Mark

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Los sonidos provocados por las sirenas de la policía no tardaron en escucharse, Alex seguía en el piso abrazando el cuerpo sin vida de su amigo. Mark no sabía si acercarse o no ya que después de pedir ayuda, el estado de Alex cambio por completo, el llanto había cesado, su expresión en su rostro era el de una persona perdida. Ver ese tipo de expresión era algo nuevo para Mark. Pero eso no era verdad, al parecer Mark había olvidado que cada sujeto que encerró en aquel sótano terminaba con la misma expresión que tiene Alex. La única diferencia es que esta vez sí le importaba la persona, pero para él era la primera vez que veía un rostro así.

Titubeando un poco se acercó a Alex para intentar alejarlo del cuerpo de Kevin. Sin embargo, no pudo dar ni un paso ya que Alex había empezado a soltar feromonas de pertenencia para evitar que otro alfa se acercara a su amigo.

-Alex, por favor, deja que te ayude.

Suplico Mark, pero sus palabras fueron ignoradas. Ver aquel semblante en Alex le dolía más de lo que pensaba. ¿Cómo llegue a este punto? Se preguntaba ya que, al principio, solo se acercó a Alex para poder monopolizarlo y llevárselo en su sótano para poder penetrarlo hasta que estuviera satisfecho. Ese era su plan. Por eso no podía entender como había acabado en ese estado, es decir, el chico lo ignoraba cada vez que le hablaba. Y cuando le respondía, lo hacía de manera cortante. No había manera de explicar porque había desarrollado sentimientos por Alex, al menos que fuera masoquista, eso explicaría muchas cosas, pero ese no era el caso. ¿Qué me hiciste? Se preguntó Mark una vez más. Necesitaba saber que era lo que sentía en estos momentos, que sentimientos tenia hacia Alex, pero no encontraba la forma de llegar a una conclusión. Todo era tan confuso para él. Tal vez fue a primera vista pensó, y en ese momento su corazón empezó a latir más acelerado.

El sonido de las sirenas de la ambulancia hizo que regresara a la realidad, a la cruel realidad que él había construido. Vio como Alex subía a la ambulancia con su rostro demacrado, sus feromonas se habían tranquilizado. Intento subirse a la ambulancia, pero Alex volvió a soltar feromonas, pero esta vez de repulsión. Estaba siendo claro, no lo quería ahí.

Sin insistir dejó que la ambulancia se fuera. Con el cuerpo levantado, empezaron las investigaciones de la policía, al estar cerca de los afectado fue uno de los primeros en ser interrogado. Las preguntas de los policías eran sencillas de responder así que su interrogatorio no tardo mucho. Después de unos minutos lo dejaron ir. Saco su celular para llamar a John, pero este sono antes de que pudiera realizar la llamada, se trataba de un número desconocido así que dudo un momento en responder.

-¿Quién habla?

-Ya está hecho, estaré esperando lo acordado.

Aquella llamada le dio otro golpe de realidad a Mark. Porque llamaría a John para que empezara a buscar un culpable cuando él bien sabia quien era el responsable de ese suceso. Su frustración estaba al límite. Se había equivocado en todo.

Su celular volvió a sonar. Miro la pantalla para saber quién le hablaba.

-John. Respondió con una voz apagada.

-Señor, ¿se encuentra bien?.

-Me he equivocado John, lo he arruinado.

-Tranquilícese señor, el joven Alex nunca se enterará de lo que paso así que no se concentre en eso y vaya al hospital. El chico lo necesita.

-¿Cuál hospital?

-El "St.Phill" está a unas 20 calles de donde está, ya le pedí un taxi, no debe tardar en llegar.

-Gracias John.

La llamada con John lo había ayudado a enfriar su cabeza, su secretario tenía razón, no era momento de lamentarse por los hechos ocurridos, debía ayudar a Alex. Claro si él deseaba su ayuda.

El taxi no tardó en llegar, y con la misma rapidez llegaron al hospital. Apneas puso un pie dentro del hospital, las abrumadoras feromonas de Alex impedían que siguiera avanzando. Sin embargo, no era el único que se veía afectado, esto lo alivio un poco, los demás alfas y omegas estaban en la misma situación.

-¿Qué paso? Preguntó a la persona que se encontraba a su lado.

-Al parecer le avisaron que perdió a alguien, y desde entonces no ha dejado de esparcir feromonas. Ya han ido betas a hablar con él, pero no hace caso. Finalizo la persona para después vomitar e irse del lugar.

-ALEX. Grito, pero fue en vano pues el alfa no mostro reacción alguna.

La brumosa pared de feromonas se intensificaba cada vez más, las personas que se encontraban alrededor empezaban a caer desmayadas. Esto está mal volvió a pensar Mark. Dio un paso hacia adelante. Gracias a su estado de dominante pudo afrontar las abrumadoras feromonas de Alex, aunque por cada paso que daba su alfa interior lo desagarraba ya que no quería estar sometido.

Pero lo que el que él quisiera en este momento no importaba, lo importante era detener a Alex. Con pasos firmes caminó hasta llegar frente a Alex. Al llegar con el alfa, se sentó a un lado de él. ¿Qué puedo hacer? Pensó Mark, el alfa mayor no sabia como actuar ante estas situaciones ya que nunca tuvo la necesidad de querer calmar a alguien.

-Vamos Alex todo estará bien, yo te ayudare. Dijo mientras atraía el cuerpo de Alex hacia el suyo.

Mark recordaba, vagamente, haber leído algo sobre que las feromonas también se pueden usar para tranquilizar al omega, pero Alex era un alfa. ¿Funcionara con él? Se preguntó, no tardó mucho en accionar sus feromonas para comprobar su teoría. Estas empezaron a abrirse paso sobre las de Alex, si las feromonas tuvieran color las personas podrían ver como unos destellos rojos se mezclaban con los azules como si los quisieran cubrir. Poco a poco los destellos azules fueron cediendo a los rojos, hasta que todo el lugar se vio cubierto en su totalidad de rojo.

De verdad funciono, pensó.

-Alex, todo estará bien, yo te ayudare.

La respiración de Alex se calmaba con cada taque que Mark le daba para tranquilizarlo.

-Vamos, hay que salir de aquí. Dijo para luego levantarse. Espero que Alex hiciera lo mismos, pero no fue así.

-¿Qué pasa Alex?

-Aún no puedo irme, tengo que decirle adiós a Kevin.

-Entiendo- dijo, miró a su alrededor para buscar a alguna enfermera que los pudiera ayudar.

-Disculpe, queremos pasar a despedirnos de nuestro amigo, nos podría indicar en que cuarto esta.

-Claro, cual era el nombre de su amigo.

Mark volteo a ver a Alex en la espera de su respuesta, pero este no decía ningúna palabra.

-Es Kevin Lihert

La enfermera tecleo el nombre en su dispositivo.

-Se encuentra en la habitación 4, por cierto, tengo entendido que su amigo no tenía familia, será que puedan pasar a la oficina de administración para indicarnos que hacer con el cuerpo, por favor. Mencionó la enfermera y se retiró.

Mark decidió darle su espacio a Alex para que se pudiera despedir. Desde la distancia en la que se encontraba no podía escuchar lo que el alfa le decía al omega, pero si podía ver la expresión de Alex, una que desearía nunca haber visto en ese rostro.

Alex se despidió de su amigo dándole un pequeño beso en la frente, se dirigió hacia donde se encontraba Mark.

-Gracias. Le dijo, y salió de la habitación, Mark hizo lo mismo, empezó a caminar, pero se detuvo al ver que Alex no avanzaba.

-Te lo prometo Kevin, descubriré quien lo hizo y lo hare pagar- Susurro Alex, pero Mark pudo escucharlo perfectamente.

-Vamos, tengo cosas que hacer- sentenció Alex y siguió avanzando.

Cautiverio (alfaxalfa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora