. Su mundo se volvió un caos por culpa de dos alfas persistentes que no querían dejarlo ir hasta que explicara la situación, cosa que Alex no iba a hacer ya que no le debe explicaciones a ninguno de los dos. Con Mark apenas se hablaban, no sabía, exactamente, cuáles eran sus intenciones, claro que se deba una idea. Por lo contrario, con Luka sí tenía historia, una que dio por terminada hace meses. No entendía porque lo había ido a buscar, pero tampoco quería saberlo.

En estos momentos de su vida no le interesaba entrar en un conflicto amoroso, toda su atención la tenía en su tesis y su, pronta, graduación. No tenía el tiempo necesario para lidiar con esas cuestiones. Su teléfono empezó a zumbar en su bolsillo, miro la pantalla. Sonrió, justo a Kevin era a quien necesitaba.

-Hola Kev, ¿te ha pasado algo?

-Hola, nada, a ti sí que te ha pasado algo, ¿verdad?

El asombro inundo el rostro de Alex, a veces le sorprendía como su amigo lograba enterarse de lo que le pasaba en un lapso de tiempo corto.

-¿cómo....

-¿Qué "como lo supe"? fácil iba para tu casa a una consulta rápida, y desde lejos note dos figuras imponentes a fuera de tu casa, tu no estabas así que supuse que algo había pasado.

-Entonces llamaste porque te preocupaste por tu amigo o por que te gusta el chisme.

Una carcajada se escuchó desde el celular, al parecer había descubierto la principal razón de la llamada de Kevin.

-No me culpes, ver al exnovio y futuro novio de mi amigo a fuera de su casa, causa mucha curiosidad por saber que paso, más por las abrumadoras feromonas que se sentían hasta el otro lado de la calle, sólo porque tome muchos supresores y me aleje del lugar si no hubiera entrado en celo en ese momento.

-No me digas que esos idiotas están esparciendo feromonas afuera de mi casa.

-Al menos cuando yo pase, por cierto, las feromonas de Mark le ganaban a la de Luka, como es que tienes tanta suerte.

-Mala suerte, mejor dicho.

-Como digas, pero ya cuéntame que paso.

-No pasó nada, sólo se comportaron como los idiotas que son.

-Alex, de verdad no me contaras que paso.

-Ven a mi casa y te cuento.

-Mañana voy a primera hora, me da miedo regresar hoy.

-Mmmm no sé si mañana tenga el ánimo suficiente para contarte lo sucedido.

-Te odio-

El sonido del corte de llamada, hizo que sonría. Kevin siempre lograba que su estado de ánimo mejore. Subió a su cuarto, dejo su celular en la cama para después entrar a bañarse, pero antes de entrar al baño se asomó por la ventana de su cuarto, desde ahí pudo ver a dos figuras en la puerta de su casa, recordando lo que Kevin le había dicho, volvió a tomar el celular, marco un número que pensó que nunca volvería a llamar.

-Ale...

-Pon el altavoz.

Desde la ventana observo como el chico rubio le hacía caso y ponía la llamada en altavoz.

-Listo.

-Muy bien, ahora los dos, ya váyanse, molestan a mis vecinos con sus feromonas, en especial las tuyas Mark.

Termino la llamada, tiro el celular de nuevo en la cama, continuo con lo que iba a hacer antes de la pequeña interrupción. Salió del baño, miro a la ventana. No puedo creerlo pensó, con un movimiento brusco tiro su toalla a la cama, se dirigió a la puerta de sus casa, al abrirla se encontró con Mark.

-¿Por qué sigues aquí?

-Estoy esperando a que termines con tu tesis para que la pueda leer.

Esta declaración causo en Alex un sentimiento que no quiso nombrar así que despejo su mente al instante.

-No la terminare hoy, ve a tu casa.

-Mañana iras a la cafetería- le pregunto Mark

-No, hoy fui porque no tenía luz.

-Entonces como sabré que ya terminaste.

-Cuando vayas a la cafetería y me encuentres.

Mark contemplo un rato a Alex sin responder.

-Porque no me pasas tu número, para que me avises por ese medio.

-Me impresionas, pero con esa excusa no conseguirás mi número. Ahora ya puedes irte, hasta luego.

Sin dejar que Mark respondiera, volvió a entrar a su casa. Subió a su habitación, volvió a ver por la ventana. Mark ya se había ido. Su cuerpo se relajó. Desde la primera vez que vio a Mark en la cafetería supo quién era, a que familia pertenecía. Solo un ermitaño no sabría quién era Mark. Cualquier persona que tenga acceso a internet sabría la clase de alfa que era, para la mala suerte de Alex, no era de los buenos. Por eso, para Alex la actitud que Mark le muestra no puede ser algo real. Para Alex todo el comportamiento de Mark hacía él era fingido, solo actuaba como lo hacía para meterse en su pequeño agujero, pero él no dejaría que eso pasara. Lo que más le sorprendía era el hecho de ser él un interés sexual para Mark ya que es bien sabido que meterse con alfas no está en sus preferencias sexuales. Este hecho lo mantenía confundido.

Los pensamientos se esfumaron de su cabeza al escuchar el timbre de su casa. Con cierto desconcierto se dirigió a la entrada principal, al abrir la puerta una expresión de disgusto se plasmó en su rostro.

-¿Por qué volviste?

-Debemos hablar Alex.

-No hay nada que hablar.

-Sí lo hay, perdóname Alex, por favor- imploro el rubio de ojos grises.

-No- iba a volver a entrar cuando el chico rubio empezó a soltar feromonas. Una sonrisa de decepción se esbozó en el rostro de Alex –Veo que te has olvidado de algo- se paró en frente de Luka, lo miró directo a sus ojos –hubo un tiempo en el que deje que hicieras conmigo lo que quisieras porque era excitante ver como intentabas someterme con tus feromonas de alfa común- de poco a poco Alex empezó a soltar feromonas –que me guste ser penetrado no es lo mismo a que sea débil, veo que olvidaste ese pequeño detalle o porque otro motivo intentarías someterme ahorita que no estamos en la cama- Las feromonas de Alex se hicieron más intensas haciendo que Luka retrocediera varios pasos. Al ver que el alfa rubio ya se encontraba a una distancia considerable dejó de emitir feromonas.

-No vuelvas- Finalizo para después entrar a su casa. No debí haber usado mis feromonas. con un sentimiento de arrepentimiento Alex regreso a su cuarto, se acostó en su cama, ya no tenía ganas de trabajar en su tesis así que cerró los ojos para dejar que el tiempo pasara.

Alex, que había sido criado en un orfanato, nunca había tomado ventaja de su segundo género, durante toda su infancia y pre adolescencia vivió como un chico beta. Fue hasta su primer celo que empezó a vivir como un chico alfa. En el transcurso de su adolescencia Alex se enfrentó a un grupo de chicos alfa que estaban intimidando a unos omegas, estos al ver que Alex había interferido, intentaron someterlo, fue en ese momento donde se manifestó su lado dominante. Un lado que Alex no quería tener. Un lado que había mantenido oculto hasta que conoció a Luka. Éste lograba que Alex se desconociera, era tanto el dominio que tenía sobre Alex que había logrado que sacara su lado dominante. Para Alex que Luka lo incitara a utilizar sus feromonas dominantes sobre otra persona fue lo peor que le pudo hacer, no sólo hizo que se traicionara a si mismo si no que hizo ver la acción como si no fuera la gran cosa. Esto fue lo que hizo que una relación de años terminara.

Cautiverio (alfaxalfa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora