Cautiverio (alfaxalfa)

Rebobinar

Los vibrantes rayos de luz entraban por su ventana, el chico se retorcía en su cama, en señal de que despertaría pronto. Con un pesar corporal se levantó justa antes de que sonara la alarma que le avisaba que su día había comenzado. Se puso sus pantuflas para dirigirse al baño, necesitaba vaciar su vejiga que se había llenado en el transcurso de la noche. Con un gran bostezo se paró en frente del inodoro y descargo todo su líquido. Un suspiro de placer por el desahogo salió de su boca. Al terminar se dirigió al lavabo aún con los ojos adormilados sonrió al ver su reflejo en el espejo. Aún acabado de levantar me veo muy guapo pensó. Abrió la llave del lavabo, lavo sus manos siguió con su cara y termino lavando sus dientes.

Regreso a su habitación, se asomó por la ventana, vio el sol brillante y como el leve viento meneaba las ramas de los árboles. Tal parece que será un gran día pensó. Bajo las escaleras a pasos apresurados. En el largo comedor se encontraba su desayuno, pan tostado con jugo de naranja.

Termino de desayunar, como aún le quedaba tiempo decidió regresar a su habitación a relajarse antes de ir a la universidad, estaba por empezar su último año así que él sentía que a partir de hoy ya no podría estar relajado. Con ese pensamiento subió, se acostó en su cama, saco su celular para perder el tiempo. A los minutos, escucho el claxon de un auto. Ya llego pensó. Se asomó por la ventana para confirmar, vio el auto sedan negro parqueado afuera de su casa. Agarro su mochila, bajo corriendo las escaleras.

-Buenos días Joven.

-Buenos días Louis. A la universidad, por favor.

-Claro que sí.

-Ah, pero antes, pasemos a buscar a Félix.

-Como guste.

A los minutos se parquearon en frente de una casa, de ella salió un joven de cabellos negros, alto, ojos cafés oscuro. Al instante reconoció el carro y subió.

-Hola querido amigo, pensé que hoy me tendría que ir en autobús jejeje

-Sabes que mientras seamos amigos, yo te pasare a buscar siempre.

-Gracias amigo, no sé qué haría sin ti.

-Pues llegar tarde.

Los dos jóvenes se soltaron a reír. Esta conversación también era parte de su rutina, Félix había sido su amigo desde el preescolar. Se conocían muy bien, la confianza que había entre ambos era la suficiente como para que Félix fungiera como su confidente, aquella persona a la que le podía confiar todo.

El camino a la universidad no fue largo, a decir verdad, su casa quedaba muy cerca de la imponente universidad, pues el joven con mucha astucia había logrado entrar a la universidad más prestigiosa del país.

-Que tenga un buen día joven, lo pasare a buscar al rato- dijo el chofer, mientras abría la puerta trasera para que los chicos bajaran.

-No será necesario, cuando termine mi horario saldré a pasear por ahí con Félix- Le respondió, mientras bajaba del auto.

-De acuerdo.

Acto seguido, el chofer se subió al carro para después retirarse. Los chicos se dirigieron, cada uno, a sus respectivas aulas, a pesar que eran amigos, no estudiaban los mismo, Félix estudiaba Historia Contemporánea, mientras tanto él estudiaba Administración y Fianzas.

Sus clases de ese día eran interesantemente aburridas, trato de poner todo de su parte para no distraerse, pero le resultaba difícil ya que su gran amigo Félix se había dedicado a enviarle mensajes sobre su próxima salida juntos, pues habían planeado bajar a las colonias abandonadas, según Félix, ahí se encontraban los mejores omegas. A sus padres realmente no les gustaba que él se juntara con su amigo, según ellos, Félix echaría a perder la vida de su hijo. Claro que hasta el momento no ha sucedido. Aunque sí tenía que admitir que su amigo tenia ideas un poco locas, como la de hoy, el plan era sencillo, ir a ColAban conseguir un omega y cogérselo en el instante. Al principio había protestado, pero su amigo le había dicho que vida solo una, que debería probar todos los sabores o se arrepentiría. Después de eso, accedió sin volver a pensarlo.