Alex

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El reloj seguía marcando los segundos, la casa se encontraba silenciosa solo el "tic-tac" del reloj se escuchaba. Un sonoro grito termino con el tormentoso silencio, tras el grito, Alex se llevó las manos a su cabeza y revolvió su cabello como gesto de desesperación, llevaba casi tres horas sentado frente al computador sin poder avanzar en su tesis. Toda esa situación estaba acabando con su poca paciencia, su mente en lugar de concentrarse en lo que era importante, se ponía divagar sobre cosas sin sentido. La fecha de entrega se acercaba, pero si su mente se negaba a funcionar no había nada que pudiera hacer. Guardo todo lo que había hecho, apago la laptop. Un pequeño suspiro acompaño su acción de cerrar la computadora. Dejó que la gravedad hiciera lo suyo dejando caer su cuerpo hacia atrás.

Sus ojos empezaban a ceder para llevarlo a un sueño profundo, pero el ruido insistente del timbre de la puerta despejo todo rastro de sueño. Con pesadez se levantó para ir a ver quién se había atrevido a ahuyentarle el sueño. El timbre seguía sonando Ya voy grito mientras bajaba las escaleras. El timbre no se detuvo, cuando abrió la puerta lo primero que dijo sin ver quien era fue ya deja a mi pobre timbre en paz cuando alzo su vista aquellos ojos morados que pertenecían al causante de su falta de concentración, Mark se encontraba parado en la entrada de la casa con una sonrisa recibió el regaño de Alex. En cuanto se percató de quien era el inesperado visitante, enseguida intento cerrar la puerta, pero esta acción fue detenida por el pie de Mark que se encontraba en el marco.

Regreso su vista hacia el alfa.

-Puedes quitar tu pie, necesito cerrar- le dijo con una sonrisa falsa en los labios.

-Así es como te enseñaron a atender a tus invitados

-A los NO deseados sí- le respondió haciendo énfasis en el no.

-Entonces debería enseñarte buenos modales- dio un paso hacia adelante.

-No necesito de tus clases- con sus dos manos agarro a Mark de los hombros para detener sus pasos, y empujarlo de nuevo para afuera. Aprovechando la cercanía que tenían Mark paso uno de sus brazos por la cintura de Alex con un leve jalón lo atrajo hacia él, pegando sus cuerpos. Mark acerco su rostro al de Alex, éste al sentir la cercanía del alfa volteo su rostro hacia la derecha. El invitado no deseado sonrió, se acercó a la oreja del dueño de la casa, y con una voz gruesa y seductora le susurro solo vine a cumplir con mi promesa. Así como se acercó, se alejó dejando a Alex con un leve sonrojo pues esa acción lo había tomado desprevenido. Sin mirar a Mark se hizo a un lado para dejarlo pasar, el alfa entendió el gesto, con una sonrisa triunfante paso.

-¿Cómo vas? Mi gran tesista- preguntó mientras caminaba e inspeccionaba la casa de Alex

-Iba muy bien, hasta que interrumpiste mi concentración.

-Oh, me disculpo por eso, no fue mi intención desconcentrarte.

-Como sea, espera aquí iré por mi laptop.

Con un Está bien subió hasta su habitación, ubico la laptop, la abrió y la encendió, pero justo en ese momento su computadora decidió iniciar a una velocidad de un kilómetro por hora. Su desesperación empezó a presentarse ya que debía bajar con su archivo abierto para que Mark le creyera la pequeña mentira de haber arruinado su concentración. Sin embargo, la computadora no cedió. Resignado decidió bajar, ya inventaría una excusa, si Mark llegara a preguntar por qué su laptop se encontraba apagada, si se suponía que estaba trabajando en ella.

Al bajar las escaleras localizo al alfa en la pared de las fotos, así es como llamaba Alex aquella pared de su casa ya que en ella se encontraban todas sus fotos exhibidas. Dejó el portátil en la mesa del centro de la sala, camino hasta donde se encontraba aquel alfa. Cuando llegó hasta donde estaba Mark, noto que éste miraba una foto donde salía Kevin con él. No supo leer la expresión de Mark mientras veía la foto así que solo dijo Es un amigo.

Cautiverio (alfaxalfa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora